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Dejarse llevar por el drama puede ser emocional y mentalmente agotador.
Puede empezar en cualquier parte: desde olvidarse de saludar a alguien hasta desvelar accidentalmente los secretos de alguien a sus espaldas.
Por muy emocionante que sea ver un drama en la televisión, no es tan agradable cuando lo estás viviendo.
Nunca estamos seguros de cómo afectan nuestros comportamientos a los demás, por lo que debemos ser conscientes de lo que hacemos y decimos, y de cómo reaccionamos ante los demás.
Para evitar que el drama llegue a producirse, sería conveniente comprender estos 12 comportamientos que lo provocan en primer lugar.
1. Entrometerse demasiado en la vida de los demás
Como seres humanos, somos curiosos por naturaleza. A pesar de ello, podemos ir demasiado lejos, sobre todo al intentar entrometernos en la vida de los demás. Las personas también necesitan límites.
Imagínate a tus tíos en una reunión familiar. Puede que sean tan bruscos que te pregunten: "¿Por qué no te has casado todavía?" o "¿En qué trabajas? Hay mejores oportunidades ahí fuera para ti, ¿sabes?".
Aunque sus intenciones sean buenas, pueden dar lugar a conversaciones incómodas que no estás preparado para mantener delante de tu familia.
Entiende que la gente tiene su propia vida que vivir; por eso es importante que recuerdes mantenerte en tu carril y centrarte en tu propia vida.
Si un amigo está realmente preocupado por su vida, te lo hará saber.
2. Mentir a los demás
La deshonestidad es la forma más fácil de causar drama. La más pequeña mentira puede convertirse en una bola de nieve que te obligue a mantenerla hasta que te canses de ella.
Supongamos que te han encargado una tarea complicada en el trabajo. Cuando tu jefe te pregunta si la entiendes, mientes y dices "Sí" para impresionarle. Piensas que, de todos modos, podrás ir resolviéndola sobre la marcha. Es una mentira pequeña... por ahora.
Pero a medida que el proyecto avanza, empiezas a dudar de ti mismo. A medida que el plazo se acerca más y más, admitir tu falta de honradez sólo hará que las consecuencias sean más graves.
Es mejor ser honesto sobre el hecho de no entender lo que hay que hacer al principio, que admitirlo a mitad de camino, cuando ya se ha gastado tiempo y energía.
Los colegas pueden tener que luchar para salvar una ejecución deficiente, todo por una pequeña mentira.
3. Dejarse llevar por el ego
Cuando se trabaja en equipo, siempre surge la duda de quién se lleva el mérito.
Atribuirse el mérito de un trabajo bien hecho ha sido una fuente habitual de dramas entre compañeros; ninguna empresa es inmune a ello.
Siempre habrá gente que querrá estar en primera línea, atribuyéndose el mérito del trabajo de todos.
El precio, sin embargo, es una relación destrozada y la pérdida de cualquier oportunidad de recrear lo que hicieron juntos.
Esto es lo que pasa cuando los egos de la gente sacan lo mejor de ellos.
Ver también: ¿Cómo de raros son los machos sigma? Todo lo que necesitas saberAunque no hay una forma correcta de afrontar este tipo de situaciones, siempre es importante tener en cuenta las virtudes de la humildad y la honestidad a la hora de discutir con los compañeros; a veces, llegar a un compromiso puede ser la mejor opción para mantener la relación.
4. Reaccionar con demasiada rapidez
Tu pareja se enfada de repente contigo. Tu hijo dice que quiere dedicarse a las letras en vez de a la abogacía, como tú siempre has querido.
Las reacciones instintivas ante estos momentos pueden ser de enfado o decepción.
Sería fácil vengarse de tu pareja con palabras igual de hirientes o transmitir tu tristeza a tu hijo.
Estas reacciones rápidas son las que causan más drama; son irreflexivas y tienen consecuencias.
Cuando te paras a pensar en cómo reaccionar, puedes evitar que el drama comience.
Cuando das un paso atrás y piensas en tus propios actos, puedes hablar mejor de ellos con tu pareja.
Cuando te abstienes de expresar tristeza a tu hijo, puedes tomarte el tiempo necesario para comprender su decisión con la cabeza más tranquila.
5. No ser claro con lo que se quiere decir
La falta de claridad conduce a la falta de comunicación y desata la frustración y el drama entre las personas.
Es como jugar al Teléfono, donde tienes que pasar un mensaje a la siguiente persona. Cuando los superiores te dicen que te coordines con otros y explicas las instrucciones de forma indirecta, puede llevar a que tu jefe diga: "Eso no era lo que yo pedía".
Cuando quieras resolver un problema con tu pareja, las palabras que elijas pueden hacer que la relación sea un éxito o un fracaso. "Te quiero" y "Me encanta estar contigo" son dos cosas muy distintas.
Ser claro con tus sentimientos y pensamientos ayuda a evitar discusiones y desengaños innecesarios.
6. Pasar la culpa
Cuando la gente no está dispuesta a admitir que se equivocó, se produce un drama porque el problema persiste.
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Una razón habitual por la que las personas no están dispuestas a admitir que han cometido una falta es que no quieren manchar su reputación; no siempre tiene que ser también en un entorno laboral.
Cuando estás en casa y alguien se come la última de las galletas, pero nadie está dispuesto a admitirlo, eso provoca frustraciones y estrés emocional.
Asumir la responsabilidad de los propios actos es un acto de valentía. Da ejemplo y sé mejor persona la próxima vez que cometas un error.
7. Problemas sin resolver
Se tiende a querer evitar la confrontación en la medida de lo posible.
Aunque esto es comprensible, puede convertirse en un drama si se prolonga durante más tiempo.
Cuando alguien en una relación está siendo demasiado duro, pero su pareja no quiere sacar el tema, es probable que se encone y se convierta en algo mucho peor.
La relación empieza a volverse rocosa y complicada.
Su pareja acaba aguantando hasta que finalmente no puede más, lo que provoca una desagradable discusión y la ruptura.
Si hubieran sido francos, se habría evitado fácilmente una discusión que rompería la relación.
8. Esperar que todo el mundo piense como tú
No todo el mundo piensa como tú; suponer lo contrario es lo que va a causar conflictos y dramas.
Donde uno podría ver una oportunidad de trabajo, tú podrías verlo como un error.
Cuando no te tomas el tiempo necesario para entender por qué están dispuestos a dejar su trabajo actual y empiezas a dictarles lo que deben o no deben hacer, lo más probable es que acabes discutiendo con ellos.
Lo mejor que puedes hacer es intentar escuchar y entender el punto de vista de la otra persona. Intenta verlo desde su perspectiva y no te apresures a juzgar.
9. Participar en el teatro
Cuanta más gente hable de un chisme determinado, peor será.
Cuando participas en los chismorreos, animas a los demás a hacer lo mismo: es exponencial. Convierte un asunto pequeño en un problema mayor de lo que tiene que ser.
La mejor forma de evitar el drama es, bueno, evitar el drama; no entretengas a la gente cuando empiecen a hablarte de lo que supuestamente hizo alguien.
No se gana nada hablando de alguien a sus espaldas.
10. Favoritos
Cuando un profesor trata de forma diferente a un determinado alumno -es más amable con él cuando es despiadado con los demás-, contagia la frustración y la ira.
Es difícil caer bien a todo el mundo que conocemos. Seguro que hay personas en tu vida con las que preferirías pasar una tarde antes que con los demás.
El problema surge cuando se empieza a tratar a la gente de forma diferente.
Cuando eres explícito sobre cuánto estás dispuesto a hacer por una persona pero no por otra, se crea un límite en las relaciones.
El límite es lo que anima a los demás a desvincularse de ti, e incluso a buscar otros amigos con los que estar.
11. Sin filtro
Todos tenemos pensamientos aleatorios que surgen en nuestra mente cuando conocemos gente.
Ver también: 12 señales de que es una buena mujer para casarse (¡y nunca deberías dejarla escapar!)Podemos darnos cuenta cuando tienen un grano en la mejilla o cuando son más bajos de lo que pensábamos.
Aunque no hay nada malo en tener estos pensamientos (ya que, de todos modos, no tenemos control sobre ellos), es especialmente importante saber qué hacer con ellos.
No es necesario expresar todos los pensamientos. Si le señalas un grano, lo más probable es que la persona ya lo sepa, y acabas de arruinar su autoestima, lo que podría provocar que le caigas mal. Algunas cosas es mejor guardárselas para uno mismo.
12. Guardar rencor
Guardar rencor puede ser emocionalmente agotador.
Cuando una persona sigue cayéndote mal por lo que hizo en el pasado, puede resultar difícil entablar una relación significativa, sobre todo si trabajáis juntos o frecuentáis los mismos círculos sociales.
La mejor forma de evitar el drama es dejar de lado el rencor o buscar dentro de ti el modo de perdonar a la persona. Si han pasado años, lo más probable es que haya cambiado y aprendido de su pasado.
El drama tiende a generar más drama, puede fracturar las relaciones y provocar agresiones innecesarias entre las personas.
Es mejor abordar los problemas en su origen lo antes posible que esperar a que simplemente desaparezcan.
Puede que el tiempo cure todas las heridas, pero eso no significa que no puedas empezar a tratar el estrés emocional del drama.