10 señales de que eres una persona ingenua (y lo que puedes hacer al respecto)

Irene Robinson 18-08-2023
Irene Robinson

¿Cree todo lo que dice la gente, aunque los hechos demuestren lo contrario?

Si eres culpable de creer demasiado en algo -o en alguien-, entonces eres lo que la mayoría de la gente llama "ingenuo".

Si no estás seguro de serlo, lo sabrás de una vez por todas comprobando estos 10 signos reveladores de la ingenuidad.

Y si tachas muchas (o todas) de las 10 señales, no te preocupes porque tenemos consejos sobre lo que podrías hacer al respecto.

1) Eres demasiado confiado

El Diccionario de Cambridge describe a una persona ingenua como alguien "demasiado dispuesto a creer que alguien dice la verdad, que las intenciones de la gente, en general, son buenas".

Eres un ingenuo si sigues confiando en una persona, aunque te haya fallado repetidamente.

Es como sacar a tu amigo repetidamente de rehabilitación, sabiendo que recaerá en cuanto abandone el centro.

Aunque tus intenciones sean buenas, lo más probable es que salgas perdiendo.

Qué puedes hacer tú:

Lo triste es que no todo el mundo tiene buenas intenciones. Puede que tu amigo te esté pidiendo que le saques de apuros sólo porque quiere volver a consumir drogas.

Dicho esto, hay que tener cuidado al tratar con la gente. Si no, pueden acabar aprovechándose de tu ingenuidad (más sobre esto a continuación).

Para evitar que esto ocurra, debes tener en cuenta estas advertencias:

  • No te dejes engañar por el aspecto, el carisma o el atractivo sexual de la persona. Que parezca buena por fuera no significa necesariamente que lo sea por dentro.
  • Intenta ver si la persona está fuera de lugar. ¿Te parece que es lo contrario de su verdadero yo? Lo más frecuente es que sólo sea porque quiere algo de ti otra vez.
  • No todos los elogios son sinceros, sobre todo si proceden de personas a las que pagas (profesores, entrenadores, etc.).
  • No te dejes engañar por las lágrimas o el enfado. Aparte de fingir amabilidad, puede ser la forma que tiene una persona de convencerte para que confíes en ella.
  • Evite divulgar sus errores pasados. En el peor de los casos, esto podría utilizarse en su contra.

2) Eres demasiado crédulo

¿Es usted culpable de creer en las conspiraciones de las redes sociales? ¿Responde de buen grado a los correos electrónicos de un príncipe nigeriano, incluso dando su número de la seguridad social?

Esto significa que eres todo lo crédulo que se puede ser. Y sí, este es uno de los signos más evidentes de ingenuidad.

Además de ser demasiado confiados, los ingenuos tienden a creerse todo lo que dice la gente.

No importa si carecen de fundamento o son demasiado buenas para ser ciertas: una persona ingenua las considerará un hecho.

Qué puedes hacer tú:

Es tan sencillo como pensar detenidamente antes de hablar o actuar.

Para empezar, debes tomar una decisión basada en hechos. No querrás caer en otra ilusión de Moisés, en la que juzgas algo basándote en lo que "sientes" que está bien o mal.

También hay que evitar caer en la fluidez cognitiva, que es cuando la gente espera que las cosas sean ciertas al 100% sólo porque son fáciles y sencillas. Si es demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo sea.

Lo más importante es que el hecho de que algo se repita no significa que sea cierto.

Ver también: 17 razones por las que echas de menos a alguien que nunca has conocido

Recuerda: antes de creer o dar crédito a algo, asegúrate de que es creíble y está respaldado por muchas pruebas.

3) La gente se aprovecha de ti

Como ya se ha dicho, las personas ingenuas son demasiado confiadas y crédulas. Lamentablemente, mucha gente se aprovechará de esas debilidades.

Imagínatelo: tu amigo te pide prestado el coche por enésima vez. Como siempre, ha dejado el depósito casi vacío.

Para empeorar las cosas, hay un nuevo arañazo en la puerta del lado del conductor.

En lugar de disculparse y compensarte, incluso te ha pedido que le lleves el coche a su casa, que está a 30 minutos de la tuya.

Tienes que ir porque no puede devolver el coche él mismo. Está en un partido de baloncesto con sus amigos.

Y sí, tuviste que cargar con un viaje en Lyft porque no cobra hasta el día 15.

Si éste es un caso demasiado habitual por tu parte, es un signo evidente de tu ingenuidad. Crees que las intenciones de los demás son buenas, y por eso acaban aprovechándose de tu "fe".

Qué puedes hacer tú:

Si crees que la vida es sencilla y justa, la gente que se aprovecha de ti debería convencerte de lo contrario.

Como dice el refrán, 'qué vergüenza si me engañas una vez, qué vergüenza si me engañas dos'.

Puedes poner fin a este círculo vicioso haciéndote valer.

Deberías poner límites de una vez por todas.

No te sientas mal por decir que no. Ni siquiera tienes que exponer tus razones. Basta con decir "NO, no te dejaré (inserte aquí el favor o la petición)".

Y si la persona se aleja de ti por este favor no concedido, no te desanimes. Si de verdad te valora como persona, entenderá por qué le has rechazado.

Recuerda que aún te quedan muchos amigos, amigos de verdad que no se aprovecharán de tu ingenuidad.

4) Tienes poca experiencia vital

Así que llevabas una vida relativamente recta. Durante más de una década, tu rutina era sólo casa y colegio (y viceversa).

Y aunque esto está bien, te has perdido muchas cosas. Proms. Fiestas. Pijamadas.

En otras palabras, te has perdido experiencias de la vida real que te habrían moldeado (si no mejorado) como persona.

Así que cuando sales del mundo real, tienes lo que Merriam-Webster define como un signo de ingenuidad: una falta de sabiduría mundana o de juicio informado.

Qué puedes hacer tú:

Ya es hora de que explores el mundo fuera de tu acogedor refugio.

Para empezar, deberías intentar salir de tu círculo habitual. Sabrás lo que es realmente la vida cuando pases tiempo con personas de otros orígenes o culturas.

Para establecer relaciones tan diversas, puedes probar estas recomendaciones de la Universidad de Kansas:

  • Únete a un club, organización, equipo o plantilla diversa
  • Lee sobre los antecedentes y la historia de otras personas.
  • Escucha sus historias. No temas preguntar, pero hazlo respectivamente.

Como dijo una vez Eleonor Roosevelt: "El propósito de la vida es vivirla, saborearla, experimentar al máximo, tender la mano con avidez y sin miedo hacia una experiencia más nueva y más rica."

5) Eres joven (salvaje y libre)

La gente siempre dice que "con la edad llega la sabiduría". Al mismo tiempo, algunas personas son "demasiado jóvenes para saberlo mejor".

Sin embargo, no se trata de meros proverbios, sino que la investigación ha demostrado que son hechos.

Ver también: 30 maneras fáciles de hacer que tu ex te vuelva a querer

Tomemos el caso de un estudio en el que participaron 50 adultos. A los participantes, de edades comprendidas entre los 18 y los 72 años, se les pidió que predijeran la pendiente de una determinada colina.

Los resultados mostraron que los participantes de más edad dieron estimaciones más precisas que los más jóvenes.

Los investigadores lo atribuyen a la experiencia, algo de lo que carecen la mayoría de los jóvenes.

Por eso, aunque la juventud es un don de la naturaleza, esta falta de experiencia es una de las razones por las que algunos jóvenes tienden a ser ingenuos.

Qué puedes hacer tú:

La experiencia es el mejor maestro, así que hay que salir y aprender cosas nuevas.

Aunque no se puede acelerar el envejecimiento (y la sabiduría que conlleva), se puede compensar con el aprendizaje experimental.

También conocido como "aprender haciendo", refleja el ciclo de aprendizaje de Kolb. Aquí se llega a integrar:

Historias relacionadas de Hackspirit:

    • Los conocimientos adquiridos en clase/trabajo y otras experiencias pasadas
    • Las actividades con las que puede aplicar estos conocimientos
    • Reflexión o capacidad de crear nuevos conocimientos

    Así que, aunque seas joven e ingenuo, puedes adquirir experiencia real participando en este tipo de actividades:

    • Prácticas, en las que se aprende sobre el terreno
    • Practicum, un tipo de prácticas en el entorno laboral
    • Trabajo de campo, en el que se estudian determinados acontecimientos sobre el terreno
    • Programas de estudios en el extranjero, en los que cursas un semestre (o más) en una universidad extranjera.
    • Aprendizaje-servicio u oportunidades fuera del aula que fomenten la responsabilidad cívica
    • Educación cooperativa, en la que se estudia y se trabaja al mismo tiempo.
    • Formación clínica, en la que un profesional establecido supervisa su "aprendizaje experimental" en el ámbito sanitario o jurídico.
    • Los estudiantes de magisterio, que asumen el papel de educadores aunque sigan siendo estudiantes.

    6) Eres impresionable

    Además de ser salvajes y libres, los jóvenes son muy impresionables.

    Por si fuera poco, toda persona ha tenido la experiencia de hacer algo "estúpido" cuando era joven, todo porque sus amigos se lo dijeron.

    Los expertos describen los cerebros adolescentes como "plastilina blanda" (o, en términos adultos, dinámicos pero vulnerables), por lo que no es de extrañar que las personas jóvenes e impresionables tiendan a ser ingenuas.

    Un artículo de la revista Smithsonian lo achaca al sensible centro de recompensas de los cerebros jóvenes. Si a esto añadimos que los jóvenes también sufren de un autocontrol poco desarrollado, esta combinación resulta ser un desastre de ingenuidad e imprudencia a punto de ocurrir.

    Qué puedes hacer tú:

    Aunque tu cerebro de plastilina puede hacerte ingenuo, en realidad puedes utilizarlo para convertirte en una persona "mundana".

    Podrías utilizar tus impresionables neuronas para aprender más sobre el mundo.

    Para empezar, deberías ir y leer todo lo que puedas. Si quieres, incluso puedes tomar un atajo y "digerir" las cosas más rápido mediante una técnica llamada superlectura.

    Si pasas mucho tiempo conectado, ¿por qué no cambias tus vídeos habituales de YouTube por algo informativo? Desde temas educativos hasta nuevas habilidades, hay cientos de cosas que puedes aprender en esta plataforma de medios sociales.

    Y lo que es más importante, no te preocupes si tu impresionable yo ha cometido un error ingenuo. No lo cargues sólo a la experiencia: ¡asegúrate de aprender de ella!

    7) Eres muy dependiente de los demás

    Ningún hombre es una isla. Necesitamos depender de la gente de vez en cuando.

    Pero si no puedes funcionar sin contar con los demás, entonces puedes acabar convirtiéndote en una persona ingenua.

    De hecho, es un síntoma de una afección conocida como trastorno de personalidad dependiente.

    Del mismo modo, las personas ingenuas y dependientes intentarán evitar discrepar con los demás porque temen perder su apoyo.

    Y lo que es más importante, estos individuos intentarán tolerar que la gente se aproveche de ellos, todo porque no quieren perderlos.

    Qué puedes hacer tú:

    Intenta ser lo más independiente posible.

    Cuando seas autosuficiente, podrás desafiar las mentalidades que te han hecho ingenuo en primer lugar.

    Aunque es más fácil decirlo que hacerlo, puedes empezar tu viaje intentando ser más consciente de ti mismo. Una vez que comprendas quién eres, el resto será más fácil.

    Cuando te des cuenta de que puedes valerte por ti mismo, no dejarás que te traten como a un felpudo.

    Por si fuera poco, tienes que aprender a tomar tus propias decisiones y atenerte a ellas. Al fin y al cabo, tú sabes lo que es bueno para tu salud emocional y mental.

    8) Oyes cosas, pero no las escuchas

    Es difícil prestar atención a una conversación larga y cargada de detalles. ¿Recuerdas esas clases de la escuela en las que te quedas dormido a los pocos minutos de empezar?

    Desde el punto de vista científico, un estudio ha demostrado que una persona pierde la atención en torno a los 10/15 minutos.

    E incluso si consigue "oír" una charla de 60 minutos, lo más probable es que realmente no la haya escuchado.

    Si no escuchas algo con atención, no lo entenderás.

    Y en las personas ingenuas, esto puede llevar a una falta de conocimiento/experiencia, lo que esencialmente lleva a ser tan confiados y crédulos.

    Qué puedes hacer tú:

    No finjas escuchar. Puedes captar plenamente la situación y evitar respuestas ingenuas siendo un oyente atento.

    En primer lugar, debes intentar evitar las distracciones.

    De la misma manera, no querrías que tu amigo pensara en comida cuando le estás soltando la lengua.

    A continuación, intenta no emitir juicios precipitados. Puede que tengas una idea preconcebida de lo ocurrido, pero no digas nada todavía. Deja que expongan su caso antes de tomar una decisión.

    Y lo que es más importante, debes escuchar para entender, y no porque tengas que responder. No pienses en una respuesta mientras la persona sigue hablando, sino que debes exponer tu respuesta una vez que haya terminado de exponer su caso.

    9) Creció protegido

    Si tienes unos padres sobreprotectores, lo más probable es que hayas vivido una vida muy protegida.

    Siempre tenías un acompañante, fueras donde fueras.

    Puede que te hayan prohibido asistir a fiestas y cosas así por miedo a que hagas algo malo.

    Como resultado, te has perdido las experiencias (y los errores) que te habrían ayudado a crecer como persona.

    Por desgracia, esta vida protegida puede convertirte en una persona ingenua. Eso se debe a que no "sabes" cómo es el mundo. Así que cuando alguien te dice esto o aquello, te lo crees fácilmente.

    Qué puedes hacer tú:

    Si se ha perdido muchas experiencias cuando era joven, ¡ha llegado el momento de probarlas!

    Además de revertir potencialmente tu ingenuidad, también pueden hacerte más feliz.

    Según la Dra. Catherine Hartley, de la Universidad de Nueva York, quienes prueban nuevas aventuras tienden a tener mejor humor. Los resultados muestran que los centros de procesamiento de recompensas del cerebro estaban más "sincronizados" en estos individuos.

    Aunque es bueno probar nuevas experiencias físicas (¿quizá el puenting?), el Dr. Hartley afirma que disfrutar de nuevas vistas y sonidos puede funcionar igual de bien.

    10) Te niegas a salir de tu zona de confort

    Hay un viejo refrán que dice que si no está roto, no lo arregles. Por eso mucha gente se niega a salir de la seguridad de su zona de confort.

    Aunque cómoda, esta zona segura inhibe tu crecimiento. Te impide arriesgarte.

    Acabas por no experimentar cosas nuevas, y por eso sigues siendo ingenuo.

    En otras palabras: quien no arriesga, no gana.

    Qué puedes hacer tú:

    Por supuesto, la solución es salir de la zona de confort.

    Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo, ya que trazar un territorio desconocido puede ser estresante.

    Por lo tanto, hay que ir paso a paso.

    Para empezar, puedes hacer pequeños cambios en tu rutina.

    Por ejemplo, en lugar de pedir comida para llevar en la misma pizzería, puedes mezclar las cosas y probar la comida asiática esta vez.

    Al salir de tu zona (aunque sea despacio, pero seguro), seguro que adquieres más "experiencia" y estás mejor informado.

    Además, podrás disfrutar de estas increíbles ventajas:

    • Te vuelves más creativo.
    • Creces y envejeces mejor, como el vino (o el queso).
    • Aceptas el reto y rindes al máximo.

    Palabras finales

    Las personas ingenuas tienden a ser confiadas y crédulas, tanto que la gente se aprovecha de ellas.

    Aunque algunas personas ingenuas suelen ser jóvenes, impresionables y protegidas, otras simplemente carecen de la experiencia necesaria.

    Y aunque las personas ingenuas suelen salir perdiendo, pueden cambiar fácilmente su suerte. Sólo hay que ser asertivo y estar dispuesto a salir de la zona de confort.

    Irene Robinson

    Irene Robinson es una entrenadora de relaciones experimentada con más de 10 años de experiencia. Su pasión por ayudar a las personas a navegar a través de las complejidades de las relaciones la llevó a seguir una carrera en consejería, donde pronto descubrió su don para los consejos prácticos y accesibles sobre relaciones. Irene cree que las relaciones son la piedra angular de una vida plena y se esfuerza por empoderar a sus clientes con las herramientas que necesitan para superar los desafíos y lograr una felicidad duradera. Su blog es un reflejo de su experiencia y conocimientos, y ha ayudado a innumerables personas y parejas a encontrar su camino en tiempos difíciles. Cuando no está entrenando o escribiendo, se puede encontrar a Irene disfrutando del aire libre con su familia y amigos.