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¿Alguien intenta hacerte quedar mal en el trabajo o en tu vida personal?
Ver también: ¿Cuándo es el momento de romper? 19 señales de que necesitas terminar la relaciónEs fácil atacar y responder agresiva e instintivamente, pero quiero sugerir un enfoque más inteligente.
He aquí cómo aprovechar los esfuerzos de alguien por sabotearte y devolvérselos sin ningún tipo de venganza o desorden.
Qué hacer cuando alguien intenta hacerte quedar mal
Hay una gran variedad de situaciones en las que los demás pueden intentar hacernos quedar mal, especialmente en el trabajo o en situaciones sociales.
Cuando ocurra, resiste el impulso de arremeter o vengarte.
Al mismo tiempo, ten en cuenta estos 8 consejos importantes sobre cómo responder.
1) No te rías
Me enfrenté al acoso escolar durante mi infancia y a la exclusión social más adelante, incluso en contextos laborales y sociales.
Mi reacción solía ser leve: desestimaba los comentarios que me menospreciaban o se burlaban de mí y me reía a mi costa.
¿Qué daño puede hacer? Pensé...
Bien:
En realidad, el daño que puede hacer es mucho. Si tú no te respetas y defiendes, nadie más lo hará tampoco.
Si quieres saber qué hacer cuando alguien intenta hacerte quedar mal, el primer paso es tomárselo en serio.
Por mucho que este individuo intente convencerte de que es sólo por diversión, sabotear a alguien y hacerle sentir fatal no es ninguna broma.
Me gustan los consejos de Stephanie Vozza al respecto:
"Si encuentras pruebas de sabotaje, tómatelo en serio.
"Reúne pruebas que apoyen tu creencia de que estás siendo socavado y saboteado".
2) Abordar las raíces
Si arremetes de inmediato contra alguien que intenta estropear tu imagen y hacerte sentir mal, corres el riesgo de que vuelva a ocurrir de una forma aún peor.
En su lugar, es importante abordar las raíces de por qué esta persona está tratando de arruinar tu reputación.
El motivo puede ser una ganancia monetaria, un ascenso, respeto y atención o incluso simplemente por despecho.
Pero en la raíz de todas estas motivaciones suele haber una cuestión principal: una intensa inseguridad.
Las personas seguras de sí mismas no se molestan en rebajar a los demás porque están demasiado ocupadas en construirse a sí mismas.
Quien te esté haciendo esto probablemente tenga serios problemas de autoestima y confianza en sí mismo.
No digo que sientas pena por ellos, pero sí que te comuniques con ellos de tú a tú.
Lo que me lleva al tercer consejo.
3) Hable con ellos cara a cara
A menudo, en situaciones sociales o en el trabajo, una manzana podrida puede intentar hacerte quedar mal apoyándose en el poder de la presión del grupo.
En otras palabras, intentarán mostrarte como incompetente, malintencionado o débil ante el grupo en su conjunto.
Luego se cruzan de brazos mientras la preocupación y las burlas del grupo empiezan a aumentar ante los rumores que se extienden sobre ti.
"Dios mío, ¿en serio Bob le ha dicho al director general que necesita otra prórroga? El tío es tan jodidamente vago..."
Tú, Bob, les oyes hablar así de ti y te debates entre responder para defenderte o quedarte callado.
Poco sabe la gente que tu mujer está gravemente enferma y que has estado completamente distraído del trabajo debido a eso.
Quieres decirle a todos tus compañeros de trabajo que cierren la boca...
En lugar de eso, ve a buscar a la fuente de ese chisme desagradable y enfréntate a ella.
Háblales de tú a tú. Hazles saber que si tienen alguna duda sobre ti o algún problema pueden venir a hablar contigo personalmente y no a tus espaldas.
Evita el enfado o la acusación. Pregúntales qué les parecería que empezaras a difundir rumores inexactos o injustos sobre ellos a sus espaldas.
4) Acabe con las mentiras
Como ya he dicho, en muchas situaciones no funciona enfrentarse a un grupo que se ha contagiado de las mentiras o rumores de alguien sobre ti.
Pero si alguien intenta hacerte quedar mal delante de un grupo de amigos, de un ser querido o incluso delante de desconocidos, también es importante que te protejas.
Ver también: 9 señales de que tienes una personalidad peculiar que algunas personas no pueden "entender"Tomemos un ejemplo común pero aparentemente trivial:
Estás cenando con un posible contacto comercial. Trabajas en el sector inmobiliario y esta persona es un importante promotor con el que te gustaría mucho trabajar.
Vendrá con su socio, otro promotor de alto nivel.
Quedáis en un restaurante y enseguida te das cuenta de la mirada crítica de esa persona hacia tu ropa, que no es cara.
Entonces, mientras ojea el menú, el tipo hace comentarios despectivos sobre que quizá los precios son demasiado altos para ti. Su compañera se ríe.
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Te sientes castrado y enfadado, pero no quieres responder con algo grosero por si arruina tu oportunidad.
Estar a la defensiva es inseguro, pero no decir nada o salir enfadado te hace parecer un gilipollas. La mejor respuesta es algo así:
"Vine aquí para ayudar a ganar dinero y ayudarnos a todos a ser más ricos, no para actuar como si ya lo tuviera".
Boom.
Cortas por lo sano y consigues que se rían y que te respeten.
5) Reducir la amabilidad
Los manipuladores emocionales, los narcisistas y las personas psicológicamente abusivas pueden ser un poco como tiburones espirituales.
Buscan a alguien simpático, amable o indulgente y se aprovechan de él.
Es horrible verlo, y tampoco es muy divertido experimentarlo.
Si tiendes a ser el "chico simpático" o la "chica supertranquila", intenta rebajar un poco la amabilidad.
Sé amable con quienes te tratan bien y te respetan.
No regales tu tiempo, energía, compasión y ayuda.
No tienes ninguna obligación de dar poder a las personas tóxicas y manipuladoras.
Además, piénsalo así:
Cuanto más te dejes utilizar, menospreciar o avergonzar por los demás, más posibilidades tendrás de que tomen impulso y maltraten a otras personas después de ti.
Acaba con el ciclo. Sé menos amable.
6) Que no se te suba a la cabeza
Un dicho popular afirma que no hay que dejar que los elogios se te suban a la cabeza. Lo que quiere decir es que no hay que creerse tan grande como para descuidarse y empezar a dar por sentado el éxito.
Lo mismo ocurre a la inversa:
No debes dejar que las críticas y el comportamiento tóxico de los demás se te suban a la cabeza.
Puedes defenderte, enfrentarte a ellos cara a cara, empoderarte y tener claros tus límites, pero no tienes por qué tomártelo como algo personal.
Cuanto más se esfuerza alguien por hacerte quedar mal, más patético es.
¿Quién hace eso? En serio...
Ten toda la seguridad posible en ti mismo y sabe que si los demás intentan sabotearte activamente es que te tienen miedo o se sienten amenazados por ti de alguna manera.
Recuerde lo que dijo el líder sindical Nicholas Klein:
"Primero te ignoran. Luego te ridiculizan. Luego te atacan y quieren quemarte. Y luego te construyen monumentos".
(La cita suele atribuirse falsamente al líder independentista indio Mahatma Gandhi, pero fue pronunciada originalmente por Klein).
7) Haz que parezcan desesperados
Ya he insistido aquí en que las respuestas de ojo por ojo cuando alguien intenta hacerte quedar mal no suelen ser el camino a seguir.
Es cierto.
Sin embargo, en algunos casos, puedes devolverles el golpe haciéndoles parecer desesperados.
Alguien que intenta arruinar tu reputación o gasearte a menudo puede ser fácilmente desmontado simplemente señalando lo obsesionado que está contigo.
"Gracias por preocuparte tanto por mí y por el análisis psicológico gratuito, tío. Estaré bien. Cuídate, ¿vale?" es un ejemplo de respuesta eficaz.
También muestra a la gente que rodea a esta persona tóxica lo extraña que es su obsesión contigo.
8) Ignorar por completo sus travesuras
Si estás en condiciones de hacerlo, una de las mejores respuestas para saber qué hacer cuando alguien intenta hacerte quedar mal es ignorarle por completo.
Si su comportamiento es inmaduro, estúpido o irrelevante para tu vida, haz todo lo posible por dejarlo pasar.
Ni siquiera te dignes a responder.
Siga a lo suyo y deje pasar la idiotez.
¿Tomar el camino correcto?
Cuando se trata de qué hacer cuando alguien intenta hacerte quedar mal, no te preocupes por tomar el camino más alto o el más bajo.
En su lugar, toma el camino eficaz.
Y esta es la verdad:
Para ser eficaz tienes que desarrollar tu propio poder, ceñirte a tus límites y prestar atención a quienes la merecen.
¡Buena suerte!