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En un mundo lleno de adictos a las redes sociales que comparten cada uno de sus pensamientos en diversos canales, puede resultar extraño encontrarse con una persona que rechaza todo eso y prefiere ser más reservada.
¿Cuáles son las características y rasgos de una persona reservada y qué se puede esperar de ella?
¿Qué les hace sentir como se sienten y por qué deciden casi no participar en las interacciones de las que casi todo el mundo disfruta habitualmente?
He aquí 11 rasgos y características de las personas reservadas:
1. Sus redes sociales son escasas (o inexistentes)
Intente encontrar las redes sociales de una persona verdaderamente privada y será como buscar un tesoro enterrado.
Una persona privada se habrá asegurado de que todas sus marcas en Internet hayan sido eliminadas o, si no puede eliminarlas por cualquier motivo, de que se haya limpiado y eliminado todo lo que no quiera que nadie más vea.
¿Por qué?
Porque a una persona reservada no le interesa participar en las travesuras de las redes sociales que obsesionan a tantas otras personas.
No necesitan que los compartan, que les gusten, que les retuiteen, ni corazones; no necesitan la validación social que otros ansían.
Simplemente necesitan una forma de conectar con sus amigos y mantenerse al día de lo que es más importante para ellos.
2. Los demás los consideran aburridos
Puede ser increíblemente fácil confundir a una persona reservada con una persona aburrida, y en muchos casos, es cierto: las personas reservadas pueden vivir vidas aburridas y mundanas que volverían locos a los demás.
Pero esto no tiene por qué ser así: que a una persona le guste no revelar sus secretos no significa que no le pase nada en la vida.
Lo que otros podrían considerar rutinas aburridas, los particulares lo considerarán una estabilidad feliz.
Los particulares anhelan la oportunidad de mantener la concentración y el pensamiento único, y aunque a algunos les pueda parecer aburrido, también es la mejor manera de hacer las cosas.
3. Escuchan y piensan antes de hablar
Una persona reservada se preocupa mucho por lo que los demás quieren decirle porque ella misma no habla a menos que sea importante.
No charlan por charlar, es decir, no pasan su "tiempo de escucha" simplemente esperando a que la persona deje de hablar para poder volver a hablar.
Ver también: "Mi mujer es aburrida en la cama" - 10 cosas que puedes hacerSu respuesta depende de lo que se está diciendo, y nunca encontrará a una persona reservada hablando sólo para escucharse a sí misma.
Ver también: "El sexo está sobrevalorado": 5 cosas que debes saberEsto se debe en parte a que, para empezar, no suelen querer compartir detalles sobre sí mismos, pero también a que les importa mucho el tiempo que otras personas pasan con ellos.
4. Saben cómo desviar el tema de su atención
Cuando la gente empieza a husmear en la vida privada de una persona, pueden ser expertos absolutos en distraer a esas personas y, en última instancia, cambiar de tema.
Si le preguntas a una persona reservada qué ha estado haciendo o cualquier otro detalle íntimo de su vida, encontrará la forma de hacerte olvidar que se lo has preguntado y te orientará en otra dirección.
Lo han hecho innumerables veces, tanto en persona como en su cabeza. Y no es malo ser reservado; una persona privada tiene derecho a su propia intimidad y secreto.
5. Tienen círculos pequeños pero íntimos
Las personas calladas y reservadas no son lobos solitarios; que sean reservadas no significa necesariamente que sean menos sociables que el resto de nosotros.
Pero son mil veces más cuidadosos y selectivos con la gente que dejan entrar en sus círculos íntimos.
En primer lugar, porque valoran su tiempo y cuanta más gente se relaciona con ellos, menos tiempo tienen para sí mismos; y en segundo lugar, porque buscan un tipo muy concreto de persona, alguien en quien puedan confiar profundamente, y esas personas no siempre son fáciles de encontrar.
Los amigos de una persona privada serán personas que conservará toda la vida, personas que recogerá en los distintos capítulos de su vida.
Y lo mejor de ser amigo de una persona realmente reservada es que será tu mejor baúl de secretos.
Nadie será más leal y sincero contigo que una persona privada, y siempre mantendrá la integridad de tu relación con ella.
6. Tienen convicciones y límites firmes
Aunque a una persona reservada no le importan demasiadas cosas, las pocas que le importan, le importan significativamente.
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No es fácil convencer de lo contrario a una persona reservada, sobre todo porque si algo le ha importado lo suficiente como para tener una convicción firme sobre ello, lo más probable es que haya pensado en ello durante docenas o cientos de horas, y ninguna discusión rápida le hará cambiar de opinión al respecto.
Las personas privadas saben lo que quieren, saben cómo se sienten y saben qué les hace sentir así, porque han dedicado tiempo a la introspección para analizarse de verdad a sí mismas.
No vas a influir en la mente de una persona verdaderamente reservada, porque ya ha hecho que sus opiniones sean a prueba de balas.
7. No soportan ningún tipo de atención
En una época llena de selfies, corazones, likes, comentarios y, en general, de compartir puntos sociales todo el tiempo, parece casi imposible dar la espalda a todo ello y decir que simplemente no te interesa.
Pero ese es exactamente el caso de las personas privadas, a las que sinceramente les importa un bledo si una persona ha visto sus mensajes en Internet o si lo han visto miles de personas (en los raros casos en que publican en Internet).
Las personas privadas no necesitan la validación social que las redes sociales nos han enseñado a anhelar profundamente; son felices y están seguras de quiénes son, y no necesitan ningún recordatorio o amor de sus amigos (o seguidores).
8. Controlan totalmente sus emociones
Poco a poco nos estamos convirtiendo en una sociedad en la que todo el mundo necesita reaccionar a todo. Vídeos de reacciones, peleas en Twitter y opiniones que se difunden por todos los canales de las redes sociales, 24 horas al día, 7 días a la semana.
Dejarse llevar por las emociones y apoyar mil causas diferentes parece ser la única opción correcta en estos días.
Pero los particulares no dejan que cualquier asunto perturbe su zen personal.
Comprenden el poder de la estabilidad emocional, lo mucho que se puede avanzar si no se malgasta el día y la energía mental rebotando de un conflicto sin sentido a otro.
La persona privada ideal vive totalmente en su propio mundo, conoce los pasos que debe dar para alcanzar sus objetivos individuales y no suele pensar en nada fuera de su plan de juego.
9. Son muy cuidadosos con su tiempo
Las personas reservadas son tranquilas, relajadas, pero también muy cuidadosas con su tiempo.
Saben más que la mayoría que nuestra vida se compone de los minutos de nuestros días, y tener una vida más plena y productiva significa utilizar esos minutos con cuidado y sabiduría.
Así que una persona reservada va a dejar que los más pequeños caprichos la distraigan de sus objetivos diarios.
Saben lo importantes que son sus compromisos y no son de los que olvidan lo que tienen que hacer.
Esto puede hacer que a veces resulte un poco irritante estar con una persona reservada, ya que los demás pueden pensar que va constantemente corriendo de una cosa a otra.
Pero para ellos, sólo intentan cumplir el calendario.
10. Son profundamente compasivos
Puede que al principio no lo parezca, pero cuanto más reservada y reservada es una persona, mejor amiga suele ser.
Esto se debe a que las personas reservadas no se abren a cualquiera, a diferencia de los extrovertidos y los fiesteros, que pueden hacerse amigos de cualquiera en pocos minutos.
Por eso, las pocas personas que consiguen entrar en el círculo íntimo de una persona privada experimentan una de las amistades más fuertes que jamás tendrán.
Porque si una persona privada te considera merecedor de su tiempo y atención, entonces te los prestará tan plena y completamente como pueda.
Recuerde: las personas reservadas cuidan su tiempo, y pasar tiempo con alguien es una gran elección que hacen. Si se hace amigo de una persona reservada, espere una amistad llena de cariño y compasión.
11. Son colectivas, fáciles de llevar y poco reactivas
Las personas privadas tienden a pensar a largo plazo, lo que significa que los acontecimientos y problemas cotidianos que molestan a la mayoría de la gente no les preocupan ni les inquietan realmente.
Esto les da la capacidad de experimentar las mismas luchas y obstáculos que otras personas experimentan sin liberar el tipo de energía negativa que otras personas podrían liberar.
En resumen, es fácil estar con gente reservada.
No se obsesionan ni se apegan emocionalmente a la mayoría de las cosas, y se preocupan más por su propia estabilidad que por seguir las últimas tendencias.
Viven al ritmo de su propio tambor, y ésa es una de sus cualidades más atractivas.