"¿Por qué no caigo bien a la gente?" - 25 consejos si sientes que éste eres tú

Irene Robinson 30-09-2023
Irene Robinson

¿Te preguntas "por qué no le gusto a la gente"?

Sin un amigo en quien confiar o alguien a quien recurrir en los momentos difíciles, la vida puede ser aún más difícil de lo que ya es.

Todos necesitamos a alguien a quien recurrir en la vida, ya sea nuestra familia o un amigo.

Aunque no podemos elegir a nuestras familias, sí podemos elegir a nuestros amigos.

Puede que te encuentres sin ninguno de los dos y ahora te lo estés preguntando:

¿Cómo puedo cambiar las cosas para volver a gustar a la gente?

Si te has pasado de la raya y te han echado de una familia o te han traicionado tus amigos, puede que te parezca imposible volver a caerle bien a alguien, pero no todo está perdido.

Tienes que responsabilizarte de tus actos y cambiar tu forma de actuar. Los demás no van a cambiar.

Tienes que cambiar tu forma de estar con ellos para ver resultados diferentes.

La amistad puede ser una cosa voluble, pero también es algo que necesita un poco de arte para dominarla.

Aquí tienes 25 razones por las que podrías estar desanimando a la gente, y cómo puedes cambiar tu comportamiento para mejor.

1) Nunca dejas de hablar

Tener la capacidad de mantener una conversación es sin duda mejor que no saber hablar en absoluto, pero demasiada gente confunde "mantener una conversación" con "hablar".

Comunicarnos con las personas que nos rodean significa darles la oportunidad y el espacio para responder, y permitirles que compartan sus propios pensamientos e ideas cuando lo deseen.

No hay forma más rápida de apagar a alguien que hablar sin parar.

Estás dando por sentado que se preocupan por todos los aspectos de tu vida, o que incluso están interesados en primer lugar.

Cuando obligas a alguien a escucharte sin parar, no hay duda de que lo único en lo que pensará es en cómo escapar cuanto antes.

Cómo cambiar a mejor: Preocúpate por lo que dicen los demás.

La razón por la que no les das la oportunidad de hablar es que en realidad no entablas conversaciones con la mentalidad de que podrían aportarte valor.

Reconoce las ideas desconocidas que puedan existir en su cabeza, que nunca tendrás la oportunidad de escuchar si nunca les dejas hablar.

Por el simple hecho de interesarte por sus pensamientos, te detienes naturalmente a escuchar siempre que quieren hablar.

Sin duda requiere práctica, pero aquí tienes algunos consejos para saber escuchar mejor:

- Ponte en el lugar del orador y piensa en lo que dice desde su perspectiva.

- Evite hacer suposiciones o juicios.

- Presta atención a sus sentimientos mientras hablan.

- Respóndeles con sus propias palabras (reflexión empática).

- Mírales a los ojos mientras hablan.

- Reconoce que estás escuchando asintiendo con la cabeza o diciendo "ajá" o "sí".

- Si es posible, resuma sus comentarios para que pueda entenderlos mejor.

- Concéntrate en asimilar plenamente el mensaje que alguien intenta transmitir.

Lectura recomendada: Cómo hablar con la gente: 7 consejos imprescindibles para los malos comunicadores

2) Intimidas a la gente sin darte cuenta

A nadie le gusta que le acosen, pero nadie se considera nunca un acosador.

Quizá creciste rodeado de gente más "dura" que la que te rodea ahora, o quizá simplemente tu sensibilidad no es la misma que la de la gente que te rodea.

Así que la forma en que actúas "normalmente" con los demás puede resultar demasiado brusca y atrevida para quienes te rodean, por lo que acaban sintiéndose acosados e incluso maltratados.

Tu primera reacción podría ser: "ese es su problema, no el mío".

Aunque está totalmente en tu libertad sentirte así, también significa que no te importa lo suficiente tu posible amistad con ellos como para cambiar tu forma abrasiva de actuar.

Cómo cambiar a mejor: Escucha lo que dice la gente.

Si sientes que has herido o decepcionado a alguien, escúchale de verdad en lugar de pensar que está siendo demasiado sensible o frágil.

Nunca te darás cuenta de que en realidad eres un matón si nunca te paras a pensar que puedes estar tratando injustamente a las personas que te rodean.

Robin Dreeke, autora del libro It's Not All About "Me": The Top Ten Techniques for Building Quick Rapport with Anyone, afirma que la "suspensión del ego" es clave para establecer una buena relación con los demás:

"Suspender el ego es dejar de lado tus propias necesidades, deseos y opiniones. Ignorar conscientemente tu deseo de ser correcto y de corregir a otra persona. Es no dejarte secuestrar emocionalmente por una situación en la que puedas no estar de acuerdo con los pensamientos, opiniones o acciones de alguien."

Lectura recomendada: "¿Por qué alejo a la gente?" 19 razones (y cómo dejar de hacerlo)

3) No eres resistente

Si no le gustas a alguien, te lo tomas a pecho.

Renuncias a la idea de que alguien más quiera ser tu amigo. Asumes automáticamente que la culpa es tuya, no de la persona que te rechazó.

En resumen: te falta resiliencia.

Cómo cambiar a mejor: Sin resiliencia, la mayoría de nosotros renunciamos a las cosas que deseamos. La mayoría de nosotros luchamos por crear vidas que merezcan la pena ser vividas. Y sin duda afecta a nuestras amistades y relaciones.

Lo sé porque hasta hace poco me costó mucho superar una dura "ruptura" con un amigo íntimo. Realmente sacudió mi confianza. Quería abandonar a todos los que me rodeaban, en mi mente sólo era cuestión de tiempo que me hicieran daño a mí también.

Eso fue hasta que vi el vídeo gratuito de la coach de vida Jeanette Brown.

A través de muchos años de experiencia como coach de vida, Jeanette ha encontrado un secreto único para construir una mentalidad resiliente, utilizando un método tan fácil que te darás una patada por no haberlo probado antes.

¿Y lo mejor?

A diferencia de muchos otros coaches de vida, todo el enfoque de Jeanette es ponerte en el asiento del conductor de tu vida.

Para saber cuál es el secreto de la resiliencia, vea su vídeo gratuito aquí .

Una vez que seas capaz de desarrollar tu resistencia y confianza, no sólo serás una persona más simpática, sino que también te resultará más fácil hacer amigos.

4) Siempre te estás quejando

Si arrastras a los demás contigo cuando tienes una fiesta de lástima, nadie querrá ser tu amigo.

En un artículo para Psychology Today, el psicólogo Guy Winch afirmaba: "La constante negatividad que emana de los quejosos crónicos supone un enorme desafío para quienes les rodean. Y nada hace más felices a los quejosos crónicos que ser más desgraciados que sus amigos".

La conclusión es que a nadie le gustan las malas vibraciones.

En esta era de positividad y autocuidado, muchos de nosotros damos prioridad a proteger nuestra energía, porque en el momento en que empiezas a decaer, puede ser muy fácil caer en una espiral.

Y una de las peores cosas a las que exponer tu energía es a las malas vibraciones de alguien que no para de quejarse por todo.

Tal vez te quejes del calor que hace, de que la comida no es tan buena, de que el viaje es aburrido, de que no te puedes creer lo que te han hecho, o de que todo el mundo parece ir a por ti.

Tanto si tus quejas se refieren a asuntos triviales como a temas serios, el hecho es que siempre te estás quejando.

Las malas vibraciones son malas vibraciones en cualquiera de sus formas, y la gente simplemente no quiere tratar con alguien que no es más que un gigantesco manantial de malas vibraciones.

Cómo cambiar a mejor: Deja de quejarte, mira las cosas buenas de la vida y comprende la importancia de dar prioridad a tu energía e irradiar energía positiva a todos los que te rodean.

Hay un momento y un lugar para quejarse y discutir, y hay un momento y un lugar para respirar hondo y apreciar lo que se tiene en lugar de quejarse de lo que no se tiene.

Todo el mundo tiene días de bajón, pero si vives constantemente en el fango, la gente dejará de venir a sacarte.

Supéralo y vuelve a vivir una vida de posibilidades. Quejándote no consigues amigos.

En poco tiempo, la gente orbitará activamente a tu alrededor en lugar de evitarte.

5) Tienes una higiene horrible

Aunque pueda parecer una cuestión superficial, probablemente sea tan importante (o más) que las demás cuestiones de esta lista.

Pregúntate: ¿te gustaría estar cerca de alguien que huele mal o tiene un aspecto sucio o descuidado todo el tiempo?

No sólo afectaría a tu capacidad para disfrutar del tiempo que pasas con esa persona, sino que también te daría vergüenza estar cerca de alguien que se cuida tan poco.

Cómo cambiar a mejor: Lávate. Cómprate ropa nueva o, al menos, lava la que ya tienes.

Utiliza productos de higiene personal como jabón, champú y desodorante, y no vuelvas a salir de casa sin asearte.

La verdad es que ha llegado el momento de madurar.

Como adulto, debes tener un cuidado consciente de tu propio aspecto y olor, y debes saber que la forma en que te presentas al mundo exterior es un reflejo de quién eres.

Aunque tengas la mejor personalidad, nadie quiere estar cerca de una persona que apesta, sobre todo cuando tienen que sentarse a tu lado durante largos periodos de tiempo.

6) Hablas a espaldas de la gente

Los cotilleos son una forma estupenda de "entrar" en contacto con la gente, porque a todo el mundo le encanta acurrucarse para enterarse de los últimos dramas y secretos.

Cuando somos niños en la escuela, aprendemos rápidamente que cotillear es una de las formas más fáciles de llamar la atención de todos los que nos rodean, y asociamos ese comportamiento con sentimientos positivos.

Acabamos creyendo que compartir los cotilleos -independientemente de las consecuencias que puedan tener para los demás- es clave para desarrollar las relaciones con los demás.

Pero al final la gente madura y empieza a darse cuenta de lo tóxico que es difundir cotilleos para ser el centro de atención.

Aunque puede que consigas su amistad a corto plazo, nadie querrá realmente comprometerse contigo porque sabrá que sólo los utilizarás a ellos y a sus propios secretos para seguir subiendo en la escala social.

Cómo cambiar a mejor: Es posible que ya te hayas ganado la reputación de cotilla en tus círculos sociales, así que la gente tendrá que ver que has cambiado para siempre.

Eso no sólo significa no volver a participar en chismes, sino también trabajar activamente contra cualquier chisme con el que te topes.

Preocúpate por las consecuencias de lo que la gente pueda sentir, y la gente empezará a verte con otros ojos.

Lectura recomendada: "¿Soy tóxico?" señales claras de que eres tóxico para los que te rodean

7) No te importa el tiempo de los demás

Nuestro tiempo es importante para todos. Todos tenemos 24 horas, y la forma en que empleamos ese tiempo es algo que a todos nos importa.

Por eso no hay nada más agravante que cuando alguien te hace perder el tiempo sin pensárselo dos veces.

Piensa en todas las veces que has quedado con alguien a una hora determinada pero has acabado llegando tarde.

No sólo les hiciste esperar, sino que quizá ni siquiera te disculpaste sinceramente por el retraso; quizá lo único que les diste fue un rápido "lo siento" y seguiste adelante.

El tiempo es una gran señal de respeto, y también de falta de respeto.

Cómo cambiar a mejor: Sé puntual. Empieza a preocuparte por el tiempo que pierden los demás.

Discúlpate cuando acabes haciendo esperar a la gente e intenta ser mejor la próxima vez que quedes con ellos.

Incluso cinco o diez minutos pueden resultar molestos e irrespetuosos para la gente, porque son cinco o diez minutos sin hacer nada excepto esperarte.

8) Nadie te conoce realmente

Conocer a otras personas puede ser desesperante. No siempre estás dentro de tu zona de confort y te sientes obligado a ser alguien que no eres sólo para gustar a más gente.

La mayoría de las veces sucumbimos al impulso de decir lo "correcto" o actuar de una determinada manera, aunque no seamos así.

Las risas, los gestos de asentimiento y el interés continuado son suficiente validación para seguir fingiendo ser alguien que no eres. Por muy tranquilizador que esto sea, lo cierto es que la gente suele ver a través de estas fachadas.

Piensa en las veces que has hablado con alguien y has visto a través de su interés fingido.

A pesar de decir las cosas correctas, no te sentías en absoluto unido a esa persona porque veías a través de sus pretensiones.

No importa lo positivo que actúes. Esta falta de sinceridad puede hacer que la gente desconfíe de ti porque no está segura de lo que se esconde debajo.

Cómo cambiar a mejor:

A veces, la ansiedad puede influir en nuestra forma de actuar con los demás. Si sufres de baja autoestima, una mentalidad negativa y problemas y traumas no resueltos, como me ocurrió a mí, es posible que te pongas una máscara cuando trates con los demás.

Pero en el fondo, te falta amor propio. Sin él, no puedes aumentar tu confianza ni superar tus traumas. No puedes abrirte a los demás para que te conozcan si no te conoces a ti mismo.

Cuando no le caes bien a varias personas, es fácil frustrarse e incluso sentirse impotente. Puede que incluso sientas la tentación de tirar la toalla y renunciar por completo a las amistades.

Es algo que aprendí del chamán de fama mundial Rudá Iandê. Él me enseñó que el camino para encontrar el amor y relaciones seguras tiene que empezar primero desde dentro.

Como explica Rudá en este alucinante vídeo gratuito, muchos de nosotros perseguimos el amor, la atención y la compañía de forma tóxica porque no nos han enseñado a querernos primero a nosotros mismos.

Así que, si quieres empezar a caer bien, te recomiendo que empieces por ti mismo y sigas los increíbles consejos de Rudá.

Aquí hay un enlace a la de vídeo gratuito de nuevo .

Lectura recomendada: Cómo ser tú mismo: 16 pasos sin tonterías

9) Creas drama

Los problemas personales forman parte de la existencia de todo el mundo. La vida no siempre es lo que queremos que sea e incluso los mejores de nosotros nos vemos abatidos de vez en cuando.

Pero hay una delgada línea entre aceptar lo malo de la vida y definir tu vida en función de ello.

Vives como si estuvieras en una película, o mejor aún, existes como si estuvieras en tu propio reality show.

Exageras los problemas y los creas de la nada.

Te tomas las cosas a pecho, incluso cuando no hay nada que interpretar.

Tus amigos te rodean constantemente porque saben que están a una palabra de que ocurra una locura.

A nadie le gusta verse envuelto en un drama.

En un mundo en el que ya hay tanta negatividad, a nadie le gusta vivir su día a día rodeado de gente que quiere convertir cada cosa en un problema.

Cómo cambiar a mejor: Relájate y busca otra cosa en la que ocupar tu tiempo. Las personas dramáticas suelen recurrir al drama para llenar su vida de ruido superficial.

Aprende a estar contento en el silencio enseñándote a amar la soledad.

Dedíquese a un pasatiempo, medite o apúntese al gimnasio: quizá lo que necesite para olvidarse de su propia negatividad personal sea un poco de actividad física.

Lectura recomendada: Las mejores técnicas de meditación: Las 18 técnicas de meditación más eficaces

10) Eres muy malo con el dinero

Te has pasado la vida machacándote y crees que tienes derecho a las cosas buenas de la vida.

Cuando sales con amigos, te preguntas por qué siempre vais al mismo restaurante de mala muerte o por qué nunca parecen aceptar tus invitaciones para ir a Mónaco o París en favor de un viaje de mochilero por el sudeste asiático.

Para ti se trata simplemente de gastarte el dinero que te has ganado por derecho, pero para ellos puede ser algo totalmente distinto.

Puede que estés actuando como un esnob y menospreciando sus preferencias cuando eso es todo lo que pueden permitirse.

Sin saberlo, puedes estar haciendo que la gente se sienta mal por algo sobre lo que no tiene ningún control inmediato.

Lo mismo puede decirse de ser un auténtico tacaño. Nadie quiere estar con alguien que siempre busca la ganga más barata.

Cuando los amigos quieren desembolsar un par de dólares para disfrutar de una mejor experiencia en un restaurante o de un mejor viaje, puede que tú seas la única persona que frene a todos.

Cómo cambiar a mejor: Prepárate para conocer a gente a mitad de camino o simplemente evita los viajes.

En lugar de ser el fastidio que cambia los planes de todo el mundo, puedes apuntarte a actividades que sabes que puedes disfrutar, independientemente de cómo te gastes el dinero.

11) No se puede contar contigo

La gente se siente atraída por cosas que puede predecir: es una trayectoria natural de nuestra evolución.

Las cosas estables nos hacen sentir seguros y protegidos, mientras que las conjeturas constantes nos hacen cuestionar la sostenibilidad de las cosas. Lo mismo ocurre con las amistades y las relaciones.

Si eres el tipo de persona que está feliz un minuto y completamente enfadada al siguiente, estás desanimando a la gente al mostrarles que interactuar contigo es una pendiente resbaladiza.

Nadie quiere adivinar tus sentimientos todo el tiempo; la gente no lee la mente.

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    Si te muestras especialmente evasivo con tus palabras y haces promesas que no puedes cumplir, la gente pronto se dará cuenta de que no puede contar contigo.

    Esto se manifiesta en cada una de tus interacciones: ¿pueden contar contigo para llegar a tiempo?

    ¿Pueden contar con que mantendrás tu palabra? ¿Pueden contar con que serás un buen amigo?

    Si la respuesta es negativa, pronto descubrirás que tus amigos intentan llenar su vaso social en algún lugar más predecible y fiable.

    Cómo cambiar a mejor: Aprende el valor de la estabilidad. Conviértete en una mujer/hombre de palabra y no dejes a la gente colgada.

    Cuando digas algo, hazlo de verdad, en lugar de hacer promesas vacías.

    Demuéstrele a la gente que puede contar con usted para cuando la necesite, y eso significa controlar sus propias emociones y no dejarse llevar por los más pequeños desencadenantes de la vida.

    12) Estás frustrado con tu camino en la vida

    ¿Siempre está deprimido porque le cuesta encontrar su propósito en la vida? ¿Los habituales talleres en línea y libros de autoayuda no consiguen cambiar las cosas?

    Si es así, ésta podría ser una de las razones por las que no caes bien a la gente: tu energía es la de la frustración y la infelicidad.

    Y todos sabemos que la gente tiende a gravitar hacia personas felices y seguras...

    Cómo cambiar a mejor:

    "Olvídate de depender de lo externo para tu bienestar interno...".

    Escuché esto por primera vez cuando participé en una increíble masterclass creada por el cofundador de Ideapod, Justin Brown.

    Yo, como tantos otros, he probado más formas de las que puedo contar para encontrar mi propósito en la vida. Cursos de autodesarrollo, meditación, la Ley de la Atracción, lo que sea, lo he probado.

    Pero nada influyó realmente en los resultados que estaba viendo en mi vida. Descubrí que los mismos patrones frustrantes se repetían una y otra vez.

    También afectaron a mis relaciones con los demás: por aquel entonces no era muy popular, de hecho, ¡era bastante difícil estar cerca de mí!

    ¿Te suena?

    La verdad sobre quién soy, lo que soy capaz de conseguir y cómo quiero vivir mi vida no se hizo realidad hasta que participé en la clase magistral de Justin, que me cambió la vida.

    Siguiendo las lecciones de vida que ha adoptado, aprenderás de dónde viene tu creatividad, cómo puedes utilizar un profundo pozo de poder personal para alcanzar tus sueños y, por último, cuál es tu propósito en la vida.

    Haga clic aquí para ver su vídeo introductorio gratuito.

    Por una vez, ponte al mando de tu vida. Olvídate de gurús o entrenadores de vida exagerados. Olvídate de técnicas inútiles.

    Cuando empiezas a responsabilizarte de ti mismo y a trabajar para conseguir una vida con la que TÚ eres feliz, automáticamente te vuelves más simpático como resultado de tu felicidad interior.

    Aquí está el enlace una vez más.

    Ver también: 19 razones por las que un chico te llama "guapa"

    13) Nunca asumes responsabilidades

    A nadie le gusta ser la oveja negra del grupo.

    En lugar de enfrentarse a la música, es mucho más fácil poner los ojos en otra parte y culpar a otras personas por no gustarles en lugar de aceptar el hecho de que hay cosas sobre ti que necesitan un cambio.

    ¿Te levantas cada día con una narrativa victimista? ¿Te dices a ti mismo que es culpa de los demás por qué actúas de determinada manera? ¿Culpas cada mala elección a relaciones pasadas o percances de la infancia?

    Si es así, estás perdiendo la oportunidad de convertirte en una persona mejor por buscar siempre un chivo expiatorio.

    Aunque probablemente te hace sentir bien y valida tu autoestima, no ayuda a tus relaciones con los demás.

    En última instancia, depende de ti hacerte cargo de tus relaciones.

    Hasta que no aprendas a aceptar tus defectos y a entender en qué te equivocas con la gente, te quedarás atascado en el mismo bucle en el que pierdes amistades y nunca entenderás realmente por qué ocurre eso.

    Cómo cambiar a mejor: Acepta el hecho de que puede que no seas el ángel perfecto que crees ser.

    Si las personas de su entorno tienden a evitarle, considere el hecho de que puede ser el factor común de todas sus relaciones fallidas.

    En algún momento tienes que aceptar el hecho de que puede que te pase algo y que ha llegado el momento de hacer algo al respecto.

    14) Tienes obsesión por el control

    Algunas personas son líderes por naturaleza. Otras, simplemente, son mandonas por naturaleza. Probablemente te veas a ti mismo como el líder de la manada y sientas la responsabilidad de dirigir a todos en la dirección correcta.

    Seguro que algunos te han llamado mandona, pero en el fondo sabes que haces lo mejor para todos.

    Tienes que dejar de intentar ser el jefe de todo el mundo. No están en esta tierra para cumplir tus órdenes.

    Según Berit Brogaard D.M.Sci., Ph.D, "el control es un gran problema en las relaciones... no te respetan ni respetan tu forma de ser".

    Tus problemas de control pueden provenir de tu propia falta de control sobre tu propia vida.

    No es fácil admitirlo, pero una vez que te des cuenta de que eres tu peor enemigo, empezarás a recapacitar y a centrarte en tus propios defectos en lugar de señalar los de los demás.

    El problema de las personas mandonas es que no siempre lo ven como un problema. Pero esta obsesión por disputarse el control se reduce más a inseguridad que a altruismo.

    Ansías el control porque tienes miedo de lo que harán tus amigos sin ti.

    Quieres dictar tus relaciones porque te preocupa que no se desarrollen como tú quieres sin influir activamente en ellas.

    Así que en lugar de dejar que las cosas sean como son, te arriesgas a asfixiar a la gente sólo para obtener los resultados que quieres para ti.

    Cómo cambiar a mejor: Dé a la gente el beneficio de la duda. En lugar de intentar controlar la situación, deje que la naturaleza siga su curso y vea cómo reacciona la gente por sí misma.

    Aprende a confiar en los demás.

    El Dr. Rob Yeung, psicólogo especializado en rendimiento y autor de How To Stand Out: Proven Tactics for Getting Ahead, afirma que "una de las razones por las que los humanos llegamos a dominar el planeta es que evolucionamos para cooperar entre nosotros, lo que significa ser capaces de confiar en otras personas."

    Por lo tanto, los hábitos que "promueven la agresión, el estatus o el dominio sobre otras personas tienden a erosionar la confianza".

    Intenta comprender la razón subyacente de tu inseguridad: ¿temes que tus amigos te abandonen si no les impones nada?

    ¿Ha tenido malas experiencias en el pasado?

    Trabajar en estos aspectos eliminará por completo tus impulsos obsesivos.

    15) Eres increíblemente necesitado

    No hay nada de malo en depender emocionalmente un poco de los amigos; no siempre se puede esperar que seamos personas perfectas, y de vez en cuando necesitamos la seguridad de que otras personas se preocupan por nosotros y nos valoran.

    Pero hay una delgada línea entre necesitar apoyo emocional y estar mucho más necesitado de lo que cualquiera puede soportar.

    Tienes que dejar de necesitar que todo el mundo venga a rescatarte. Tendrás que dejar las llamadas telefónicas y los mensajes de texto constantes.

    Si vas por ahí creyendo que todo el mundo te va a abandonar, no te sorprenderás cuando eso ocurra.

    Según las investigaciones, los narcisistas tienden a ser personas muy necesitadas. No mucha gente disfruta pasando tiempo con narcisistas.

    En lugar de eso, esté ahí para la gente que le necesita. Deje de lado lo que cree que va a ocurrir y céntrese en lo que está ocurriendo.

    Aunque los verdaderos amigos no deberían tener ningún problema en apoyarte a ti y a tus sentimientos cuando las cosas se ponen difíciles, tampoco puedes esperar que la gente actúe como tus esponjas emocionales personales, siempre necesitadas de validación y consuelo.

    Cómo cambiar a mejor: Reevalúa la forma en que ves a tus amigos. No están ahí simplemente para validarte y reafirmarte siempre que lo necesites.

    Por muy unido que estés a ellos, debes recordar que también son humanos y que tienen sus propios límites en cuanto al peso emocional que pueden soportar de ti.

    Sobrecargar a otra persona con tu carga emocional es la forma más fácil de agotarla, sobre todo si parece que nunca avanzas de verdad.

    16) Eres un fanfarrón

    A nadie le gustan los fanfarrones, y si estás intentando impresionar a la gente con tu dinero, tus coches, tu casa o tus conocimientos, puedes dejarlo ahora mismo.

    La gente, más que nunca, quiere sentirse conectada con los demás.

    Cuando les estás echando en cara todos tus logros, no llegan a conocerte de verdad y eso lo único que hace es alejar a la gente.

    Además, es bastante molesto escuchar a alguien hablar de sí mismo y de sus cosas todo el tiempo.

    Cómo cambiar a mejor: Deja que la gente conozca tu verdadero yo y sé humilde. Te harás un favor a ti mismo.

    La investigación ha sugerido que la humildad ofrece varias cualidades positivas, entre ellas ser más servicial, según el doctor Wade C. Rowatt, profesor asociado de psicología y neurociencia en la Facultad de Letras y Ciencias de Baylor:

    "La investigación indica que la humildad es una cualidad positiva con beneficios potenciales... Aunque varios factores influyen en que la gente se ofrezca voluntaria para ayudar a un semejante necesitado, parece que las personas humildes, por término medio, son más serviciales que los individuos egoístas o engreídos."

    Las personas con las que es agradable estar son humildes, no arrogantes.

    Es sano tener confianza en uno mismo, pero hay una delgada línea que separa la confianza de la arrogancia. La diferencia es la humildad.

    17) Deja de criticar a los demás

    Tienes que dejar de menospreciar a los demás. Puede que ni siquiera te des cuenta de que lo estás haciendo, pero si eres de los que les gusta criticar a los demás o cotillear sobre los demás, déjalo.

    En un artículo publicado en Bolde por el Dr. Travis Bradberry, autor especializado en inteligencia emocional, se señalaba que chismorrear sobre los demás es una forma segura de dar la impresión de ser una persona negativa.

    También significa que la gente no te confiará información sensible o personal. ¿Quién quiere ser alguien así?

    Cómo cambiar a mejor No des nada por sentado. No creas que sabes más que nadie. No tomes decisiones por la gente.

    Deja sitio a la gente y resérvales el espacio mientras se aclaran y, a la larga, tendrás más y mejores amigos.

    18) Bájate de la tribuna

    Si quieres volver a gustar a la gente, tienes que dejar de predicar.

    Los sabelotodos sufren de algo llamado "superioridad de creencias" y es difícil llevarse bien con alguien que se cree mejor que tú.

    Las personas que desprecian a los demás no acaban siendo admiradas, acaban cayendo mal porque la gente nunca se siente bien cuando está en su presencia.

    Cómo cambiar a mejor: No lo sabes todo y todo lo que sabes sólo se aplica a tus experiencias, así que no intentes que la vida de todo el mundo encaje en tu versión de ella.

    A nadie le gusta un sabelotodo. Bájate de la tribuna.

    19) Sólo hablas de ti mismo

    No te importan los sentimientos ni las opiniones de los demás. Sus alegrías no son importantes. Sólo son un recordatorio de tus propios logros (obviamente mejores).

    Sólo hablas de ti mismo en las conversaciones con los demás. A tu alrededor, la gente se siente sola. Estás tan "metido" en ti mismo que no existe ningún tipo de conexión interpersonal.

    Cómo cambiar a mejor: Si intentas ser más agradable para la gente que te rodea, asegúrate de abrirte a ellos y no hacer que todo gire en torno a ti.

    La psicóloga de Harvard Amy Cuddy afirma que es importante demostrar primero calidez y luego competencia, sobre todo en el ámbito empresarial.

    "Desde una perspectiva evolutiva", escribe Cuddy en su libro Presencia, "es más crucial para nuestra supervivencia saber si una persona merece nuestra confianza".

    Conocer a otras personas es una parte importante de la impresión que se llevan de ti. Escuchar correctamente a los demás ayuda a crear compenetración y confianza.

    Parece un planteamiento retrógrado, pero si alguna vez te has alejado de alguien con la sensación de que realmente te ha escuchado y te cae bien, a pesar de no saber nada de él en realidad, sabrás de lo que estamos hablando.

    20) Demuestra a los demás que eres de fiar.

    No cumples tu palabra. Cuando dices que vas a hacer algo, la gente no se lo cree.

    Ver también: "¿Tiene miedo al compromiso o simplemente no le gusto?" - 8 preguntas que debes hacerte

    Se han acostumbrado a que no hagas lo que dices que vas a hacer. Eres un estirado y la gente no te considera digno de confianza porque nunca cumples tu palabra.

    Cómo cambiar a mejor: A la hora de la verdad, a la gente le gustan aquellos en los que puede confiar. Si has dejado caer las pelotas más de una vez, va a ser difícil demostrar a la gente que vas en serio y que se puede confiar en ti.

    Jeff Haden en INC lo dice mejor:

    "Estar de mal humor, de mal genio o sombrío es lo contrario de ser simpático. Las personas conocidas por su humor imprevisible y fluctuante no están en la lista de los "más simpáticos" de nadie".

    Tienes que levantarte y demostrar a la gente que vas en serio. Si dices algo, hazlo en serio. Si dices que harás algo, hazlo.

    21) Eres demasiado reactivo

    A nadie le gusta que tu drama se filtre en sus vidas.

    Si quieres caerle bien a la gente, deja tu vida loca en la puerta cuando vayas a una fiesta o a un evento de trabajo.

    Claro que todo el mundo tiene problemas, pero no todo el mundo tiene que soltarlos como la ropa sucia de ayer.

    Según el Dr. Albert J. Bernstein, psicólogo clínico, reaccionar de forma exagerada ante alguien que también lo es puede acarrear más problemas:

    "...la idea básica es que en muchas situaciones, estás reaccionando con instintos programados en tu cerebro de dinosaurio, en lugar de pensar a través de una situación. Si estás en tu cerebro de dinosaurio, vas a jugar con un programa de 6 millones de años de antigüedad, y nada bueno va a suceder. En ese caso, el cerebro de dinosaurio de la otra persona va a entender que está siendo atacado, y luegorespondes contraatacando o huyendo, y cualquiera de las dos cosas va a escalar la situación hasta lo que a mí me gusta llamar el efecto "Godzilla conoce a Rodan". Hay muchos gritos y chillidos, y se caen edificios, pero no se consigue gran cosa".

    Cómo cambiar a mejor: A la gente le gusta que estés tranquilo y sereno. No seas un desastre. Intenta no provocar estrés en la vida de los demás.

    22) Hablas abiertamente de temas delicados

    Eres muy franco en tus creencias sobre política, religión y otros temas delicados. No eres consciente de cómo puede afectar a otras personas.

    Y además, cuando se entra en una discusión sobre estos temas, no se escucha.

    Literalmente, no hay forma de que cambies de opinión o tengas una discusión productiva con alguien que no está de acuerdo contigo.

    Cómo cambiar a mejor: No estamos diciendo que no debas ser sincero con tus opiniones, es importante expresarse.

    De hecho, según Peter Bregman en Psychology Today:

    "Esta es la locura: la honestidad es mucho más convincente, poderosa y eficaz que la alternativa. La gente quiere la verdad. Están dispuestos a aceptarla con mucha más frecuencia de lo que pensamos. Y respetan a otras personas y organizaciones por decirla".

    Si tu verdad tiene que ver con la religión o la política, actúa con cautela. Di tu verdad pero escucha a los demás. Ten la mente abierta. Ellos también son seres racionales como tú, aunque te cueste creerlo.

    Hay formas de ser tú mismo y ser amigo de personas que tienen puntos de vista diferentes a los tuyos; se trata de respeto, de dejar espacio y de escuchar a los demás.

    23) Nunca dejas el teléfono

    Como ya se ha dicho, escuchar es importante si quieres caer bien.

    Pero, ¿cómo puedes saber si le gustas a alguien si nunca levantas la vista del teléfono para comprobar el estado de la conversación que se supone que estás manteniendo?

    Deja el teléfono y vuelve a interesarte por la persona que está sentada frente a ti.

    Nada en tu teléfono es más importante que esa persona.

    Cómo cambiar a mejor: El principal problema puede ser que la gente que te rodea te parece aburrida y tu teléfono más interesante.

    La psicóloga clínica Linda Blair dice que "normalmente la base para hacer un amigo es una experiencia compartida".

    Por lo tanto, encuentre a su gente. No es una idea nueva, pero está creciendo con convicción.

    Si ves que te cuesta hacer amigos o entrar en círculos, puede que sea porque te juntas con la gente equivocada.

    Encuentra personas que estén alineadas con tus pensamientos y creencias y rodéate de ellas. Es fácil que nos gusten las personas que son como nosotros.

    24) No sabes perdonar a la gente

    Es posible que seas un gran amigo en casi todos los aspectos importantes excepto en uno: te aferras a los rencores, priorizando los conflictos sobre las relaciones.

    Si quieres recuperar a tus amigos vas a tener que perdonar y olvidar. Algunas personas pueden olvidar, pero no todo el mundo puede perdonar.

    Es una parte importante de la curación y la superación para algunas personas. Si recuerdas constantemente a la gente sus errores, no van a estar interesados en ser tus amigos.

    Menospreciar a los demás señalando sus errores puede sentar mal a la gente.

    La gente que tiene docenas de amigos no los consiguió de la noche a la mañana; son relaciones en las que ha trabajado lentamente a lo largo de los años, arreglándolas cuando empezaban a resquebrajarse y reforzándolas siempre que era necesario.

    Pero puede que hayas tirado tus relaciones por la borda, una tras otra.

    En lugar de conservar a tus amigos a lo largo de los años, acabaste cortando esas conexiones cada vez que surgía una discusión o una pelea porque priorizabas ganar la pelea en lugar de salvar la relación.

    Aunque siempre habrá algunas peleas imposibles de superar, la mayoría de las veces se trata más de tu propia incapacidad para perdonar que de la importancia de la disputa.

    Cómo cambiar a mejor: Aprende a soltarte. Deja de abrazar el sentimiento de sentirte herido, de necesitar tener razón, porque acabas preocupándote más por esas cuestiones que por preservar unas relaciones que podrían durar años si te lo propones.

    Aprender a perdonar a las personas hará que sigan a tu lado, mucho después de que los sentimientos de vuestra pelea o desacuerdo se desvanezcan hasta convertirse en irrelevantes.

    25) Rara vez conoces gente nueva

    Tal vez rara vez conozcas a gente nueva y, cuando lo haces, no sabes cómo comportarte. Estás demasiado excitado, demasiado necesitado o demasiado nervioso para causar buena impresión.

    Cómo cambiar a mejor:

    Si todo lo demás falla y sientes que no estás a la altura de tus propias expectativas en lo que respecta al establecimiento de relaciones, sal y conoce a gente nueva.

    Cuanta más interacción y experiencia tengas hablando con los demás, mejor se te dará.

    Es una práctica que puede llevar toda una vida desarrollar, así que no te desanimes y no te escondas en casa porque no sabes lo que puede pasar.

    La única forma de caer bien es exponerse para gustar a más gente.

      Irene Robinson

      Irene Robinson es una entrenadora de relaciones experimentada con más de 10 años de experiencia. Su pasión por ayudar a las personas a navegar a través de las complejidades de las relaciones la llevó a seguir una carrera en consejería, donde pronto descubrió su don para los consejos prácticos y accesibles sobre relaciones. Irene cree que las relaciones son la piedra angular de una vida plena y se esfuerza por empoderar a sus clientes con las herramientas que necesitan para superar los desafíos y lograr una felicidad duradera. Su blog es un reflejo de su experiencia y conocimientos, y ha ayudado a innumerables personas y parejas a encontrar su camino en tiempos difíciles. Cuando no está entrenando o escribiendo, se puede encontrar a Irene disfrutando del aire libre con su familia y amigos.