Tabla de contenido
Todos conocemos a alguien con quien da gusto estar.
Irradian luz, felicidad, fuerza y alegría allá donde van. Y adivina qué: es contagioso y no te cansas de él. Es como si tuvieran la personalidad ideal y fuera tan fácil estar con ellos.
Pero este don encantador que tienen se debe en realidad a una combinación de rasgos de carácter que les confieren una personalidad verdaderamente agradable.
Quizá usted ya sea una de esas personas, o quizá quiera saber cuál es su secreto.
¿Cuáles son las cualidades de una personalidad verdaderamente agradable? Siga leyendo para averiguarlo.
Por qué es importante una personalidad agradable
¿Ha oído hablar de "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas"?
El popular libro de autoayuda publicado en los años 30 ha vendido más de 30 millones de ejemplares en todo el mundo.
En él, el autor inculca a su audiencia la importancia que tiene en nuestras vidas la capacidad de encantar a quienes nos rodean.
Como dice el viejo proverbio, se cazan más moscas con miel que con vinagre, es decir, es mucho más eficaz ser educado y halagador que hostil y exigente.
Por eso, si quieres tener un impacto en el mundo o en la gente que te rodea, tener una personalidad agradable tiene mucho que ver.
Tanto si se trata de atraer a la pareja ideal como de conseguir el trabajo soñado, cómo nos ven los demás sí importa.
Las personas con una personalidad agradable suelen llegar más lejos en la vida y se les abren las puertas casi sin esfuerzo. En cambio, las personas desagradables siempre parecen tener dificultades allá donde van.
¿Te preguntas cuál es tu rasgo de personalidad dominante?
Para ayudarte a encontrar la respuesta, he creado un divertido cuestionario. Responde a algunas preguntas personales y te revelaré cuál es tu "superpoder" de personalidad y cómo puedes utilizarlo para vivir tu mejor vida.
Echa un vistazo a mi nuevo y revelador cuestionario aquí.
¿Cómo se consigue una personalidad agradable?
Mientras que algunas personas tienden a pensar que su carácter es algo definido y fijo, cualquiera que tenga una mentalidad de crecimiento se dará cuenta de que siempre tenemos la capacidad de cambiar.
Nuestra personalidad en general viene definida en gran medida por nuestra actitud y nuestro comportamiento, cosas sobre las que sí tenemos control.
En términos muy generales, una personalidad agradable se crea con una actitud positiva ante la vida, que repercute no sólo en su propia calidad de vida, sino también en la de los que le rodean.
Esa es una de las razones por las que la gente gravita hacia las personalidades agradables.
Así pues, la creación de una personalidad más agradable debe centrarse en reforzar una actitud positiva en favor de una negativa.
Eso no significa fingir que nunca ocurren "cosas malas", ni sentir siempre la presión de estar feliz, incluso cuando se está triste. Nunca es sano intentar ignorar emociones humanas perfectamente normales.
Se trata simplemente de reconocer que la positividad, en última instancia, te automotivará y te ayudará a superar los retos inevitables a los que todos nos enfrentamos en la vida.
¿Cuáles son las cualidades de una personalidad agradable? 10 rasgos a los que aspirar
1) La gente agradable anima
Todos sabemos que la vida ya es bastante dura a veces, sin que otras personas nos depriman también.
Uno de los rasgos de personalidad más sencillos y agradables es ser alentador con los demás.
Eso no significa necesariamente que haya que deshacerse en elogios, pero sí creer con entusiasmo en los demás y ofrecerles tu apoyo siempre que sea posible.
Todos necesitamos animadores en la vida, y nos entusiasma más compartir nuestros grandes sueños y planes con quienes sabemos que se alegrarán por nosotros que con quienes se muestran negativos o detractores.
Ver también: "¿Por qué no caigo bien a la gente?" - 25 consejos si sientes que éste eres túLa gente que te anima es francamente edificante. Compárala con quienes te critican o critican habitualmente tus buenas ideas. No hay duda de cuál prefieres ser, ¿verdad?
Sin embargo, muchos de nosotros, sin saberlo, desanimamos a amigos, seres queridos o colegas, a menudo con buenas intenciones.
Queremos proteger a los que nos importan o señalar los peligros potenciales que nosotros mismos tememos, pero el efecto involuntario suele ser un poco deprimente.
Es importante darse cuenta de que aún podemos ofrecer orientación, pero hacerlo de forma alentadora.
2) La gente agradable es agradecida
La gratitud tiene el poder de cambiar drásticamente el estado de ánimo, modificar la perspectiva de la vida e incluso reconfigurar el cerebro.
Como hemos comentado en la introducción de este artículo, las personas más magnéticas de la vida tienden a ser aquellas que generalmente consideraríamos positivas.
La gratitud te ayuda a ser más positivo al centrarte en lo que ya tienes.
Por eso, los tipos de personalidad agradables tienden a pasar mucho tiempo apreciando todas las bendiciones que tienen en la vida. A menudo se fijan en las pequeñas cosas que marcan una gran diferencia.
No pasan mucho tiempo refunfuñando y quejándose, sino que optan por centrarse en lo que va bien. Esa gratitud también se extiende fuera de su propia vida, a la apreciación de los demás.
Las personas agradables son personas educadas. Se acuerdan de dar las gracias cuando haces algo por ellos. No dan por sentadas las cosas o las personas en la vida.
3) Las personas agradables no juzgan
Para ser justos, más que no juzgar, este rasgo de carácter podría definirse mejor como reservarse el juicio y no expresarlo.
Porque, en realidad, hay una vocecita dentro de cada uno de nosotros que siempre juzgará a los demás. Eso no te convierte en mala persona cuando esa voz aparece en tu cabeza.
Suele provenir de ese ego parlanchín de la mente que rara vez se calla y siempre tiene algo que decir. También es, en gran medida, un reflejo que no controlamos necesariamente. Lo que sí controlamos es lo que decidimos que salga de nuestra boca.
A veces, lo mejor que podemos hacer cuando sentimos que surge un juicio es simplemente notarlo y etiquetarlo como tal, antes de dejarlo pasar.
Historias relacionadas de Hackspirit:
Una cosa es segura: criticar o condenar nunca es la mejor manera de ganar aliados.
Las personas más agradables están abiertas a nuevas perspectivas y se resisten a imponer lo que sienten y piensan sobre las opciones vitales de los demás.
4) Las personas agradables saben escuchar
¿Quién iba a pensar que escuchar de verdad a otra persona cuando habla podría ser tan difícil, o soy sólo yo?
Es muy fácil caer en la trampa de esperar a que te toque hablar o de concentrarte a medias en lo que te dicen, mientras la otra mitad de tu cerebro está ocupada decidiendo qué vas a preparar para cenar.
Sin embargo, todos apreciamos a los buenos oyentes en nuestras vidas. Son comprensivos y atentos. No interrumpen ni interrumpe. Nos permiten airear nuestros problemas y encontrar nuestras propias soluciones, simplemente ofreciéndonos un oído.
Como las personas con las personalidades más agradables suelen tener un interés genuino por los demás, están presentes, hacen preguntas y nos demuestran que tenemos toda su atención.
5) Las personas agradables ven el lado bueno de las cosas
Probablemente no le sorprenderá saber que las investigaciones han descubierto que las personas que tienden a sentirse más felices suelen ser también las más optimistas.
Aunque quizá le sorprenda un poco más saber que, según la neuróloga Tali Sharot, autora del libro Optimism Bias: A Tour of the Irrationally Positive Brain, alrededor del 80% de la población humana es intrínsecamente optimista, sólo que muchos de nosotros no sabemos que lo somos.
El optimismo consiste simplemente en esperar que nos ocurran más cosas positivas que negativas.
Desde el punto de vista neurológico, en la vida obtenemos aquello en lo que nos centramos. Por eso, el simple hecho de ser de los que ven el vaso medio lleno, en lugar de medio vacío, hace que nuestra atención se centre en el lado positivo de la vida.
La negatividad constante es un verdadero lastre, así que tiene sentido que nuestras personas favoritas en la vida tengan esa capacidad de buscar el lado bueno de las cosas.
6) Las personas agradables son sinceras
Puedes ser la persona más "simpática" del mundo por fuera, intentar hacer y decir siempre lo "correcto" y, aun así, resultar un poco rastrero.
En el fondo de toda persona agradable hay sinceridad y no se puede fingir. Si tu amabilidad es sólo una fachada, al final siempre sale a relucir.
Las personalidades más agradables no son sólo "agradables": son sinceras y auténticas.
7) La gente agradable es de fiar
La fiabilidad no es a primera vista el rasgo de personalidad más sexy o emocionante, pero es precisamente una de esas características estables y con fundamento que hacen saber a la gente que se puede confiar en nosotros.
Aunque seamos tolerantes hasta cierto punto con las personalidades "escamosas", a la larga puede llegar a ser muy cansino.
Si tienes fama de echarte atrás en los planes en el último minuto o de no hacer nunca lo que prometiste, al final la gente dejará de preguntarte.
A la mayoría de nosotros nos gusta pasar tiempo con personas con las que sabemos a qué atenernos. Podemos contar con ellas en los buenos y en los malos momentos.
8) Las personas agradables son dignas
Ver también: Ya has oído hablar del "ghosting": aquí tienes 13 términos modernos sobre citas que debes conocerCuando se trata de tener una personalidad agradable, no sólo importa cómo tratas a los demás, sino también cómo te tratas a ti mismo.
Porque la forma en que te tratas a ti mismo es la base sobre la que descansan todos los demás rasgos positivos de tu personalidad.
Es menos probable que los demás piensen que somos la leche sin una buena dosis de autoestima.
La dignidad no consiste tanto en actuar siempre con seriedad o parecer noble, sino más bien en emitir señales de que uno es digno de respeto.
Cuando somos dignos, no sentimos la necesidad de presumir o de captar la atención y los elogios de los demás, lo que, en consecuencia, tiene el efecto de atraer a la gente hacia nosotros.
Comportarse con dignidad depende de saber en lo más profundo de uno mismo que se es digno y que se merece un sentimiento inherente de estima.
Cuando crees en estas verdades, verás que atraes lo mismo a tu vida. No te conformas con que la gente te trate con menos energía de la que tú das a los demás.
9) Las personas agradables son íntegras
Pueden sonar parecidos pero, en realidad, hay una diferencia muy importante entre una personalidad agradable y una personalidad placentera.
Si su único objetivo es agradar y buscar la aprobación de los demás, puede que se vea obligado a renunciar a valores importantes, o que note que, en lugar de que le quieran, que es el efecto deseado, la gente le pisotea.
Por eso, a menudo las personalidades agradables no son necesariamente "personas que sí".
No se subirán al carro sólo para seguir a la multitud, ni te mentirán a la cara porque crean que eso es lo que quieres oír.
Ser honesto y fiel a los propios principios subyacentes es importante, y cuando lo hacemos de la manera correcta, es algo que respetamos mucho en los demás.
10) Las personas agradables son generosas
Cuando hablamos de una persona generosa, quizá lo primero que nos viene a la mente es alguien que siempre paga las cosas y se hace cargo de la cuenta.
Por supuesto, invitar a alguien a cenar o a una copa está muy bien, pero la generosidad no tiene por qué estar relacionada con el dinero.
Podemos ser generosos con nuestro tiempo, nuestro talento y nuestra energía.
Por ejemplo, ayudar a un amigo que te dice que es un "inútil con los ordenadores" a completar una tarea en línea.
O, a pesar de estar ocupado, hacer el esfuerzo de llamar a un ser querido que sabes que está pasando por un mal momento.
Siempre que sea posible, entregarse a los demás en pequeñas cosas marca una gran diferencia.
¿Cuál es la personalidad ideal?
Aunque acabamos de hablar de 10 rasgos sólidos de una personalidad agradable, también es importante darse cuenta de que realmente no existe una "personalidad ideal".
Por supuesto, todos queremos ser la mejor versión de nosotros mismos, lo que puede significar trabajar activamente para ser más amables, considerados y respetuosos con los demás para crear un mundo mejor.
Esa es una de las cosas maravillosas que tenemos, cada uno de nosotros es único y tiene rasgos de personalidad diferentes.
Siempre tendremos los llamados "defectos". Todos somos humanos y cometemos errores.
Aprender a comprender y aceptar tanto nuestros puntos fuertes como nuestras debilidades en la vida es una parte importante del amor propio.