"No soy lo suficientemente bueno" - Por qué te equivocas al 100%

Irene Robinson 11-10-2023
Irene Robinson

Tabla de contenido

La sensación de no ser lo suficientemente bueno es algo que experimentan muchas personas. Es una sensación general de que uno es menos que la mayoría de la gente, si no que todos, y puede ser difícil quitársela de encima.

Tanto si te comparas con tus amigos, colegas o desconocidos en la calle, o incluso en las redes sociales, siempre habrá alguien que tenga algo que tú no tienes y viceversa.

Estas 15 razones habituales por las que crees que no eres lo suficientemente bueno podrían estar bloqueando tu camino hacia el éxito.

Echémosles un vistazo.

1) Te centras en tus defectos en lugar de progresar positivamente mejorándolos.

Todo el mundo tiene problemas. Todo el mundo comete errores.

Aunque no hay nada malo en darse cuenta de los defectos y asumir la responsabilidad por ellos, te harás mucho daño si te olvidas de apreciar también todas las partes buenas. Si sólo te centras en tus errores, podrías tener problemas de autoestima y ansiedad.

Recuerda que es fácil desanimarse cuando algo va mal, pero también es importante que tengas las habilidades necesarias para recuperarte rápidamente de un bajón.

La cuestión no es si has cometido errores en tu vida o cuántos. Lo más importante es cómo aprendes y creces a partir de todas las experiencias pasadas.

En resumen, mientras te hables a ti mismo en positivo y mejores tus habilidades para ganar confianza, no importa que haya algunos errores aquí o allá. Lo importante es cómo te manejas para seguir adelante.

2) Como pides consejo a otras personas, crees que saben qué es lo mejor.

Si sigues pidiendo la opinión de los demás sobre cómo ser o hacer algo, podrías confiar demasiado en los demás. Y utilizar la opinión de otra persona para tomar decisiones o elegir no siempre es lo correcto.

No me malinterpretes: pedir consejo puede ser una forma eficaz de obtener otra perspectiva sobre determinadas situaciones y opciones. Puedes obtener mucha ayuda de familiares y amigos en todo tipo de ámbitos cuando expresas tus ideas a alguien que lleva mucho tiempo involucrado en tu vida.

Son este tipo de conversaciones las que pueden enseñarnos las mejores formas de aprender y mejorar sobre nosotros mismos.

Aunque podemos aprender mucho de los demás, también debemos tener cuidado de no confiar demasiado en sus opiniones.

Pero aún así tienes que asumir toda la responsabilidad de tomar tus propias decisiones.

Al depender demasiado de los demás a la hora de tomar decisiones sobre tu vida, te olvidas del poder que tienes en ella.

Y cuando alguien hace un comentario insultante sobre tus decisiones vitales, tu autoestima se reduce a pedazos. Y empiezas a pensar que no eres suficiente, que no eres tan inteligente o que no sirves para nada en este mundo.

El sentimiento de ser inadecuado depende de la opinión de otra persona, y cuando tu autoestima está desgastada, empiezas a cuestionarte si lo que otra persona piensa de ti realmente importa.

3) Eres demasiado crítico y acomplejado contigo mismo.

Es cierto lo que muchos dicen: tú puedes ser tu peor crítico.

Pero ser demasiado consciente de todo lo que haces puede llevar a serlo también de lo que piensan los demás.

Si esto es algo que ya ha ocurrido en tu vida o si sigue ocurriendo ahora, tener una autocrítica prepotente pasará factura a tu confianza y estima cuando te enfrentes a los retos que te esperan.

Puede ser fácil encontrar defectos y controlarse constantemente en presencia de los demás y comparar sus propias acciones con las de quienes les rodean.

La cuestión es que, cuando te juzgas demasiado a ti mismo con una cosa, acabas pensando que no eres lo bastante bueno cuando se trata de otras cosas.

Empiezas a ser puntilloso con cada pequeño detalle de ti mismo que te lleva a cometer errores y defectos. Es más, criticas incluso tus éxitos y victorias porque podrías pensar que fueron demasiado fáciles.

Este es un gran problema cuando se trata de ser consciente de uno mismo y no ser capaz de aceptarse lo suficiente, reconociendo tus capacidades y logros.

Esto podría reducir los niveles de confianza y aumentar las dudas sobre uno mismo.

4) Siempre te comparas con los demás.

Comparar es algo que todo el mundo hace, pero consumirse por lo que otros tienen y por cómo viven sus vidas es un fenómeno peligroso.

Cuando te comparas con personas que tienen más éxito o son más felices que tú, lo haces a costa de tu confianza.

Y es entonces cuando entra la duda.

Así que en lugar de alegrarte por los demás, empiezas a quejarte de por qué tu vida no es tan estupenda como la suya.

No es estar agradecido por lo que tienes y estar contento con tu vida lo que hace que esto ocurra. Es la incapacidad de estar satisfecho con quién eres, dónde estás en tu vida y qué oportunidades se te han dado.

Cuando te comparas demasiado con los demás, sobre todo con los que tienen más que tú, tu autoestima se va resintiendo.

Empiezas a creer que no mereces las cosas buenas de la vida y que, en cambio, hay algo más meritorio ahí fuera esperándote.

5) No tienes tanto éxito como esperabas.

Cada persona tiene una idea diferente del éxito, lo que lo hace muy relativo.

Algunas personas pueden definir el éxito como ser rico, famoso o inteligente. Otras pueden pensar que el éxito es poder ser feliz y estar contento con la vida en general.

Cuando te comparas con lo que has conseguido en tu mente, te pesa mucho.

Empiezas a creer que no eres lo bastante bueno porque no has conseguido lo que pensabas.

Esto puede llevarte fácilmente por un camino en el que empieces a pensar en lo mucho mejor que es la vida de los demás en comparación con la tuya.

No me malinterprete: exigirse mucho a uno mismo es bueno. Ser ambicioso y estar automotivado puede ayudarle a conseguir grandes cosas.

Sin embargo, es fácil sentirse decepcionado con uno mismo cuando esos objetivos no se alcanzan con la rapidez deseada.

Y cuando no lo consigues, el primer pensamiento que te viene a la cabeza es que eres un fracasado.

6) Sientes que las personas de tu vida no hacen lo que dicen.

Las relaciones, en general, necesitan un nivel de compromiso para cumplir lo que prometen. Así es como se demuestran mutuamente que su relación es importante y valiosa.

Así que cuando sientes que las personas de tu vida no están siendo como dicen, es fácil pensar que no eres lo suficientemente bueno.

Sientes que las personas de tu vida te defraudan y que ser defraudado es ser un fracasado.

Así que te sientes aún peor contigo mismo por culpa de las personas que se supone que están ahí para ti y no están haciendo su parte tan bien como se esperaba.

Esto es lo que hace que tu autoestima y tus niveles de confianza se resientan.

Lo que ocurre es que te preguntas si hay algo malo en ti. Empiezas a cuestionar tus elecciones, tu capacidad para tomar decisiones e influir en la gente que te rodea.

7) Te han rechazado demasiadas veces.

El rechazo es una experiencia por la que pasamos en todas las etapas de la vida. Forma parte del ser humano y de sentir la necesidad de conectar con los demás.

Cuando experimentamos el rechazo, puede ser doloroso. Puede herir tu ego, sobre todo si sabes que te has preparado y has trabajado duro para algo y luego no lo consigues.

Pero un rechazo tras otro puede ser desalentador y dejarte con la sensación de que ser rechazado es tu nueva normalidad.

Y ahora piensas: "No soy lo bastante bueno".

Mientras tanto, podrías acabar enfadado, pasivo-agresivo o incluso amargado.

Olvidas que el rechazo forma parte del ser humano, lo que te hace sentir indigno de cualquier cosa buena en esta vida.

8) Intentas ser otra persona.

En la sociedad hay mucha presión para comportarse y pensar de una determinada manera. Te dicen cómo tienes que vestir, qué carrera tienes que hacer e incluso con quién tienes que salir.

Puede que te sientas presionado para tener más éxito, tener un trabajo mejor o ganar más dinero. Te dicen con qué tipo de persona debes salir e incluso cómo debes actuar a su lado.

Es fácil caer en la trampa de que otra persona está viviendo la vida perfectamente en este momento sin ningún problema. Cuando esto sucede puede hacerte sentir que ser tú mismo no es lo suficientemente bueno.

Si la vida de otra persona parece ser mejor que la tuya, puede hacerte creer que ser tú mismo no sólo es malo, sino también aburrido.

Por eso, cuando comparas tu vida con la de los demás y descubres que la de ellos es mejor, es fácil empezar a sentir envidia o incluso tener la sensación de no valer nada.

Este tipo de pensamiento puede impedirte descubrir tu verdadero y auténtico yo, y ser feliz contigo mismo y con tu vida.

Pierdes la oportunidad de descubrir quién eres, cuáles son tus pasiones y hacia dónde quieres ir.

9) Sientes que no eres tan bueno como los demás.

Las personas que creen que no son lo bastante buenas para hacer algo suelen acabar por no intentar hacer nada. Tienden a no implicarse en sus comunidades porque no sienten que pertenezcan a ellas.

Cuando piensas en lo que harías si te dijeran que no eres lo bastante bueno, las posibilidades parecen infinitas. Puedes optar por rendirte y quedarte estancado, o puedes arriesgarte y ver qué pasa.

Por supuesto, se trata de tu perspectiva.

Cuando crees que alguien es mejor que tú, en lugar de pensar que puedes ser como esa persona, no refuerzas tu autoestima, sino todo lo contrario.

Acabas sintiéndote inferior e inseguro, y ser inseguro sólo te frenará.

10) Te centras en tus defectos en lugar de progresar positivamente mejorándolos.

Nadie es perfecto. Todos tenemos algún defecto, ya sea ser demasiado tímidos o torpes.

La verdad es que los defectos están ahí por alguna razón, sean cuales sean.

Tal vez no tengas la confianza suficiente para expresarte con los demás, sobre todo en público. Puede que tu torpeza te provoque ansiedad al caminar por lugares concurridos o al estar en salas llenas de gente.

Independientemente de la razón detrás de estos defectos, es menos beneficioso para usted pasar una cantidad ridícula de tiempo siendo autodespreciativo y pensando en sí mismo como un inútil, en lugar de poner más esfuerzo en áreas de oportunidad para mejorar.

Acabas sintiéndote miserable contigo mismo y siendo el único que lo sufre.

Ser autodespreciativo no ayuda a nadie, especialmente a ti.

11) Creciste en un entorno que te decía que no eras lo bastante bueno.

Puede ser muy difícil separar tu educación, el haber sido criado de una determinada manera, de tu confianza en ti mismo y tu visión del mundo.

Crecer en un hogar donde hay favoritismos y comparaciones constantes, donde te dicen que no eres lo bastante bueno y te hacen sentir menos persona puede causar graves daños.

Puede que incluso lo hayas interiorizado y creas que es la verdad, sin darte cuenta de que ninguna de esas cosas te define como individuo ni determina tu valía o tu lugar en este mundo.

Para ser sincero, puede ser un ciclo muy difícil de romper.

Si tus padres o hermanos te han dicho que no eres lo bastante bueno, es fácil que sientas que, después de todo, tenían razón.

Podrías acabar teniendo miedo de arriesgarte y correr riesgos en tu vida porque ser un fracasado y no ser lo suficientemente bueno es todo lo que te han dicho siempre.

12) Estás obsesionado con ser perfecto.

Todos tenemos nuestras inseguridades y defectos. Y ser el mejor en lo que hacemos es una buena forma de aumentar la confianza y la autoestima.

Pero ¿sabía que obsesionarse con ser perfecto puede ser más perjudicial que útil?

El problema es que ser perfecto no es algo que exista. Es un concepto abstracto que nos imponen a través de la publicidad y las redes sociales, haciéndolo parecer lo más valioso de la vida.

La verdad es que todo el mundo tiene sus puntos fuertes y débiles, y siempre habrá alguien mejor que tú en algo.

Cuando te obsesionas con la perfección, nunca estarás satisfecho con lo que has conseguido. Puede que acabes siendo demasiado duro contigo mismo e infeliz con ser simplemente tú.

13) Mantienes relaciones tóxicas y poco saludables.

Las relaciones tóxicas e insanas suelen ser el motivo por el que las personas creen que no son lo bastante buenas.

Puedes pensar que estar en una relación tóxica y abusiva es mejor que estar solo o soltero. Te apegas a estas personas porque no te sientes lo suficientemente bueno como para hacerlo mejor.

Cuando alguien te maltrata verbal o físicamente, es fácil pensar que las relaciones son así.

Y empiezas a creer que no eres lo suficientemente bueno.

Esta es la creencia más peligrosa y tóxica de todas. Porque significa que crees que es aceptable estar en una relación con alguien que no te respeta, no demuestra amor y sólo busca lo que puede obtener de ti.

Puede que incluso creas que el hecho de que te traten así es culpa tuya por tus defectos, así que que te traten mal te parece normal.

14) Estás atravesando un trauma emocional.

"No soy lo suficientemente bueno" puede ser una mentira que te dices a ti mismo por haber pasado por un trauma emocional. Sientes que nadie te querría ni se preocuparía por ti, así que ¿para qué molestarse en ser "lo suficientemente bueno"?

Los traumas emocionales son muy comunes en la sociedad actual y pueden afectar a la autoestima, haciendo que uno sienta que ya no basta con ser la mejor versión de sí mismo.

De hecho, puede que ni siquiera sepas que tienes o estás pasando por una forma de trauma emocional.

Y cuando una persona o una situación te provoca algo, te va a resultar difícil creer que es posible ser lo mejor de ti mismo, lo suficientemente bueno.

No importa cuántas veces la gente te diga que te quiere o que se preocupa por ti, ni los numerosos elogios que recibas. Sigues sintiéndote menos digno de lo que eres ahora mismo.

15) Es posible que sufras depresión.

La depresión es una enfermedad grave que parece un ladrón en la noche. No hay nada peor que estar atrapado en tu propia cabeza.

Puede quitarte la motivación, el sentido de pertenencia y sentir que te asfixian por dentro. Es más común de lo que crees, pero mucha gente no reconoce que lo sufre.

Ver también: 13 maneras de lidiar con una persona agresiva (guía práctica)

Según Harvard Health, son muchos los factores que entran en juego a la hora de ser diagnosticado de depresión. Algunos de ellos son la genética, el equilibrio de la química cerebral, el consumo excesivo de drogas o alcohol, el estrés excesivo durante un largo periodo de tiempo.

La depresión es una enfermedad mental que puede llevarte a sentirte inútil, cansado y ansioso todo el tiempo debido a que eres incapaz de hacer frente a la presión que se ejerce sobre ti.

¿Cómo te animas a ti mismo cuando sientes que no eres lo suficientemente bueno?

Puede resultar difícil abandonar la idea de que no eres lo bastante bueno, pero ¿qué ocurre si te dices a ti mismo que eres mejor de lo que crees?

La verdad es que hay muchas cosas de tu vida que pueden pasar desapercibidas: sólo tienes que buscar formas de animarte cuando esos pensamientos negativos empiecen a apoderarse de ti.

Tómate un tiempo de vez en cuando para recordar estas 19 maneras:

1) Céntrate en tus puntos fuertes

Centrarte en tus puntos fuertes en lugar de en los débiles no sólo te hará sentir mejor contigo mismo, sino que también puede sacar lo mejor de lo que eres y de lo que haces.

Cuando te centras en tus puntos fuertes, no sólo adquieres más confianza en ti mismo, sino que te resulta más fácil sentirte feliz con lo que eres.

Empezarás a sentir una autoestima más positiva, lo que significa que tus pensamientos cambiarán de "no soy lo bastante bueno" a "no soy perfecto, cometo errores como todo el mundo, pero esto es lo que me hace ser yo, yo".

Cuando te centras en tus puntos fuertes, no sólo tienes la oportunidad de reconocer quién eres, sino que además tienes más posibilidades de crecer.

2) Reconozca sus puntos débiles

Centrarte en tus puntos fuertes no significa que te olvides de tus puntos débiles. No son algo que debas ignorar porque también tienen su importancia.

De vez en cuando, recuérdate cuáles son tus puntos débiles y busca la forma de mejorarlos de uno en uno.

Historias relacionadas de Hackspirit:

    Mírelo de este modo: los puntos débiles son áreas de oportunidad.

    Considera la posibilidad de reflexionar más sobre cómo puedes mejorar estos puntos débiles. Asiste a talleres, lee libros o incluso contrata a un coach que te ayude a aprender más no sólo sobre ti mismo, sino también sobre lo que significa realmente valorar tus puntos débiles.

    Recuerda que, a la larga, tus puntos débiles pueden convertirse en puntos fuertes si los afrontas con una actitud positiva y un auténtico deseo y esfuerzo por mejorar.

    3) Acepte sus limitaciones

    Nadie es perfecto. Y no sólo eso: ninguna persona es igual.

    Eres única a tu manera, y también tienes que aceptar eso de ti misma.

    Así que cuando descubras que no eres bueno en algo o pienses que no es tu punto fuerte, reconócelo pero no dejes que te afecte.

    Las limitaciones no son malas porque te hacen ser quien eres. Forman parte de tu carácter y sólo te hacen más único.

    Aceptar tus limitaciones te enseña que no todo es posible y que no todo el mundo puede ser bueno en todo.

    Esto te hace más humano.

    4) Resta importancia a tus fracasos

    Fracasar no es malo, ¡en absoluto! De hecho, los fracasos pueden darte las mejores lecciones. Incluso las personas con más éxito del mundo sufrieron innumerables reveses y fracasos antes de llegar a la cima.

    Restar importancia a nuestros fracasos no sólo nos da confianza en nuestras capacidades, sino que también nos permite ver las cosas desde otra perspectiva. Y estas perspectivas pueden cambiarlo todo.

    En lugar de pensar que has fracasado porque no eres lo bastante bueno, intenta pensar en qué ha fallado y cómo puedes mejorar a partir de tus errores o, al menos, acéptalo como una experiencia de aprendizaje.

    Céntrate en las cosas positivas de cada mala situación. El lado positivo, si puedes llamarlo así.

    Siempre hay algo bueno, aunque te cueste encontrarlo.

    5) Escucha primero tu intuición y no la de los demás

    Tú eres tu propia persona, y tienes tu propia vida que vivir. Tienes tu propio viaje que ni siquiera las personas más cercanas a ti pueden entender.

    Tu intuición es lo que te va a decir cómo son realmente las cosas y no sólo una segunda opinión de otra persona que te dice cómo se siente al respecto.

    No me malinterprete.

    Pedir opiniones y escuchar lo que dicen los demás puede darte diferentes perspectivas, no sólo sobre la situación, sino también sobre lo que puedes hacer de otra manera.

    Pero no escuchar a tu intuición siempre dejará un espacio vacío difícil de llenar con las palabras u opiniones de otra persona, por muy buenas que sean.

    Así que escucha con atención cuando te hable esa vocecita interior y concéntrate primero en ella cada vez que te enfrentes a una decisión o a algo en lo que necesites ayuda.

    Lo más probable es que haya algo importante que sacar de ello.

    6) Sea más amable consigo mismo

    Lo creas o no, no encontrarás un crítico más duro que tú mismo. Sólo tú puedes ser el juez más duro, y sólo tú puedes exigirte ese nivel.

    Puede ser un reto dejar de criticarse a uno mismo. Sin embargo, esto no sólo daña tu autoestima, sino que te impide ser quien eres.

    Para. Da un paso atrás. Y respira.

    Date un respiro. Sé indulgente contigo mismo cuando las cosas no salgan bien.

    Esto no significa que excuses todos tus errores.

    Deja de presionarte tanto y de añadir peso extra a la ecuación por no ser amable al respecto.

    No eres perfecto, así que no intentes serlo. Tómate el día a día y recuerda lo bueno de cada situación.

    Ser más amable con uno mismo sólo te ayudará a crecer y a no sentirte abrumado por los retos a los que te enfrentas.

    Con el tiempo, podrás crear un camino que te conduzca a tus sueños, al éxito personal y a la verdadera felicidad.

    7) Sea más paciente consigo mismo

    La paciencia es una virtud que a muchas personas les cuesta dominar, pero darse más margen no sólo ayuda a no ser tan duro con uno mismo, sino que también permite dar un paso atrás y no precipitarse.

    Cuando eres más paciente contigo mismo, evitas llevarte al límite.

    Por ejemplo, en lugar de intentar alcanzar todos tus objetivos en un día o una semana, date más tiempo y céntrate en hacer bien cada tarea. No te precipites sólo porque haya que terminarlas en algún momento, ya que podrías acabar sacrificando la calidad y no cumpliendo tus objetivos.

    Y esto no sólo se refiere al trabajo y los estudios: también es aplicable a las relaciones, las aficiones o cualquier otro aspecto de la vida en el que desee mejorar.

    La paciencia no sólo evitará que seas tan duro contigo mismo, sino que te permitirá llevar las cosas al ritmo adecuado, que es bueno tanto para tu salud mental como para la calidad de tu trabajo.

    Y por último, la paciencia te permite no sentirte mal todo el tiempo porque las cosas no están sucediendo tan rápido como te gustaría.

    Recuerde que, a veces, el viaje es lo que lo hace especial, no lo rápido que lleguemos a él.

    8) Agradece siempre lo que tienes

    Muchas veces, la gente se centra en lo que no tiene en lugar de en lo que tiene. Y la mayoría de las veces, esto sirve para medir cómo nos sentimos con nosotros mismos.

    Esta no es una forma útil de enfocar las cosas porque sólo nos hace pensar que no lo estamos haciendo bien y que no merecemos lo mejor que la vida nos puede ofrecer.

    En lugar de eso, intenta apreciar lo que tienes ahora mismo, aunque sea poco o nada. Hacer esto te facilitará no sentirte mal contigo mismo y te ayudará a aumentar la confianza en ti mismo.

    9) Haz más cosas que te hagan sentir bien

    Todos tenemos nuestra propia forma de sentirnos bien.

    Desde cosas tan sencillas como escuchar música, ver una película que nos guste o pasar tiempo con nuestras mascotas, hay innumerables formas de hacernos sentir mejor por no poder lograr lo que otros hacen con tanta facilidad.

    10) Tener más afirmaciones positivas

    Cuando las cosas vayan bien, felicítese por ello.

    No sólo da a tu autoestima el empujón que necesitas, sino que también demuestra lo orgulloso que deberías estar de ti mismo por no rendirte y hacer que las cosas sucedan sin importar las luchas que te salieron al paso.

    Otra forma de fomentar una actitud más positiva es hacer una lista de todas las cosas que te hacen increíble. Verás que no sólo empieza a subir tu autoestima, sino que también tendrás una idea más clara de lo realmente increíble y digno que eres.

    Y cuando las cosas se tuerzan, date una palmadita en la espalda por no rendirte.

    Recuérdate a ti mismo tus esfuerzos y tu fuerza para no dejar que las malas circunstancias se interpongan en tu camino.

    11) Practicar la gratitud a diario

    Tener gratitud no sólo te ayuda a sentirte más feliz y agradecido, sino que también fomenta la autocompasión y el pensamiento positivo.

    En lugar de centrarte en lo que no va bien en tu vida, céntrate en las cosas buenas que están sucediendo para recordarte lo lejos que has llegado desde entonces.

    No sólo te ayudará a no perder la esperanza, sino que también te dará ideas sobre lo que está por venir si sigues trabajando duro.

    Date el crédito que te mereces.

    Muchos de nosotros somos culpables de no darnos suficiente crédito por nuestros logros o incluso de ser demasiado autocríticos con todo lo que hacemos o decimos mal.

    En lugar de centrarte en lo que no has hecho bien, céntrate en lo que ha ido bien y en lo que puedes aprender de ello.

    No sólo te sentirás mejor contigo mismo, sino que también comprenderás mejor hacia dónde debes dirigir tus esfuerzos la próxima vez.

    12) Que te dé el sol en la cara

    Literalmente.

    Ver también: Las 16 cosas que a los hombres les gustan en la cama pero no piden

    Mucha gente olvida y subestima lo poderoso que es nuestro cuerpo cuando se trata de nuestra disposición mental.

    Un simple paseo al aire libre en un día cálido y soleado no sólo ayuda a nuestro organismo a producir más vitamina D, sino que también levanta el ánimo y hace que nos sintamos mejor por no poder realizar tantas cosas como nos gustaría.

    Si no puedes salir de casa, opta por sentarte junto a la ventana y disfrutar de la vegetación y las vistas naturales que puedas contemplar.

    No sólo te hará sentir bien, sino que también mejorará tu estado de ánimo.

    13) Date un capricho

    No basta con que tengas tiempo para ti.

    De vez en cuando, date un capricho con el que no sólo disfrutes, sino que también te haga sentir mejor por no poder lograr tanto.

    Cómete un helado, mira tu serie favorita, cómprate flores.

    No sólo te muestra lo bien que lo estás haciendo, sino que también fomenta el pensamiento positivo y juzga menos lo que no va bien en tu vida.

    Te lo mereces.

    14) Estar con gente de confianza

    Si tu autoestima es baja porque crees que nadie se preocupa lo suficiente por ti, lo mejor que puedes hacer es pasar tiempo de calidad con personas de confianza que te eleven y te valoren de verdad.

    Los que te conocen de verdad son los que no intentarán hundirte cuando vean que tu autoestima ha recibido un golpe. Pasar un rato con ellos puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo y a recuperar la confianza rápidamente.

    Si no quieres que te animen, puede que su presencia te haga sentir mejor contigo mismo.

    15) Deja atrás tus relaciones tóxicas

    Las relaciones están ahí para ayudarte a crecer como persona. Si no, no merecen tu tiempo.

    No tiene sentido rodearse de personas negativas y tóxicas que siempre te hunden. No merece la pena perder el norte, olvidar quién eres y alejarte de tu felicidad.

    Mantener a raya tus relaciones tóxicas no te ayudará en tu camino hacia la autoestima, sólo te causarán más daño que bien.

    Puede que sea un proceso más duro y largo de hacer, pero cortar lazos con personas que traen negatividad y toxicidad a tu vida te hará bien.

    Cuanto antes los sueltes, antes estarás en camino de ser lo mejor que puedas ser.

    16) Sé creativo con tus ideas para ti mismo

    Ser creativo no es sólo una forma de expresarse, sino también de aumentar la autoestima.

    La creatividad no significa necesariamente dedicarse a las manualidades, sino simplemente salirse de lo convencional y dejar fluir la creatividad sólo para uno mismo.

    Piensa en cómo puedes mejorar tu vida de alguna manera, ya sea cocinando un plato nuevo, redecorando tu dormitorio o reorganizando tus muebles.

    Recuerda, esto es para ti, no para nadie más.

    17) Siéntete orgulloso de los progresos que has hecho hasta ahora, en lugar de centrarte en lo mucho que te queda por hacer.

    El progreso no sólo tiene que ver con el destino, sino también con lo lejos que se ha llegado.

    Puede resultar estresante ser consciente de los plazos y no haber alcanzado lo que te habías propuesto. Centrarse en lo mucho que queda por hacer puede hacerte sentir incapaz y no lo suficientemente bueno.

    Recuerda, no es una carrera.

    Tómate tiempo para apreciar lo que ya has conseguido. Siéntete orgulloso de lo que has logrado hasta ahora en lugar de pensar en lo mucho que te queda por recorrer.

    Celébralo haciendo descansos o saliendo con amigos y familiares al final de cada jornada como incentivo para ti mismo.

    Puede ser muy útil felicitarse por los progresos realizados hasta el momento, no sólo porque le hará sentirse mejor, sino también porque es motivador e inspirador para lo que está por venir.

    18) El rechazo puede significar que hay algo mejor

    Escucha, nadie quiere ser rechazado. No es divertido, en absoluto.

    Pero si cambias de perspectiva, puedes ver el rechazo como una señal de que no estás preparado para algo, o de que algo no es para ti.

    Piensa en ellos como señales que indican el camino hacia algo mejor.

    Una cosa importante que hay que recordar: no se puede ganar a todos.

    Así que la próxima vez que el rechazo llame a tu puerta, dite a ti mismo que no pasa nada, no te enfades e intenta no tomártelo a mal.

    Sólo tienes que seguir adelante y continuar.

    19) ¡Diviértete!

    Con todo lo que está sucediendo en tu vida que puede hacerte cuestionar tu valía y hacerte sentir que no eres lo suficientemente bueno, date cuenta de que tienes la opción de dejarlo ir y simplemente divertirte con ellos.

    ¿Qué significa eso? Significa no permitir que esas cosas tengan tanto impacto en ti que te hagan olvidar quién eres como persona.

    Y una parte de eso es soltarse.

    Cuando te desprendas de las presiones de la vida, te sentirás más ligero. También te permitirás ser más creativo a la hora de resolver problemas y abordar tus áreas de oportunidad porque ya no estás abrumado por ellas.

    Puede hacer nuevos amigos, aprender a cocinar algo nuevo o emprender una actividad que le haga vibrar.

    No importa lo que sea, siempre que hagas algo que te divierta y no te dejes llevar por las preocupaciones.

    Sólo cree

    La sensación de no ser lo suficientemente bueno es algo que experimenta mucha gente. Son esos momentos en los que sientes que todo va mal y que el mundo se ha vuelto contra ti.

    Sin embargo, no sentirse lo suficientemente bueno no tiene por qué ser un sentimiento permanente, sino que es algo que se puede superar con el tiempo.

    La mejor forma de dejar de sentir que no eres lo bastante bueno es reforzando tu autoestima y tu confianza.

    Concéntrate en tus puntos fuertes y en todas las cosas buenas y positivas de tu vida, en lugar de fijarte sólo en tus debilidades y limitaciones, y compénsalo con la perspectiva de que son oportunidades de crecimiento.

    Ten en cuenta que lo que los demás digan de ti no define quién eres como persona. Sólo tú puedes hacerlo.

    Recuerda también que en la vida hay que tomar lo malo con lo bueno.

    Cree en ti mismo lo suficiente como para saber que, por muy difíciles que sean las cosas, mañana siempre será un nuevo día. Y no hay nada malo en tomarse un tiempo cada día para descansar y recargar pilas y para estar con gente que te levante, en lugar de superarlo todo solo.

    Libérate de las presiones de la vida. Y, por último, ¡no olvides divertirte!

    Con todo lo que está sucediendo en tu vida que puede hacerte cuestionar tu valía y sentir que no eres lo suficientemente bueno, date cuenta de que todavía puedes elegir cómo quieres reaccionar.

    Cierra los ojos, respira y sonríe.

    Las cosas mejorarán. Cree que mejorarás.

    Irene Robinson

    Irene Robinson es una entrenadora de relaciones experimentada con más de 10 años de experiencia. Su pasión por ayudar a las personas a navegar a través de las complejidades de las relaciones la llevó a seguir una carrera en consejería, donde pronto descubrió su don para los consejos prácticos y accesibles sobre relaciones. Irene cree que las relaciones son la piedra angular de una vida plena y se esfuerza por empoderar a sus clientes con las herramientas que necesitan para superar los desafíos y lograr una felicidad duradera. Su blog es un reflejo de su experiencia y conocimientos, y ha ayudado a innumerables personas y parejas a encontrar su camino en tiempos difíciles. Cuando no está entrenando o escribiendo, se puede encontrar a Irene disfrutando del aire libre con su familia y amigos.