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No es ningún secreto que podemos encontrar gente amable en casi todas partes. La amabilidad no distingue edad ni etnia.
Las personas amables son fieles a sí mismas y se esfuerzan por seguir siéndolo, incluso cuando resulta difícil.
Los hay de todas las edades, etnias y nacionalidades y, lo que es más importante, podemos aprender mucho de ellos.
Permíteme que te explique cómo detectar a una persona amable en tu vida e identificar la bondad en ti mismo.
15 cualidades conmovedoras de las personas amables
1) La honestidad es importante para ellos
Con "honestidad" no me refiero a la que hiere a los demás sin importarle nada. Cuando alguien te insulta y dice ser honesto por ello, no significa que haya bondad detrás.
Utilizar la honestidad como arma es, sencillamente, ser cruel sin motivo.
Ver también: 14 consejos para tener una personalidad agradable que guste a todo el mundoCuando las personas amables son sinceras, sabes que su palabra significa mucho para ellas. No son pasivo-agresivas, de hecho, buscan la mejor manera de expresar las cosas con palabras.
Esto no significa que no vayan a llamar la atención si es necesario, pero la palabra clave es necesario. Sin embargo, la cortesía siempre prevalecerá.
Hace un tiempo, me di cuenta de que utilizaba la crueldad para excusar mis defectos. Empecé a hacer un esfuerzo consciente para ser más amable con los demás y también conmigo misma. Hice un esfuerzo, y dio sus maravillosos frutos porque mi autoestima estaba mejor que nunca.
2) La gente amable es generosa
La generosidad es un rasgo positivo infravalorado. Si alguna vez has conocido a alguien verdaderamente generoso, lo sabrás. Es el tipo de personas con las que puedes contar aunque no reciban nada después de ayudarte.
Las personas generosas saben que las cosas y los momentos buenos son para compartirlos, así que lo hacen sin dudarlo. Dan su tiempo y su dinero sin vacilar a las personas que quieren y, a menudo, a gente que ni siquiera conocen.
3) Son optimistas ante la vida
Antes sólo me fijaba en lo negativo de mi vida. Como consecuencia, siempre me faltaba dinero, tiempo y amigos.
Sólo cuando empecé a intentar ver lo positivo me di cuenta de lo mucho que me estaba perdiendo. Como resultado, también empecé a fijarme en toda la gente estupenda que me rodeaba, aunque yo no hubiera sido la mejor versión de mí misma que podía ser.
Ahora no me interesan los cotilleos ni las quejas. Proceso mis emociones de una forma diferente, más sana. Un primer paso crucial fue empezar a pasar mi tiempo con gente positiva.
Me ayudaron a abrir los ojos.
4) La gente amable hace grandes cumplidos
Los elogios son algo que todos necesitamos. Ya sea nuestra ropa, nuestro pelo o incluso nuestro apartamento, no es fácil olvidar cuando alguien nos hace un cumplido.
Por eso las personas amables se esfuerzan por fijarse en algo de la otra persona y hacerle un cumplido. Les hace sentirse vistos y especiales.
Tampoco temen hacer críticas constructivas, pero sólo cuando es necesario.
5) Dan lo mejor de sí mismos y un poco más
Hacer un esfuerzo adicional al hacer algo, especialmente algo aburrido, se quedará en la otra persona.
Aún recuerdo a los amigos que me ayudaron cuando necesitaba dinero y a las personas que se quedaron conmigo durante una cita con el médico que me dio miedo.
Cuando la bondad es la motivación de una acción, el momento es inolvidable.
6) Las personas amables practican la compasión
Pero, ¿a qué me refiero cuando digo "compasión"?
Fácil: consolar a los demás no desde un lugar de superioridad, sino tratando de entender por lo que están pasando. Las personas amables saben escuchar y, lo que es más importante, dan consejos útiles sin hacernos sentir mal por necesitarlos.
Todos deberíamos desarrollar la compasión, y podemos hacerlo escuchando lo que la otra persona está tratando de decir sin juzgarla. Entonces, podemos apoyar a la otra persona.
7) La constancia es clave para la gente amable
Esto enlaza con lo que he dicho antes: las personas amables son fieles a sí mismas. Normalmente, la primera impresión que tienes de ellas es positiva, y si llegas a conocerlas mejor, esto no cambia.
Son siempre amables, no sólo cuando conviene.
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Afortunadamente, practicar la amabilidad y dejar que se convierta en una segunda naturaleza es fácil. Tienes que empezar por darte cuenta de las oportunidades que se te presentan para ser considerado. Entonces podrás empezar a dar prioridad al lado positivo de cada interacción que tengas.
8) Ser amable significa tener confianza en uno mismo
Tener confianza en uno mismo no significa ser engreído. Además, ser humilde no significa hacer chistes autodespreciativos todo el tiempo.
Las personas amables conocen sus puntos fuertes y débiles, y los reconocen sin buscar la validación de los demás. Todos somos un trabajo en curso, y eso está más que bien.
9) Las personas amables son educadas
Lo que quiero decir con esto es que las personas amables no olvidan sus modales. Sujetar la puerta a otra persona, esperar a comer hasta que todo el mundo esté servido y apartarse del camino cuando es necesario son pequeñas formas de ser amable.
Recuerda que las acciones hablan más que las palabras, y por eso las personas amables tienen buenos modales.
10) La gente amable está abierta a lo nuevo
Conocer gente nueva y llegar a conocerla requiere amabilidad, no sólo para ellos sino también para uno mismo. Socializar puede ser un reto, pero la clave está en la autoaceptación.
Para las personas amables, todo es una oportunidad. Aceptarán cada reto con una sonrisa, desde aprender un nuevo idioma hasta empezar a trabajar como voluntarios en una organización; disfrutarán con cada nueva tarea, aunque no tengan éxito a la primera.
11) Se interesan por los demás
Si has conocido a una persona amable -¡espero que sí!- sabes a qué me refiero con esto. Recuerdan los detalles de las cosas que te gustan. Sus regalos, por ejemplo, son siempre tus favoritos.
Esta es su forma de entablar y mantener excelentes relaciones con las personas que conocen. Las personas amables no lo hacen por una intención oculta; tienen el sincero deseo de lograr un cambio positivo en la vida de los demás.
12) La pasión mueve a las personas amables
La pasión puede ser algo positivo cuando se canaliza sanamente. Nos da el impulso que necesitamos para seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles.
No voy a mentir, no soy la mejor versión de mí misma cada día: sigo aprendiendo. Pero sé que "la práctica hace al maestro", y mi pasión es una mejora. ¡Por eso sigo intentándolo!
13) Intentan ser puntuales
Llegar unos minutos tarde no es nada de lo que preocuparse, y no significa que no seas amable. Pero parte de ser amable es saber que el tiempo de la gente tiene valor.
Ser puntual significa ser considerado: no dejarás a los demás esperándote. También ayuda a la organización y la disciplina.
Vengo de un lugar donde llegar a tiempo no es muy habitual, así que reconozco aún más su valor y trato de practicarlo todos los días.
14) La amabilidad suele equivaler a la autenticidad
No hay necesidad de fingir que eres algo distinto de lo que quieres para que te vean como una persona amable. No necesitas montar un número o sonreír a gente que ni siquiera te cae bien, y te ciñes a tu propio conjunto de valores.
Las personas amables son fieles a sí mismas y no temen expresarse con autenticidad.
Esto, a su vez, hace que la gente confíe en ellos más fácilmente. Es la mejor manera de hacer nuevos amigos.
15) Las personas amables no tienen miedo a perdonar
El acto de perdonar no es algo para otorgar a la otra persona. Es sobre todo algo para uno mismo: vivir con ira no es sano.
A veces es mejor alejarse y preservar nuestra propia tranquilidad, y así, olvidar con tranquilidad y seguir adelante.
Lo hice con un par de personas que no eran muy buenas para mi autoestima. Aunque no las odio, me doy cuenta de lo mucho mejor que estoy con amigos que me apoyan en todo.
¿Por qué merece la pena ser amable? Algunos datos científicos
No es ningún secreto que ser amable no es pan comido. A veces, simplemente no estás de buen humor y los demás pueden sacarte de quicio. Es aún más difícil hacerlo en Internet, donde no tienes las consecuencias "de la vida real" de no ser amable.
Sin embargo, la investigación ha demostrado que ser amable siempre merece la pena, no sólo para nuestra salud mental, sino también para nuestra salud física. Este estudio demuestra que estamos mejor cuando realizamos acciones amables.
Sin embargo, otro estudio demuestra que ser amable con los demás ayuda a reducir la tensión arterial, entre otros beneficios para la salud. Me encantan estos datos porque demuestran científicamente que ser amable tiene más beneficios de los que imaginamos.
Por último, la amabilidad puede ayudar a las personas a superar dificultades. Por ejemplo, algunas personas con miedo a ir al médico pueden superarlo cuando los profesionales sanitarios son amables con ellas.
Otros beneficios de ser una persona amable
Echa un vistazo a estos efectos secundarios positivos que sentirás después de haber hecho algo amable:
- Tendrás un subidón de energía;
- Mejor salud mental;
- Mayor vida útil prevista;
- Menos inflamación en el organismo;
- Relaciones mejores y más sanas;
- Mejor autoestima.
¿Ves lo que quiero decir ahora? Tómate un momento para ser amable contigo mismo y con los demás. Merece la pena.
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