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Tienes un amigo que siempre parece aprovecharse de ti. ¿Qué deberías hacer?
Es importante recordar que las amistades no siempre están destinadas a durar para siempre. Algunas relaciones es mejor dejarlas atrás.
Pero antes de llegar a ese punto, hay muchas medidas que puedes tomar para mantenerte firme y forjar una amistad mejor.
Al fin y al cabo, las amistades siempre deben ser mutuamente beneficiosas y solidarias.
Así que aquí tienes cómo manejar a un amigo que te utiliza...
¿Cómo saber si un amigo sólo te utiliza?
Es posible que notes algunas señales de alarma en una amistad concreta. Algunas pueden ser señales más sutiles de que un amigo te está utilizando, mientras que en otras situaciones pueden parecer obvias.
Tal vez te pidan favores constantemente o esperen que les pagues, o tal vez intenten obtener algo de ti constantemente.
Si crees que esto está ocurriendo con un amigo, aquí tienes algunas señales de que te están utilizando:
- Ni siquiera tienen que explicarte por qué necesitan tu ayuda, simplemente la esperan.
- Tu amistad gira en torno a ellos. En realidad sólo hablan de sí mismos y de lo que les pasa en su propia vida. Da la sensación de que muestran poco interés por lo que pasa en tu vida.
- Se espera que pagues siempre que salgáis juntos.
- Siempre estás sacándoles de apuros o acudiendo a su rescate. Puede que se queden sin gasolina y te llamen para que les recojas o quizá se han olvidado la cartera en casa y te ofreces a prestarles dinero.
- Hay falta de aprecio. Puede que no te pidan perdón cuando te decepcionan o te molestan. Tal vez tengan la expectativa de que hagas cosas por ellos.
- Otras personas te dicen que no te tratan bien.
- Te sientes resentido por su comportamiento hacia ti.
- Sólo te llaman, se ponen en contacto contigo o quieren quedar contigo cuando les conviene, y nunca cuando te conviene a ti.
- A menudo te decepcionan, incumplen tus promesas y no aparecen por ti.
Cómo tratar a un amigo que te utiliza
1) Identifique lo que le molesta
Para empezar, puede ser útil identificar exactamente qué comportamientos y acciones de tu amigo te hacen sentir utilizado.
Esto no sólo aclara las cosas en tu mente, sino que puede resultarte útil si decides tener una conversación sincera con tu amigo sobre cómo te sientes.
Sé sincero contigo mismo. Si te sientes herido por el comportamiento de tu amigo, reconócelo. No te ocultes esos sentimientos.
Antes de tomar cualquier decisión sobre cómo afrontar la situación, también ayuda tener muy claro lo que quieres.
¿Quieres terminar la relación? ¿Quieres seguir siendo amigo? ¿Quieres intentar arreglar las cosas?
¿Qué le parece a usted una resolución feliz?
2) Sentirse más cómodo diciendo que no
Es una palabra muy sencilla, pero que no siempre resulta tan fácil de pronunciar.
De hecho, a muchos de nosotros nos cuesta decir que no a la gente, y cuando alguien es especialmente insistente, puede resultar aún más difícil.
No nos gusta sentir que decepcionamos a los demás. A menudo nos preocupamos demasiado por lo que puedan pensar de nosotros.
¿Nos verán como egoístas por negarnos a hacer algo? ¿Nos rechazarán si no estamos de acuerdo con ellos?
Pero lejos de ser algo negativo, decir que no puede ser algo bueno.
Demuestra respeto por ti mismo y te permite mantenerte firme en lo que crees que es mejor para ti. También permite que los demás sepan dónde pones tú el límite.
Así que tómate un tiempo para practicar el decir no. Empieza con poco si sabes que es algo que te cuesta.
Si es usted una persona instintivamente partidaria del "sí", que acepta cosas sin pensárselo mucho, empiece a decir que sí más despacio.
En lugar de decir que no, practica a decir cosas como "tengo que pensármelo" o "me gustaría tener algo de tiempo para decidirme". Así crearás espacio en torno a tu decisión.
Si al final dices que no, la persona a la que se lo digas agradecerá que al menos lo hayas considerado antes de llegar a ninguna conclusión.
3) Reafirme sus límites
Todas las relaciones sanas tienen reglas, aunque sean tácitas.
Tendrás que establecer unas normas básicas entre tú y tu amigo, es decir, unos límites personales sobre lo que es aceptable y lo que no.
Nuestros límites son esenciales en la vida. Sin ellos nos perderíamos en el caos. Pero a veces nuestros límites no están claramente definidos, lo que puede generar confusión y frustración.
Cuando establezcas límites, es importante que recuerdes que están ahí por tu propio bien y que no todo el mundo tiene por qué estar de acuerdo con ellos.
Entonces, ¿cómo crear límites?
Piensa en lo que más valoras en la vida. ¿Qué quieres evitar? ¿Qué tipo de relación quieres mantener?
Al hacerlo, estarás definiendo lo que está bien y lo que no.
Por ejemplo: quiero que mis amistades se basen en la honestidad, así que no mentiré a mis amigos y no toleraré que mis amigos me mientan a mí.
Una vez que hayas escrito tus valores, puedes empezar a pensar en tu amigo. ¿Cómo podría estar actuando de forma contraria a esos valores?
4) Dígales cómo se siente
Si queremos tener relaciones sanas con alguien, tenemos que estar dispuestos a comunicarnos abiertamente.
Aunque nos encante hablar de las cosas buenas, siempre nos resultará más incómodo plantear los problemas de nuestras amistades.
Es totalmente natural sentirse incómodo o nervioso a la hora de decirle a un amigo cuando te ha molestado, te ha enfadado o se ha pasado de la raya.
Pero si es un amigo de verdad, querrá saberlo para que puedas resolver tus problemas.
Comunicarse eficazmente significa responsabilizarse de sus sentimientos. En lugar de reprimirlo todo, debe intentar expresar por qué se siente enfadado, triste o frustrado.
Ver también: 10 señales que demuestran que eres una mujer con clase a la que todo el mundo respetaHazles saber por qué te sientes así.
¿Qué decirle a alguien que te utiliza?
- Utiliza palabras con "yo" para explicar cómo te sientes. Decirle a alguien "me siento como" puede evitar que se ponga a la defensiva.
Por ejemplo, decir "siento que me intereso más por ti que tú por mí" no es una afirmación de hecho, es simplemente decirles cómo te sientes.
En cambio, proclamar que "no te interesas por mí" suena mucho más acusador.
- Evite extremos como "nunca" y "siempre".
Del mismo modo, cuando sugiere que algo siempre o nunca sucede, no reconoce los aspectos positivos de su amistad.
Sugiere que éste es un aspecto constante y nunca cambiante de su relación juntos.
- Una vez que les expliques cómo te sientes y les des ejemplos de por qué te sientes así, pregúntales qué piensan.
Esto demuestra que estás interesado en escuchar su versión y abierto a encontrar juntos una manera de avanzar.
5) Estar menos disponible
Si tienes amigos que sólo se ponen en contacto contigo cuando les conviene, puede ser una buena idea estar menos disponible.
Puede que te estén dando por sentado. Estar menos disponible no significa ser antipático, simplemente significa poner en la relación la misma energía que ellos ponen.
Ver también: 15 maneras de hacer que alguien piense en ti 24/7Si la amistad se siente unilateral, puede que decidas que necesitas reequilibrar un poco la balanza.
A veces, la forma más sencilla y rápida de hacerlo es reinvertir esa energía que has estado dando a este amigo en particular y ponerla en otra parte.
No hace falta que estés a su entera disposición.
No hace falta que dejes las cosas y vengas corriendo siempre que te necesiten o te quieran.
Puede que decidas que te parece más sano dedicarles menos tiempo o ayudarles menos con explicaciones.
6) Si lo necesitas, date un poco de espacio con respecto a la amistad
Tal vez te sientas un poco confuso sobre qué hacer a continuación, o si quieres que este amigo siga en tu vida.
No pasa nada por dejar un poco de lado la amistad mientras resuelves las cosas.
Un poco de tiempo puede ayudarte a evaluar cómo te sientes y lo importante que es esta amistad.
Puedes decirle a tu amigo que estás trabajando en ti mismo para explicarle tu ausencia si no estás preparado para hablar de ello.
Esencialmente, está bien que te des prioridad a ti mismo y a tu bienestar. Si eso significa poner temporalmente un poco de espacio entre tú y este amigo, que así sea.
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7) Deja de complacer a la gente
Complacer a la gente es un hábito que muchos de nosotros adquirimos a una edad temprana.
La mayoría de nosotros sentimos el deseo de ser populares.
De hecho, en parte es biológico. Tenemos una programación genética para sentirnos aceptados por el grupo, ya que antaño nuestra mera supervivencia habría dependido de ello.
Ser excluido socialmente podría haber sido una sentencia de muerte en la época de los cavernícolas.
Pero el problema actual de querer la aceptación social es que empezamos a creer que nuestra felicidad depende de la aprobación de los demás.
Eso puede provocar mucho estrés y ansiedad, ya que anteponemos las necesidades y deseos de los demás a los nuestros.
También tendemos a esforzarnos demasiado por complacer a los demás, lo que no hace sino empeorar las cosas. Lo creas o no, complacer a la gente sólo conduce a relaciones más débiles, no más fuertes.
Cuando intentamos caer bien, a menudo acabamos haciendo cosas que normalmente no haríamos.
Todas las relaciones requieren dar y recibir, pero tienes que reconocer cuándo sueles ser tú quien da y otra persona quien recibe.
Si es así, es posible que esté cayendo en hábitos de complacer a la gente, derivados de inseguridades o de una baja autoestima.
8) No se lo tome como algo personal
Este artículo se centra en un montón de consejos prácticos para ayudarte a lidiar con las cosas cuando estás siendo utilizado por alguien.
Pero eso no significa que debas tomártelo como algo personal.
Puede que el hecho de que aceptes o toleres que te utilicen ponga de manifiesto ciertas cosas en las que quieres trabajar para ti. Pero su comportamiento y sus acciones recaen sobre ellos en última instancia, no sobre ti.
Aunque las cosas que hacen te parezcan chocantes, lo cierto es que puede que ni siquiera sean conscientes de ello.
Puede que tu amigo esté ensimismado.
Cuando las personas carecen de conciencia de sí mismas, pueden no darse cuenta de su preocupación por sí mismas.
En realidad dice más de ellos que de ti.
9) Estar alerta ante la manipulación
Siempre habrá personas con las que nos encontremos en la vida que intenten manipularnos o aprovecharse de nosotros.
Lo mejor que puedes hacer es tratar de mantenerte consciente y atento a las ocasiones en que alguien pueda estar manipulándote.
Además de las personas que pueden intentar utilizarte para obtener favores prácticos o dinero, también habrá amigos que te utilicen emocionalmente.
Pueden utilizar herramientas como la culpabilización o el chantaje emocional para intentar conseguir lo que quieren. Pueden intentar que te sientas culpable por algo que has hecho o no has hecho.
Pero es importante reconocer estas tácticas como lo que son: un intento de presionarte y manipularte para salirse con la suya.
10) Negarse a hacerse la víctima
Recuerda que no puedes controlar cómo se comportan los demás, pero sí tienes el poder de elegir cómo respondes a las situaciones.
Así que, en lugar de sentirte impotente, debes saber que eres tú quien debe tomar las riendas de tu vida.
Si te niegas a permitir que nadie te trate mal, dejarás de jugar el papel de víctima y tendrás menos probabilidades de enredarte en amistades malsanas.
En lugar de dejar que otra persona dicte cómo vivir tu vida, puedes empezar a vivirla según tus valores y principios.
Decidir asumir la autorresponsabilidad no consiste en asignar o aceptar la culpa, sino en ser el héroe de tu propia vida.
Así podrás decirte a ti mismo:
"No me gusta esta situación, ¿qué puedo hacer al respecto?", en lugar de sentirse atascado, impotente, desamparado y a merced de lo que hagan los demás.
11) Sea lo más paciente y amable posible
Defenderte no tiene por qué hacerse de forma altanera o agresiva, de hecho, puedes hacerlo con cariño.
Es probable que el hecho de que un amigo te utilice te haga sentir enfadado en algunos momentos. Es probable que experimentes frustración y resentimiento.
Es importante recordar que estos sentimientos no son malos, sino una reacción natural a la situación.
Pero lo más importante es que no dejes que esas emociones te controlen.
Puedes elegir abordar las cosas con comprensión, amabilidad y paciencia.
12) Recuerda que mereces que te traten con respeto
Nadie merece que se aprovechen de él.
Es importante que recuerdes que mereces respeto y amor, y si alguien te trata de forma irrespetuosa, tú decides si quieres seguir a su lado.
La decisión de abandonar una amistad nunca debe tomarse a la ligera, pero no dejes que te pisoteen, te mereces algo mejor.
Si ellos:
- Siempre te falla
- Trata de intimidarle, controlarle o manipularle.
- El equilibrio entre cómo ambos contribuyen a la amistad está muy lejos...
...entonces puede que sea el momento de plantearse si esta persona es una influencia positiva en su vida.
A veces, la mejor solución es seguir adelante.
Si tienes que aguantar constantemente a alguien que te hace la vida imposible, puede que haya llegado el momento de cortar lazos.
Al fin y al cabo, te mereces vivir tu vida sin el estrés y la ansiedad constantes de tener que lidiar con alguien que te hace daño.
13) Intenta encontrar a otras personas que te traten bien
Por suerte, hay mucha gente buena que no te utilizará ni abusará de ti.
Encuentra a esas personas y rodéate de energía positiva.
Te sorprenderá lo feliz que serás cuando empieces a buscar nuevos amigos que compartan tus valores.
Personalmente, he empezado a tratar a las amistades casi del mismo modo que a las citas.
En lugar de sentirme obligado a ser amigo de alguien, soy mucho más selectivo.
Me tomo mi tiempo para conocerles y evaluar de verdad si encajamos bien el uno con el otro y si aportamos valor a la vida del otro.
Lo comparo con las citas, porque creo que a menudo somos más selectivos con las personas con las que salimos, así que ¿por qué no adoptar el mismo enfoque con las amistades?
Para concluir: cómo tratar a las personas que te utilizan
Si alguien sólo te utiliza en su propio beneficio, no está siendo realmente un amigo.
Puede que intenten manipularte o controlarte, o puede que sólo estén interesados en sí mismos.
Si te encuentras en esta situación, no permitas que se salgan con la suya. Diles lo que piensas sobre la forma en que te han estado tratando.
Si tienes una buena relación con esa persona, tienes que hablar con ella sobre su comportamiento si quieres salvar la amistad.
No reprimas tus sentimientos, pero intenta expresarte de forma clara y razonable.
Puede que decidas mantener las distancias con ellos hasta que las cosas mejoren.
En última instancia, si no escuchan lo que tienes que decir, probablemente tendrás que cortar lazos con ellos por tu propio bienestar.