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Mis padres tuvieron un matrimonio concertado, al igual que sus padres antes que ellos. Yo elegí tomar otro camino y enamorarme antes del matrimonio, no después.
Pero siempre me han fascinado las complejidades del matrimonio concertado y si realmente funciona o no. Así que, en este artículo, hablaré de los pros y los contras para que puedas tomar tu propia decisión al respecto.
Empecemos por lo bueno:
Las ventajas de un matrimonio concertado
1) Es una presentación más que una proposición de matrimonio instantánea
En contra de la creencia popular, hoy en día un matrimonio concertado no es muy diferente de que tu mejor amigo te presente a alguien casualmente tomando unas copas.
Vale, quizá sin las copas, pero ya entiendes lo esencial: debe ser una presentación y sin presiones para pasar directamente al compromiso.
La generación de mis abuelos, por ejemplo, se reunía con su futuro cónyuge una vez (o a veces ni eso) antes del día de la boda. Las familias se encargaban de toda la planificación, con poca o ninguna participación de la pareja.
En aquellos tiempos, e incluso en algunas familias muy conservadoras de hoy en día, la pareja seguirá siendo desconocida hasta el día en que se casen.
Mucho ha cambiado desde entonces: ahora, la mayoría de las familias presentan a la pareja y, dependiendo de las prácticas religiosas, permiten que se conozcan, solos o acompañados.
La mayoría de las parejas tienen un importante periodo de noviazgo en el que pueden salir juntos antes de casarse, conocer a sus familias y empezar a planear su futura vida en común.
2) Los valores y creencias compartidos facilitan la construcción de una vida en común
El matrimonio es la unión de dos personas que traen consigo su educación, sus costumbres y sus tradiciones.
Por eso, cuando la familia busca una pareja adecuada para su hijo, naturalmente intenta elegir a alguien que comparta estos valores, que pueden ir desde:
- Tener las mismas creencias religiosas
- Pertenecer a la misma cultura o a una cultura similar
- Trabajar en sectores similares/tener compatibilidad financiera
Mi pareja tiene una cultura y una religión diferentes a las mías, y nos encanta la diversidad y compartir nuestras prácticas culturales.
Pero para muchas familias, preservar estas costumbres es de suma importancia. Quieren transmitir sus creencias a la siguiente generación, y la forma más fácil de hacerlo es
encontrar un socio de categoría similar.
Y no es la única razón:
Las parejas que comparten los mismos valores tienden a experimentar menos conflictos, puesto que ya están en sintonía.
Y, si la educación de la pareja es similar, les resultará más fácil integrarse en la familia del otro.
Al fin y al cabo, en la mayoría de las culturas que practican los matrimonios concertados, uno no se casa sólo con su cónyuge, te casas con su familia .
3) No hay ambigüedad sobre las intenciones de la otra persona.
¿Alguna vez ha estado en una relación y, pasados unos meses (o incluso años), se ha preguntado si su pareja quiere o no sentar oficialmente la cabeza con usted?
¿O tener una primera cita y no saber si la otra persona quiere un rollo de una noche o algo más serio?
Pues bien, toda esa ambigüedad desaparece con el matrimonio concertado. Ambas partes saben exactamente para qué están allí: para casarse.
Le pregunté a una prima su opinión al respecto: ella había tenido novios en el pasado, pero al final optó por un matrimonio concertado cuando llegó el momento oportuno.
Le gustó que cuando le presentaron a su (ahora) marido, el tiempo que pasaron conociéndose fue más significativo porque ambos tenían el objetivo común de casarse.
Tuvieron citas, pasaron horas hablando por teléfono, toda la emoción habitual del enamoramiento, pero sus conversaciones se centraron en averiguar si serían compañeros de vida adecuados el uno para el otro.
En sus palabras, le ahorró mucho trabajo y tiempo.
4) No tienes que hacer el duro trabajo de encontrar a "la persona indicada".
Seamos sinceros, las citas pueden ser muy divertidas, pero también pueden ser un asco si te cuesta encontrar personas con las que conectes a nivel relacional.
En un matrimonio concertado, olvídate de las ranas: tu familia hará todo lo posible por encontrar a alguien que se adapte a ti en todos los sentidos, a la primera.
Ahora bien, eso no quiere decir que tener experiencia en relaciones anteriores no sea útil: lo es.
Se aprende mucho del desamor o de salir con la persona equivocada. Se aprende lo que se quiere y lo que no se quiere en una relación.
Pero para muchos jóvenes, no tener que buscar al "elegido" les libera tiempo para centrarse en otras cosas: carrera, amigos, familia y aficiones.
También es menos estresante, ya que las familias suelen "investigarse" mutuamente de antemano, de modo que cuando te presentan a un posible compañero ya tienes toda la información sobre su trabajo, familia, estilo de vida, etc.
La información habitual que se tarda unas cuantas citas en aprender ya se da por adelantado, lo que facilita ver si la pareja funcionará o si no es adecuada.
5) Fortalece la unidad familiar
Muchas culturas que practican el matrimonio concertado se centran más en la unión que en la individualidad.
Los lazos familiares son muy fuertes, y cuando un joven permite que sus padres le busquen una futura pareja, es señal de una gran confianza.
Y la verdad es que:
La pareja de recién casados tiende a mantener a sus familias en la mezcla, incluso una vez que se han mudado y han creado una vida para sí mismos.
Y un punto más:
A medida que los recién casados se van conociendo, también lo hacen sus familias, lo que crea unidad en las comunidades, ya que las familias se vuelcan en ayudar a la pareja a tener éxito en su matrimonio.
6) Hay mucho apoyo y orientación por parte de las familias
Y siguiendo con el último punto, esta unidad familiar significa que la pareja recibirá un apoyo excepcional de sus seres queridos.
En un matrimonio concertado, no te casan y luego te lanzan al mundo para que resuelvas solo las complejidades del matrimonio.
Oh no... todo lo contrario.
Los padres, abuelos e incluso familiares se unirán y ayudarán a la pareja en los momentos de necesidad, así como con:
- Resolución de conflictos entre la pareja
- Ayudar a los niños
- Apoyarles económicamente
- Garantizar que el matrimonio siga siendo feliz y afectuoso
Esto se debe a que TODOS están implicados en el matrimonio, no sólo la pareja.
Las familias quieren que funcione y, puesto que han sido ellas las que han hecho la presentación, les corresponde a ellas garantizar la felicidad de sus hijos durante todo el matrimonio (hasta cierto punto).
7) Puede elevar el estatus social
Puede sonar anticuado hablar de estatus y posición social, pero en muchas culturas de todo el mundo sigue siendo un factor importante a la hora de elegir cónyuge.
Pero lo cierto es que en muchas sociedades el matrimonio se considera una forma de preservar la riqueza de la familia.
O, como forma de elevar el estatus de uno, si se casa con una familia más rica que la suya.
Pero, en última instancia, es una forma de garantizar la estabilidad financiera tanto de la pareja como de sus familias.
En el pasado no era raro que las familias que querían hacer negocios juntas o formar alianzas concertaran el matrimonio de sus hijos.
El matrimonio era una forma de unir a las dos familias.
**Es importante señalar que concertar un matrimonio únicamente para preservar el patrimonio, sin tener en cuenta si la pareja se llevará bien, es una irresponsabilidad. Lo positivo del matrimonio concertado es encontrar una pareja compatible en todos los sentidos, no sólo en el económico.
8) Se basa en la compatibilidad y no en las emociones
Compatibilidad. Sin ella, ningún matrimonio duraría.
Algunos incluso dicen que la compatibilidad es más importante que el amor.
Es lo que te permite vivir en armonía con tu cónyuge... incluso una vez que los sentimientos de enamoramiento y romanticismo se han apagado.
Tras hablar con varios jóvenes de ambos sexos sobre el matrimonio concertado y por qué optan por él a pesar de haberse criado en países occidentales, muchos citan esta razón.
Saben que el amor y las citas son parte natural de la vida, pero no quieren dejarse llevar por las emociones a la hora de elegir pareja.
Para que un matrimonio dure, contar con alguien objetivo (la familia en este caso) que pueda juzgar si la pareja hará buena pareja o no parece la opción más segura.
9) Es una forma de honrar las tradiciones culturales
Como ya hemos visto, los matrimonios concertados son en gran medida una práctica cultural/religiosa. He aquí algunas partes del mundo en las que todavía se practica (en distintos grados):
- En India, se cree que alrededor del 90% de los matrimonios son concertados.
- También hay niveles elevados en los países centroasiáticos circundantes, como Pakistán, Bangladesh y Afganistán.
- En China, la práctica del matrimonio concertado seguía siendo habitual hasta hace unos 50 años, cuando la gente decidió tomar las riendas de su vida amorosa gracias a un cambio en la ley.
- Esto también se observa en Japón, donde la tradición del "Omiai" sigue siendo practicada por el 6-7% de la población.
- Algunos judíos ortodoxos practican un tipo de matrimonio concertado por el que los padres encuentran cónyuges adecuados para sus hijos recurriendo a un casamentero.
Ahora sabemos que no se trata sólo de encontrar a dos personas que se lleven bien; la educación, la economía, el estatus social y otros factores influyen en los matrimonios concertados.
Pero lo más importante, quizás, es la continuidad de la cultura y las creencias religiosas. Con cada generación, las tradiciones se transmiten, sin temor a que se pierdan por la mezcla de culturas.
Para algunos, esto es positivo; para otros, una limitación, y la verdad es que puede ser ambas cosas.
10) Puede haber más incentivos para que la pareja haga que funcione
De nuevo, se trata de un punto que puede tomarse tanto positiva como negativamente. Trataremos los aspectos negativos en la sección siguiente.
¿Qué tiene de bueno este incentivo?
Pues bien, en lugar de rendirse a la primera de cambio, la mayoría de las parejas se lo pensarán dos veces antes de separarse.
Al fin y al cabo, ambas familias han invertido mucho en hacer realidad este matrimonio, así que no puedes escaquearte la primera vez que discutáis o paséis por un mal momento en la vida.
También puede animar a la pareja a respetarse aunque aumente la tensión.
Lo último que quieres es que tus padres se enteren de que has insultado al hombre/mujer que te han presentado. Tu desagradable comportamiento se reflejará en ellos.
Por supuesto, esto es más fácil de decir que de hacer. Y en un mundo ideal, el respeto se daría independientemente de la implicación familiar o no.
Pero, en realidad, los matrimonios concertados son muy variados y complejos: tienen su parte de problemas, como cualquier otro tipo de matrimonio.
Así que, con esto en mente, veamos los contras de un matrimonio concertado para tener una visión completa, porque aunque para algunos funciona, para otros puede acabar en angustia y desesperación.
Las desventajas de un matrimonio concertado
1) El matrimonio puede parecer más un contrato que una unión de amor.
Por si no había quedado claro antes, no hay mucho espacio para las emociones en un matrimonio concertado.
Nadie va a preguntar a la pareja si están enamorados porque la mayoría de las veces no han pasado suficiente tiempo juntos para que eso ocurra antes de la boda.
Cásate primero, luego enamórate .
Y si añadimos que algunos matrimonios son concertados, puede parecer casi como una solicitud de empleo: en la India, por ejemplo, es habitual utilizar una "biodata".
Considérelo el equivalente a un currículum matrimonial.
Aunque existen diferentes formatos, por lo general incluyen cosas como:
- Datos personales como fecha de nacimiento, lugar de nacimiento, nombre de los padres y antecedentes familiares
- Historial laboral y educativo
- Aficiones y pasiones
- Una fotografía y datos sobre su aspecto (incluidos el color de la piel, la altura, el color del pelo y la forma física)
- Religión e incluso nivel de devoción en algunos casos.
- Casta
- Una breve presentación de los solteros y solteras y lo que buscan en un cónyuge
Estos datos se transmiten a través de familiares, amigos, casamenteros, sitios web de matrimonios en línea, etc.
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Cuando los padres empiezan a buscar a un futuro novio o novia, revisan los datos personales hasta reducir el número de posibles parejas.
E incluso en ausencia de los datos personales, puede parecer un contrato, ya que sus familias se encargan de todos los preparativos y negociaciones.
2) Un matrimonio concertado puede carecer de confianza mutua
Y como la pareja no dispone de tiempo suficiente para conocerse, corre el riesgo de contraer un matrimonio en el que no haya confianza.
A veces, por motivos religiosos y culturales, la pareja no puede reunirse a solas, aunque estén comprometidos.
Exigen un acompañante cuando salen, lo que les quita la posibilidad de mantener conversaciones reales y abiertas entre ellos.
¿Te imaginas salir con alguien con un familiar rondando en cada cita?
Es una receta para la incomodidad y, por lo tanto, la pareja acaba comportándose de la mejor manera posible. Nunca tienen la oportunidad de revelar su verdadero yo.
Esto puede tener efectos negativos, ya que el comienzo de cualquier matrimonio siempre es un periodo turbulento mientras la pareja aprende a adaptarse a la convivencia.
Si añadimos la desconfianza a la mezcla, la relación puede resultar bastante tensa.
Ver también: 14 poderosos rasgos de una persona tranquila3) Puede convertirse en una carga para la familia para impresionar a los futuros suegros.
Una mala marca en el nombre de una familia puede tener consecuencias nefastas para las perspectivas de su hijo de recibir una buena propuesta de matrimonio.
Las familias suelen preguntar en la comunidad, consultar a los líderes religiosos locales e incluso consultar a amigos o colegas del posible cónyuge y su familia para obtener más información.
Así que todo esto supone una inmensa presión para que las familias tengan una reputación intachable.
Pero seamos sinceros sobre una cosa:
Los errores ocurren. La gente mete la pata. Ninguna familia es perfecta.
¿Es justo que una joven sufra y sea juzgada porque su tío cometió un delito en los años 90?
¿O que se penalice a un joven porque su familia es disfuncional, aunque haya elegido un camino mejor para su vida?
Por desgracia, este aspecto del matrimonio concertado puede separar a dos personas que habrían sido muy felices juntas, únicamente porque a las familias no les gusta el aspecto de la otra.
También puede crear un ambiente malsano en el que las familias se preocupen más por su imagen en la sociedad que por si sus miembros son realmente felices.
4) La familia puede implicarse demasiado en el matrimonio
Como habrás podido comprobar por las ventajas del matrimonio concertado, las familias tienen mucho que ver.
Y esto puede convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para una pareja de recién casados que acaba de empezar su vida en común.
- Los suegros pueden interferir porque creen que tienen derecho a hacerlo, ya que han participado en la creación de la pareja.
- Cuando la pareja discute, las familias pueden tomar partido y acabar distanciándose entre sí o de su yerno/nuera.
En resumidas cuentas:
A veces, los problemas de la pareja pueden extenderse, como un efecto dominó entre la familia, haciendo que el problema sea mayor de lo necesario.
Pero teniendo esto en cuenta, no todas las familias son así. Algunas prefieren poner en contacto a la pareja y luego dar un paso atrás una vez casados.
Al fin y al cabo, conocerse y navegar por la montaña rusa del matrimonio requiere paciencia y tiempo, sobre todo si no han vivido juntos antes de casarse.
5) La pareja puede sentirse presionada para casarse
Aclaremos una cosa antes de entrar en este punto:
El matrimonio concertado no es lo mismo que el matrimonio forzado. El primero requiere el consentimiento y la voluntad de ambas personas. El segundo es un matrimonio realizado sin consentimiento y es ilegal en la mayoría de los países (si no en todos).
Pero dicho esto, no puedo mentir y decir que la familia y la presión social no siguen desempeñando un papel en los matrimonios concertados.
Sé que no soy el único que conoce a parejas que se juntaron a regañadientes porque sus familias no aceptaban un "no" sin oponer resistencia.
Esto se aplica a:
- Decir que sí a una pareja aunque uno o los dos no sientan ninguna conexión
- Decir que sí a casarse, aunque uno de los dos esté en contra de la idea del matrimonio.
En algunos casos, aunque la familia dé a su hijo la opción de aceptar o no un emparejamiento, un sutil chantaje emocional puede influir en la decisión de la persona.
Esto puede ser muy duro para las personas que no quieren ofender a su familia, pero comprometer su vida con alguien de quien no están seguros, con quien no se sienten atraídos o de quien están desconectados es un gran sacrificio.
6) Podría ser más difícil divorciarse
Y por razones similares a las mencionadas anteriormente, la presión familiar puede disuadir a las parejas infelices de plantearse siquiera el divorcio.
Esto puede deberse a varias razones:
- Temen avergonzar o deshonrar a su familia divorciándose.
- Su familia les anima a no plantearse el divorcio para mantener la paz entre las dos familias
- Un divorcio puede no parecer sólo entre la pareja; puede parecer que se trata de divorciar a toda la familia.
Curiosamente, las estadísticas de divorcio en un matrimonio concertado son mucho menores que en los "matrimonios por amor" (matrimonios por elección personal sin ayuda externa). Algunos estudios han demostrado que representan aproximadamente el 6% de los divorcios a nivel mundial.
Por otra parte, los matrimonios por amor representan alrededor del 41% de los divorcios en todo el mundo.
Así que hay una gran diferencia, pero puede que no todo sea por buenas razones:
- Algunos creen que esto se debe a cuestiones como la desigualdad de género, los largos y costosos procesos de divorcio y el estigma social.
- En algunas sociedades donde se practica el matrimonio concertado, divorciarse está mal visto, y suelen ser las mujeres divorciadas las que reciben una etiqueta negativa.
- También puede haber implicaciones culturales/religiosas que dificulten el divorcio de una pareja.
La esperanza es que, a medida que las generaciones más jóvenes adoptan el matrimonio concertado, lo adapten a los tiempos en que vivimos y defiendan sus derechos legales, además de su felicidad.
La verdad es que muchos matrimonios fracasan y, aunque nadie desea el divorcio, es mucho mejor que quedarse atrapado en una relación infeliz.
7) La pareja podría no ser una buena pareja
Ya es bastante malo cuando eliges a la persona equivocada para salir y la cosa acaba fatal, pero imagínate casarte con alguien que ni siquiera has elegido y descubrir que no tenéis nada en común...
La verdad es que:
A veces, los casamenteros y las familias simplemente se equivocan.
Naturalmente, quieren lo mejor para sus hijos, pero pueden interponerse otras influencias que les impidan darse cuenta de lo incompatible que será la pareja.
Y a veces, aunque todo parezca perfecto sobre el papel, simplemente no hay chispa .
Y admitámoslo, un matrimonio, tanto si el amor viene primero como después, necesita una conexión. Necesita intimidad, amistad, incluso atracción.
Una amiga mía tuvo un matrimonio concertado. Conocía al chico desde pequeña, pero sólo de forma casual. Así que cuando sus padres le presentaron la idea de casarse con él, aceptó.
Sus familias se llevaban bien, él era un buen tipo, seguramente podrían hacer que funcionara, ¿no?
Unos años más tarde, se sentían completamente miserables.
Simplemente no podían llevarse bien, por mucho apoyo que recibieran de la familia y los amigos. Ninguno hizo nada malo para hacerse daño, simplemente no tenían ese rollo.
Esto es sólo un ejemplo, y por cada mala relación, hay buenas que contrarrestar.
Pero sería poco realista imaginar que los padres siempre encontrarán la pareja adecuada para sus hijos.
Al fin y al cabo, tus preferencias de pareja no tienen por qué reflejar las de tus padres.
8) Puede fomentar la discriminación social y de castas.
Las familias sólo tienen en cuenta a los pretendientes de su propia religión, posición social, etnia e incluso casta (sobre todo en la India).
Por ejemplo, si eres musulmán, tu familia sólo considerará propuestas de otras familias musulmanas (y rechazará todo lo demás). Lo mismo para hindúes, judíos, sijs, etc.
India tiene cuatro castas principales, y algunas familias conservadoras y tradicionales no contemplarían la idea de casar a su hijo con alguien de otra casta.
La discriminación por casta es ilegal, pero sigue ocurriendo con frecuencia.
Ver también: 12 señales de que una mujer Libra no está interesadaPero los tiempos cambian y la gente se da cuenta de que el sistema de castas perjudica más que ayuda en la sociedad.
Esto no sólo limita el grupo de posibles parejas con las que emparejarse, sino que refuerza los estereotipos negativos y esto tiene implicaciones más amplias en toda la sociedad.
9) No atiende a los matrimonios no heterosexuales
A lo largo de mi investigación sobre este tema, se me ocurrió que ninguna historia de matrimonios concertados incluía a la comunidad LGBT+.
Indagué un poco más -algunas personas habían compartido sus experiencias- pero, en su mayor parte, es como si simplemente no existiera la opción de tener un matrimonio concertado y ser gay o lesbiana.
Esto se debe a que:
- En muchas religiones en las que se practica el matrimonio concertado, la homosexualidad no suele aceptarse, ni siquiera reconocerse.
- Muchas culturas también siguen la misma postura, lo que dificulta que las personas salgan del armario, y mucho más que pidan ser emparejadas con alguien de su mismo sexo.
Por desgracia, esto puede hacer que algunas personas se sientan perdidas: puede que quieran honrar su cultura confiando su matrimonio a su familia, pero no pueden cumplir ese deseo.
Y mientras se dan pequeños pasos adelante para la comunidad LGBT+, en algunos países se enfrentan a un aluvión de discriminación y desigualdad, llegando incluso a declararse ilegal la homosexualidad.
El amor no conoce fronteras y no discrimina. A medida que la sociedad avanza, es imprescindible que todos estén incluidos y sean libres de vivir la vida a su manera, también en el matrimonio.
10) No hay espacio para la elección individual
Y una de las últimas desventajas del matrimonio concertado es que la pareja puede acabar sintiéndose despojada de su derecho a tomar decisiones individuales.
Para mantener una visión equilibrada, recordemos que no todas las familias se comportan igual.
En algunos casos, la pareja tendrá voz y voto en todas las fases del proceso, e incluso puede que sean ellos los que lleven la voz cantante, mientras que los padres se limitarán a supervisar el proceso.
Pueden tener derecho a decir sí o no a posibles parejas, pero es posible que sus opiniones se pasen por alto durante la planificación de la boda.
O del régimen de convivencia después de la boda (ya que en algunas culturas es habitual que los recién casados sigan viviendo con los padres y la familia del novio).
Las expectativas familiares pueden interponerse en el camino, las tías y los tíos se encargan de los preparativos de la boda y, de repente, la pareja se encuentra al margen del día más importante de su vida.
Ya ves lo frustrante que puede resultar.
Aunque un matrimonio concertado se basa en la racionalidad, no en la emoción, no cabe duda de que por la mente de la pareja pasa un torrente de nervios, excitación y curiosidad.
Y, naturalmente, quieren planificar la boda y su vida futura siguiendo su propio estilo.
Reflexiones finales
Como puedes ver, hay mucho que asimilar. Algunas partes de esta tradición merecen la pena, pero los riesgos también son reales.
En última instancia, todo se reduce a una elección personal y a aquello con lo que te sientas cómodo.
Conozco a muchas personas independientes y de carácter fuerte que adoptaron las tradiciones de su cultura con un enfoque moderno. Tuvieron matrimonios concertados, pero a su manera, y les fue de maravilla.
Otros, como yo, hemos optado por buscar el amor sin la ayuda de nuestras familias. Personalmente creo que hay belleza en ambas cosas, siempre que la libertad de elección esté presente en todo momento.
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