10 maneras de ir elegante y con clase sin gastar un céntimo

Irene Robinson 30-05-2023
Irene Robinson

Cientos de artículos y guías en Internet nos dicen cómo ir elegantes y con clase.

La mayoría de ellas dan prioridad a la moda y el estilo. Nos dicen que es fácil ir elegante cuando tienes ropa bonita que te queda perfecta.

Puede que tengan razón, pero la cuestión es que la elegancia no se limita a la ropa o a lo cara que parezcas.

La elegancia es esencialmente una cualidad de refinamiento, y es algo que se puede desarrollar sin gastar un céntimo.

Entonces, ¿cómo hacerlo? En este artículo hablaré de las formas de tener clase, sin importar si no tienes presupuesto para ropa sofisticada.

1) Domine el apretón de manos perfecto

Empecemos por el apretón de manos, ese primer gesto de saludo que crea la primera impresión que la gente tiene de ti.

¿Sabías que una persona sólo tarda siete segundos en formarse una primera impresión cuando te conoce?

Y aunque hay muchas cosas que influyen en la primera impresión, la forma de dar la mano es una de las más impactantes.

Al ser una de las primeras interacciones físicas con otra persona, el apretón de manos dice mucho de ti.

El apretón de manos perfecto es el que se da con firmeza, ni demasiado fuerte ni demasiado débil.

Un apretón de manos fuerte puede echar para atrás a la gente, ya que puede interpretarse como un gesto de dominación, mientras que un apretón de manos débil o flojo indica que te sientes ansioso o poco implicado.

El objetivo es lograr un agarre que transmita el nivel justo de interés y confianza.

Esto significa también que tus manos son una de las primeras cosas en las que se fija la gente cuando te conoce. Por eso es esencial mantener tus uñas bien cuidadas.

La elegancia implica parecer arreglada, y unas uñas desaliñadas y sucias no te lo darán.

Por el contrario, las uñas desaliñadas se consideran indicadores de falta de higiene y descuido, lo que incomoda a algunas personas.

Les darás la impresión de que eres perezoso, poco profesional y que no prestas atención a los detalles.

No hace falta ir a un spa de uñas y desembolsar un dineral por una manicura, basta con recortarlas con regularidad e hidratar las cutículas.

Evite morderse las uñas: no sólo las daña, sino que puede provocar infecciones.

Cuando domines el apretón de manos perfecto, la gente tendrá una primera impresión positiva de ti y te verá como una persona elegante y serena.

2) Mantener una buena higiene general

Las personas elegantes dan prioridad a su salud y bienestar. Practican el autocuidado porque deben estar en su mejor momento para ayudar a los demás.

Por lo tanto, una buena rutina de aseo puede marcar una gran diferencia en su aspecto elegante.

Mantener una buena higiene, llevar el pelo peinado y un maquillaje mínimo pueden contribuir a una apariencia pulida.

Ducharse y cepillarse los dientes con regularidad puede hacer que parezcas y huelas fresco, de modo que transmitas una sensación de elegancia, aunque no lleves ropa cara.

Eso no significa que tengas que derrochar en tratamientos y productos de belleza de lujo, sino que debes encontrar una rutina de cuidado personal que te funcione y ceñirte a ella.

3) Habla en voz baja y sin prisas

Tu voz puede ser uno de los indicadores más significativos de elegancia, eso si sabes modularla y utilizarla a tu favor.

La forma de hablar contribuye a la percepción de elegancia. Practique hablar en un tono bajo y mesurado. Su tono debe ser agradable, refinado y adecuado a la situación.

Asegúrate de enunciar tus palabras con claridad y buen ritmo. Quieres que la gente pueda entender lo que dices con facilidad.

Esto puede demostrar que eres elocuente y culto, cualidades que a menudo se asocian con la elegancia.

4) Amplíe su vocabulario, pero utilícelo con prudencia.

Como he dicho antes, la forma en que te expresas influye en cómo te percibe la gente. Y cuantas más palabras conozcas y utilices, más culto parecerás.

Las personas elegantes y con clase saben qué decir en cada situación, son elocuentes y disponen de un amplio vocabulario que les ayuda a expresarse con claridad y elocuencia.

Ahora bien, no te pases de la raya y llenes siempre tus conversaciones de grandes palabras. Eso puede hacerte parecer pretencioso, y no es eso lo que quieres ser.

La elegancia está marcada por la autenticidad, la sutileza y la sensibilidad. Eso significa que hay que vigilar cómo se dicen las cosas y también por qué se dicen.

¿Estás soltando palabrotas para parecer inteligente? ¿O para impresionar a los demás?

Es probable que eso sea contraproducente.

Ver también: 11 señales de que un hombre emocionalmente no disponible se ha enamorado

El truco consiste en parecer inteligente y, al mismo tiempo, sensible y entrañable.

Y, por supuesto, es importante pensar antes de hablar, algo a lo que puede costar acostumbrarse si uno tiende a reaccionar instantáneamente o a soltar lo que se le ocurre.

Historias relacionadas de Hackspirit:

    Recuerde que, en última instancia, lo que está diciendo -su mensaje general- es más importante que las palabras que elija.

    Lo bueno de hablar con elocuencia es que es absolutamente aprendible. Puedes entrenarte y practicar una y otra vez hasta que consigas conversar con elegancia.

    5) Saber escuchar a los demás

    Las personas con clase conocen el valor de la comunicación eficaz. Además de ser oradores seguros, también saben que es importante escuchar.

    ¿Te ha pasado alguna vez que estabas hablando con alguien y en realidad no te estaba escuchando? Si eres como yo, esto también te parece grosero.

    Practica la escucha activa, que demuestra tu compromiso, interés y respeto por los demás. Te ayuda a entender mejor a la persona y a captar pistas de su tono y sus palabras.

    Esto le permitirá responder de forma más adecuada, sofisticada y elegante. Créame, su interlocutor saldrá impresionado de un encuentro con usted.

    6) Conducirse con aplomo

    ¿Alguna vez se ha preguntado por qué las bailarinas son tan elegantes? No se trata sólo de sus zapatos puntiagudos y sus tutús de seda, sino también de su postura impecable y sus gráciles movimientos.

    Una buena postura y un buen lenguaje corporal pueden hacer que una persona parezca más elegante y segura de sí misma.

    Estar erguido, mantener la cabeza alta y mantener el contacto visual contribuyen a una apariencia más pulida. No es de extrañar que nuestros padres siempre nos dijeran que nos pusiéramos erguidos.

    Incluso sentado, puedes adoptar una postura sofisticada si te sientas recto y cruzas las piernas por los tobillos, no por las rodillas.

    El aplomo también tiene que ver con el grado de control mental y emocional que se posee.

    ¿Siente pánico a la menor señal de un problema? ¿O se enfada cuando alguien se cruza delante de usted en el supermercado?

    Si quieres ser más elegante, es hora de decir adiós a estas reacciones instintivas.

    Desarrollar el aplomo requiere práctica, paciencia y mucha conciencia de uno mismo. Hay que controlar las reacciones ante las situaciones y ejercer autocontrol para mantener la calma y la compostura.

    7) Cuida tus modales

    Hoy en día, la gente considera que los modales son un concepto anticuado, pero lo cierto es que la etiqueta social nunca pasará de moda.

    ¿Sabes por qué? Porque el propósito de la etiqueta es crear un entorno positivo y agradable para ti y para los demás.

    Ver también: 10 señales inequívocas de que alguien está intentando presionarte (y cómo responder)

    Los buenos modales indican que eres una persona considerada y atenta que da prioridad a las relaciones armoniosas.

    La armonía se asocia a menudo con la elegancia, no sólo en la moda y otras formas de expresión visual, sino también en el comportamiento y las relaciones.

    8) Desarrolla tus habilidades y persigue tus pasiones

    Puede que esto le sorprenda: ¿qué tienen que ver sus objetivos y habilidades con la elegancia?

    Las personas con clase viven su vida con intención y amor por el aprendizaje. Saben que tener intereses diversos aumenta su repertorio de conocimientos para mantener una conversación inteligente y refinada.

    Por eso, cultiva tus intereses, lee mucho, aprende cosas nuevas y habla con gente interesante. Así demostrarás tu elegante actitud de curiosidad y cultura.

    9) Tener confianza en sí mismo y mantener un sentido saludable de sí mismo

    Las personas elegantes saben quiénes son, y por eso pueden ir por la vida con la cabeza bien alta.

    Se esfuerzan por mantener una actitud positiva independientemente de lo que la vida les depare.

    Es una forma fácil de ir elegante y con clase, ¡y no cuesta nada!

    Simplemente tienes que dedicar tiempo a la autorreflexión periódica para poder evaluar tus puntos fuertes y débiles.

    A partir de ahí, todo seguirá. Verás la importancia del autocuidado y descubrirás los aspectos de tu vida que necesitas mejorar.

    Identificarás tus valores fundamentales y vivirás la vida auténticamente de acuerdo con ellos. Y lo que es más importante, aprenderás a aceptarte a ti mismo y a abrazar tu singularidad.

    Todo ello conduce a un sano grado de confianza en uno mismo, lo que en última instancia ayuda a transmitir clase y elegancia.

    10) Tratar a los demás con respeto

    Por último, he aquí el notable efecto del amor propio: te llena y te nutre para que puedas ser amable con los demás.

    Ser amable, generoso y respetuoso puede demostrar que eres educado y refinado.

    Cuando pienso en mujeres como la Princesa Diana y Audrey Hepburn, enseguida me vienen a la mente sus fabulosos trajes y estilos distintivos.

    Se convirtieron en figuras emblemáticas y muy queridas, no sólo por su agudo sentido de la moda, sino también porque destilaban dignidad y compasión hacia los demás.

    Si algo he aprendido de sus vidas es que la amabilidad siempre tiene clase y, además, no me cuesta nada.

    Reflexiones finales

    Como puedes ver, la elegancia es una mentalidad. No se trata sólo de la ropa que llevas o de las cosas que posees, sino también de cómo te comportas e interactúas con los demás.

    Puede que no tengas el vestuario más fabuloso, pero ten por seguro que si eres amable, respetuoso, atento y seguro de ti mismo, darás la impresión de ser una persona elegante y con clase.

    Irene Robinson

    Irene Robinson es una entrenadora de relaciones experimentada con más de 10 años de experiencia. Su pasión por ayudar a las personas a navegar a través de las complejidades de las relaciones la llevó a seguir una carrera en consejería, donde pronto descubrió su don para los consejos prácticos y accesibles sobre relaciones. Irene cree que las relaciones son la piedra angular de una vida plena y se esfuerza por empoderar a sus clientes con las herramientas que necesitan para superar los desafíos y lograr una felicidad duradera. Su blog es un reflejo de su experiencia y conocimientos, y ha ayudado a innumerables personas y parejas a encontrar su camino en tiempos difíciles. Cuando no está entrenando o escribiendo, se puede encontrar a Irene disfrutando del aire libre con su familia y amigos.