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Dicen que el camino del amor verdadero nunca es fácil, pero ¿hasta qué punto debería serlo?
Todo esto del amor, el romance y las citas suele ser un camino bastante accidentado.
La decepción, el rechazo y el desamor pueden hacer que muchos nos preguntemos "¿y si no estoy destinado a encontrar el amor?".
Podemos pensar que si no ha sucedido ya es que algo va mal en nosotros o que nunca sucederá.
Si has empezado a perder la esperanza de encontrar el amor, si las relaciones nunca parecen funcionarte y estás convencido de que nunca te casarás, este artículo es para ti.
6 razones por las que sientes que el amor no está hecho para ti
1) Te han hecho daño en el pasado
Puede que no sea un gran consuelo, pero el desamor es una de las experiencias vitales más universales. A más del 80% de nosotros nos romperán el corazón en algún momento.
Si has pasado por ello, sabrás que es lo peor y que hay muchas etapas de desamor que superar. Así que quizá no sea de extrañar que el dolor del desamor pueda hacernos cosas bastante extrañas.
Estar en ese estado se asocia con tendencias neuróticas, apego ansioso y apego evitativo.
La angustia también puede crear estrés físico en el cuerpo, provocando cambios en el apetito, falta de motivación, pérdida o aumento de peso, comer en exceso, dolores de cabeza, dolor de estómago y una sensación general de malestar.
No es de extrañar, pues, que las experiencias pasadas de desamor puedan influir en nuestra forma de reaccionar ante el amor y de verlo en el futuro.
Tras una ruptura reciente, es habitual tener pensamientos de miedo sobre si volveremos a encontrar el amor. Debido al estado de ánimo negativo en el que nos encontramos, es fácil que entremos en pánico y empecemos a pensar que hemos perdido la única oportunidad de amar que podíamos tener.
Por muy "real" que parezca en ese momento, no es así. Sólo necesitamos tiempo para volver a creer que realmente hay muchos peces en el mar.
Cargar con el bagaje emocional de antiguas relaciones que no funcionaron puede impedirnos volver a encontrar el amor.
Sanar viejas heridas y practicar el perdón (hacia ti mismo y hacia tu ex) puede ayudarte a empezar a sentirte de nuevo más optimista respecto al amor.
Se trata de un proceso que puede requerir tiempo, autocompasión y delicadeza.
2) Tienes miedo
Incluso cuando decimos que queremos encontrar el amor, muchos de nosotros al mismo tiempo le tenemos miedo.
Por este motivo, podemos llegar a autosabotearnos cuando parece que el amor podría dirigirse hacia nosotros, o huir cuando alguien se acerca demasiado.
Los mecanismos de defensa entran en acción cuando una parte de nuestro cerebro cree que necesitamos protección.
Después de todo, amar y ser amado puede resultar muy vulnerable.
Siempre que pensemos que queremos amor, pero no lo encontremos o las cosas no funcionen, puede ser útil hacer un poco de examen de conciencia:
- ¿Cuál es el beneficio que obtienes de no encontrar el amor?
- ¿Cuál es el beneficio que obtienes de no tener una relación estable?
Al principio, podríamos pensar que la ausencia de amor nos está reportando algún tipo de recompensa, pero cuando escarbas bajo la superficie sueles descubrir que sí.
Por ejemplo, no tienes por qué exponerte y sentirte expuesto a que te hagan daño o te rechacen.
Puede que tengas miedo de perderte a ti mismo o tu independencia si "sientas la cabeza".
Quizá no esté tan disponible emocionalmente como cree.
3) No te conformas (y eso es bueno)
¿Alguna vez miras a tu alrededor y sientes que todo el mundo tiene pareja menos tú?
Tal vez tengas un amigo que parece no estar nunca soltero y se las arregla para saltar de una relación a otra, lo que podría llevarte a preguntarte por qué no es tu caso.
Pero fíjese un poco más y verá que muchas personas tienen relaciones bastante malas, simplemente porque les da miedo estar solas. Prefieren tener una relación deficiente a no tener ninguna.
Si tienes una autoestima y una valoración de ti mismo fuertes, lo más probable es que tus expectativas de una relación sean mayores.
Puede que el amor te resulte más esquivo, simplemente porque tienes un listón muy alto. No estás desesperado y te respetas a ti mismo. Bien por ti.
En lugar de engancharte al primer Tom, Dick o Harry que pase por ahí, prefieres esperar a una relación de pareja que creas merecer.
Estar enamorado puede ser una sensación maravillosa, pero no es lo más importante en la vida.
Ver también: 17 consejos para superar a tu ex noviaEn muchos sentidos, no estar enamorado puede ser una elección de estilo de vida.
Es posible que en este momento esté dando prioridad a otras cosas, ya sea su carrera profesional, los viajes o su propio desarrollo personal.
Ver también: 10 señales de la energía sexual de las llamas gemelas (+ consejos para mejorar tu conexión)Eso no significa que no estés destinado a encontrar el amor, sólo significa que llegará cuando estés bien y preparado para ello.
4) Eres poco realista
Culpo a los cuentos de hadas y a las comedias románticas con las que la mayoría de nosotros crecemos. Porque no se puede negar que, como sociedad, tenemos una visión increíblemente romantizada del amor.
El problema es que la vida real no está a la altura y puede crear en nosotros expectativas de amor poco realistas e injustas.
Queremos a nuestro príncipe azul o a nuestra princesa, pero en realidad lo que encontramos es un ser humano con defectos.
Debido al énfasis que ponemos en encontrar el amor romántico en la vida, esperamos demasiado de él. Queremos que el amor nos complete, nos llene y nos haga felices.
Cuando no es así, podemos acabar sintiéndonos defraudados. Pensamos que no hemos "encontrado al elegido" después de todo cuando empezamos a experimentar desafíos o la otra persona no consigue hacer realidad todos nuestros sueños.
La verdad es que nadie es tu "otra mitad", aunque sientas que has encontrado un alma gemela.
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Tu felicidad siempre dependerá de ti y nunca de estar enamorado de alguien.
Muchos de nosotros intentamos utilizar el amor como atajo para encontrar la felicidad y la plenitud en nuestras vidas, pero cuando lo hacemos, tarde o temprano acabamos decepcionados.
5) Se siente presionado
Tengo 39 años, soy soltero y nunca me he casado.
Aunque ya he estado enamorada antes y confío en volver a encontrarlo algún día, admito que hay veces que siento la presión.
En mi mente se cuelan falsas narrativas como "¿y si soy demasiado viejo para volver a encontrar el amor?" o "¿y si no estoy hecho para tener una relación?".
La razón es que creamos expectativas en torno a la cronología de cuándo deberían suceder ciertas cosas en la vida, aunque la vida simplemente no funciona así.
Sin embargo, seguimos agobiándonos con la presión de encontrar a alguien a una determinada edad o en una determinada etapa de nuestra vida. Si aún no ha sucedido, nos decimos que nunca sucederá.
También tenemos la costumbre de caer en la trampa de compararnos injustamente con los demás. Podemos fijarnos en personas que parecen tener lo que nosotros queremos.
Pero centramos nuestra atención de forma selectiva y muy sesgada. Nos fijamos en las personas que creemos que están enamoradas o en relaciones comprometidas.
No nos acordamos de que, de hecho, más de la mitad de los adultos jóvenes (18-34 años) no tienen pareja.
O que hay muchos adultos que nunca se han enamorado.
Todo esto puede crear una tensión que nos agobia cuando pensamos en encontrar el amor.
6) Te preocupa no ser adorable
En lo más profundo de nuestro ser, muchos de nosotros guardamos un miedo secreto y tácito...
"No soy adorable".
De hecho, es la razón por la que tantas personas responden negativamente al hecho de ser amadas.
Muchos de nosotros experimentamos sentimientos de "no suficiencia".
Podemos basar nuestra autoestima en muchos factores externos, como lo que creemos que los demás piensan de nosotros, nuestro puesto de trabajo, nuestra situación sentimental, etc.
Nos sentimos inseguros si pensamos que no estamos a la altura.
A veces, la idea de que no eres digno de amor se convierte incluso en una creencia central. Una creencia central es una suposición que hacemos basada en experiencias pasadas, que se arraiga tan profundamente que actuamos como si fuera verdad (incluso cuando muy a menudo no podría estar más lejos de la verdad).
Te han herido o rechazado un par de veces en el pasado, así que inconscientemente llegas a la falsa conclusión de que no estás hecho para ser amado.
Admitirse a uno mismo que puede sentirse poco querible es el primer paso, antes de desterrar de una vez por todas esta falsa creencia central.
3 maneras de seguir sintiéndote querido cuando no estás "enamorado"
1) Conecta con el amor que ya te rodea
El amor, el afecto y la intimidad se manifiestan de muchas formas, y no sólo a través de la pareja romántica. Lo más probable es que tenga una red de apoyo a su alrededor.
La más obvia podría ser en forma de amigos y familiares, pero desde luego no son las únicas fuentes. También puede encontrarla en otros lugares como grupos comunitarios, clubes de networking o incluso lugares como su gimnasio.
La clave para sentirte querido independientemente de tu estado sentimental es construir activamente conexiones significativas.
Cuando ampliamos aún más nuestra percepción del "amor", podemos empezar a verlo allá donde vamos, en cientos de pequeños momentos repartidos a lo largo del día.
Está en la sensación de calor en la piel cuando el sol se cuela entre las nubes, está en el susurro de los árboles y el olor de una brisa fresca cuando sales a pasear, está en la sonrisa acogedora de un desconocido con el que te cruzas por la calle.
Cuanto más conscientes seamos y más atentos estemos a las pequeñas fuentes de amor que nos proporciona la vida, más agradecidos y felices nos sentiremos.
2) Descubrir una nueva pasión
Una vida plena es una vida realizada. Cuanto más enriquezcas tu vida con cosas que te importan, que te interesan y despiertan entusiasmo en tu interior, menos te sentirás falto.
La ausencia de un interés amoroso en este momento ofrece la oportunidad de perseguir otras cosas enriquecedoras que te iluminen.
Tomar una clase nocturna, dedicar tiempo a actividades que te gustan o aprender algo nuevo: todas estas cosas nos recuerdan que la pasión se presenta de muchas maneras.
3) Dar amor
Es una de esas pequeñas verdades de que todo aquello de lo que sentimos ausencia en la vida, puede que también lo estemos reteniendo.
El amor es una calle de doble sentido y los canales deben estar abiertos en ambos sentidos. Para recibir amor, también debemos ser capaces de dar amor.
Trabajar en el amor propio es siempre el mejor punto de partida. A menudo crecemos buscando el amor y la validación fuera de nosotros mismos, cuando ya tenemos una profunda fuente de amor en nuestro interior.
Pero del mismo modo que dar desinteresadamente es bueno para la salud y suscita gratitud, lo mismo ocurre con dar amor.
Los efectos positivos de regalar tu compasión, bondad y amor a los demás se te devolverán multiplicados por diez y te harán sentir más querido.
Para concluir: "El amor no es para mí"
El amor es sin duda para ti, porque el amor es para todos. Todas las personas de esta tierra son dignas de amor desde el momento en que nacen.
De hecho, los científicos creen que la necesidad de ser amado es una de nuestras necesidades más básicas y fundamentales. Está programada y es universal.
Todos estamos impulsados a buscar amor y a dar amor.
Pero también hay momentos en la vida en los que nos sentimos aislados de una fuente de amor: solitarios, aislados o pesimistas respecto a la posibilidad de encontrar un amor romántico.
Si en el fondo anhelas una pareja romántica en tu vida, puedes encontrarla. Pero pase lo que pase, es importante recordar que el amor aparece de muchas formas y siempre está a tu alrededor.