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Estar en una relación es un trabajo duro todo el tiempo. Cualquiera que haya estado en una relación puede decirte que si estás enamorado de una persona que piensa demasiado, la relación puede ser mucho más dura.
Es importante que la gente entienda las necesidades, deseos y anhelos de su pareja para poder apoyarla en su relación y en la vida en general. Cuando amas a una persona demasiado pensativa, puede ser duro para ti, pero también para ellos.
Confía en mí, lo digo por experiencia propia. Soy una persona que piensa demasiado y creo que se necesita un tipo especial de persona para estar con alguien que piensa demasiado en la vida.
Esto es lo que debes saber si estás enamorado de una persona que piensa demasiado.
1) No es culpa suya
Lo primero es lo primero, tienes que entender que darle demasiadas vueltas a las cosas no es algo que vaya a desaparecer. Son así porque son así, no pueden "arreglarlo".
Si vas a querer a alguien que piensa demasiado, tienes que aceptar su personalidad y aceptar que lo analizará todo en la vida.
2) Hay que ser compasivo
Vivir en este mundo puede resultar agotador y frustrante para quienes piensan demasiado. Pasan tanto tiempo preocupándose por lo que podría ser que no siempre llegan a disfrutar del aquí y el ahora.
Si estás enamorado de una persona que piensa demasiado, tienes que ser capaz de darle su espacio de una forma que no suponga una amenaza para la relación. Tienes que dejarle que tome sus decisiones por sí mismo. Puede que lleve tiempo, pero lo conseguirá.
3) Hay que ser bueno comunicando
Para evitar una serie de peleas en tu relación, debes ser bueno comunicando tus pensamientos y sentimientos y estar preparado para explicar tus razonamientos utilizando un lenguaje claro que indique que asumes la responsabilidad de tus actos.
Los que piensan demasiado se lo pasarán en grande con mensajes crípticos o cumpleaños olvidados, así que no les des munición para pensar.
Deja claro lo que quieres y necesitas para que no haya dudas.
Si eres una mujer enamorada de un hombre que piensa demasiado, tienes aún más trabajo por delante.
4) Necesitas tener confianza en la relación
Darle demasiadas vueltas a las cosas puede acarrear problemas en una relación.
Por ejemplo, una persona que piensa demasiado puede dar demasiada importancia a una llamada telefónica o a un mensaje de texto. Puede suponer que está a punto de ocurrir lo peor cuando te enfadas o te enfadas. Puede necesitar que le asegures constantemente que no te vas a ir a ninguna parte.
A veces es difícil, pero si sabes que así es la persona que piensa demasiado en la relación, puedes estar preparado para ayudar.
A veces, los que piensan demasiado ponen tanto corazón y alma en sus relaciones que eso les hace preocuparse por el futuro. Dales un poco de espacio para que reconozcan que las cosas están bien entre los dos. Y di siempre lo que quieres decir.
5) Pensar demasiado no les vuelve locos
Todo el mundo piensa demasiado a veces. Pero las personas que lo hacen a diario no están locas, simplemente analizan y resuelven problemas más que la media.
Siguen siendo compasivos, amables y divertidos.
A veces sólo hay que tener paciencia cuando se sienten ansiosos y sobreestimulados. Y la mayoría de las veces, simplemente están pensando más de la cuenta porque intentan protegerte a ti y a sí mismos.
6) Son muy auténticos y quieren que tú también lo seas
Un pensador exagerado quiere creer que todo el mundo es bueno, lo que a veces puede acarrearle problemas.
En una época de Tinder y ligues por Internet, es casi "guay" que no te importe. Pero ellos necesitan que seas diferente.
Creen en la autenticidad y en sacar lo mejor de los demás.
Pero si vas a jugar y no vas a estar a su lado cuando más lo necesitan, entonces tienes que alejarte. Más complicaciones es lo que no necesitan en su vida.
Ver también: ¿Por qué no tengo novio? 19 razones (y qué hacer al respecto)7) Siguen actuando por instinto
Se puede suponer que las personas que piensan demasiado no actúan siguiendo sus instintos e impulsos, sino que lo analizan todo en exceso y sólo hacen cosas muy meditadas.
Sin embargo, las personas que piensan demasiado se guían por sus instintos tanto como los demás, sobre todo cuando se trata de su relación de pareja.
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8) Siguen creyendo en el
A pesar de toda la carga que conllevan las citas de hoy en día, siguen creyendo que vas a ser la pareja de cuento de hadas que les haga perder la cabeza.
Pero si no tienes las mismas motivaciones en una relación, tienes que hacérselo saber.
Eso eliminará horas de darle vueltas a diferentes escenarios en su cabeza, algo por lo que no querrán volver a pasar.
9) Sea muy claro sobre lo que pretende decir
No dejes lugar a interpretaciones en tus palabras, mensajes, correos electrónicos, llamadas telefónicas o interacciones con alguien que piensa demasiado.
Parte del problema de los que piensan demasiado es que leen entre líneas, incluso cuando intentas dejar claro que no hay líneas entre las que leer.
Tienes que ser capaz de dejarte llevar y seguir aclarando tus mensajes para que no haya lugar a errores o confusiones.
Si permites que los mensajes que envías se vuelvan borrosos, lo que suele ocurrir cuando las personas son perezosas con sus habilidades comunicativas, entonces tendrás problemas en tu relación de sobrepensamiento.
10) Acepta tomar muchas decisiones
Las personas que piensan demasiado sufren indecisión, lo que significa que pasan más tiempo pensando en hacer algo que haciéndolo, si es que lo hacen.
Si decides entablar una relación con una persona demasiado pensativa, ten en cuenta que tendrás que tomar la iniciativa en muchas decisiones de la relación.
Esto no quiere decir que tu pareja, que piensa demasiado, sea incapaz de aportar información valiosa al proceso de toma de decisiones, pero puede que nunca sea capaz de superar la fase de evaluación de una decisión, por lo que es mejor que te acostumbres a llevar la voz cantante por los dos.
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11) No te dejes llevar por las sorpresas
Recuerda que no a todo el mundo le gustan las fiestas sorpresa. Incluso las buenas sorpresas pueden despistar a una persona demasiado pensativa, así que ahorraos a ambos la molestia de pasar por un incómodo momento sorpresa y no planees ninguna.
En lugar de aparecer con planes sorpresa, hablad de lo que queréis hacer para las ocasiones especiales y llegad a un consenso suficiente para que podáis tomar las riendas y tomar la decisión a partir de ahí.
12) Prepárate para mensajes aleatorios y ataques de inseguridad
A pesar de tus mejores esfuerzos, cuando sales con alguien que piensa demasiado, vas a recibir algún que otro mensaje (quizá frecuentes) sobre su inseguridad o falta de certeza en algo.
Las personas que sufren de exceso de pensamiento no pueden evitarlo, pero leen en todo, incluidos los mensajes buenos y malos que envías.
Dado que es poco probable que los mensajes de texto o el correo electrónico pasen de moda en un futuro próximo, piense en establecer algunos parámetros en torno a sus conversaciones y modos de comunicación para que no se encuentren en medio de un malentendido que podría haberse evitado con sólo descolgar el teléfono para hablar entre ustedes.
Si alguna vez hay algo importante de lo que hablar, lleguen a un acuerdo de que siempre tendrán una conversación telefónica para que su pareja, que piensa demasiado, no tenga que preocuparse tanto por lo que no se dice.
13) La intervención se va a convertir en tu segundo nombre
Cuando estás con alguien que piensa demasiado, vas a tener que tomar la iniciativa en muchas cosas, incluyendo meterte en medio de un momento de exceso de pensamiento que no está sirviendo a nadie.
Si a veces ves que tu pareja se descontrola, tendrás que meterte en medio de esos pensamientos y cambiar la conversación o tomar la decisión por los dos.
14) Estar dispuesto a distraer siempre que sea necesario
A veces tendrás que cambiar completamente de marcha: salir de la habitación, dar un paseo, bailar, reírte, cambiar de tema... o una de las muchas formas de distraer a alguien que está preocupado por algo.
No siempre va a funcionar, pero si quieres tener una relación con una persona que piensa demasiado, vas a tener que ser bueno intentando distraerla de sus pensamientos.
15) Prepárate para nuevas experiencias
Una de las grandes ventajas de salir con una persona que piensa demasiado es que puede planificar como si nada. Son geniales planificando viajes, experiencias, aventuras y mucho más porque pueden pensar en todos los detalles.
El problema, sin embargo, es que puede resultarles difícil comprometerse a una sola cosa, por lo que también debes estar preparado para hacer muchas cosas en un solo viaje.
16) Prepárate para conversaciones épicas
Otra de las grandes ventajas de salir con una persona que piensa demasiado es que da rienda suelta a su cerebro, lo que significa que puedes hablar de todo con ella.
Si mantienes la conversación centrada, no deberías contribuir a que piense más de la cuenta, así que permítete disfrutar de su cerebro mágico tal y como es, y nunca te aburrirás en tu relación.
17) Aprender a vivir el momento
Si algo saben hacer bien las personas que piensan demasiado es vivir el momento.
A veces, ese momento está lleno de ansiedad por el futuro, pero son geniales para ver el millón de maneras en que una situación podría desarrollarse, y si juegas bien tus cartas, podrás ver el panorama general y disfrutar de lo que está sucediendo en este momento.
Ver también: Cómo saber si alguien te está leyendo la mente¿Puede ayudarte también un asesor sentimental?
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