Cómo tratar con alguien que te ha herido emocionalmente: 10 consejos importantes

Irene Robinson 06-07-2023
Irene Robinson

Que las personas a las que quieres hieran tus sentimientos es algo que no puedes evitar.

A veces, el dolor no es peor que una bofetada, pero otras veces puede llegar a calarte tan hondo que te dan ganas de poner fin a la relación para siempre.

Pero el caso es que, aunque te hayan hecho daño, son alguien a quien consideras especial, así que una parte de ti sigue queriendo salvar la relación... y por eso es difícil.

Aquí tienes 18 consejos importantes que debes tener en cuenta cuando trates con alguien que te ha herido emocionalmente.

1) Distanciarse para procesar los sentimientos

Lo peor que puedes hacer después de que alguien te haya herido emocionalmente es reaccionar de inmediato.

Tienes que darte tiempo para calmarte y procesar tus sentimientos. De lo contrario, acabarás haciendo o diciendo algo de lo que te arrepentirás.

Por esa misma razón, también necesitas que haya cierta distancia entre tú y la persona que te ha hecho daño. Todo el tiempo del mundo no te ayudará a calmarte si estáis cerca el uno del otro.

Por muy tentador que sea, intenta alejarte con la mayor calma posible.

¿Te engañaron? Déjalos hablar... pero luego aléjate.

¿Le contaron a alguien tu secreto? Diles que eres consciente de lo que hicieron... y luego vete.

No lo hagas para hacerles sentir culpables y que te persigan y te pidan perdón. Hazlo porque es un paso necesario para que te recuperes.

2) Cuida tu cuerpo

En momentos de gran angustia, es esencial que te cuides. A veces nos olvidamos de comer porque lo único que queremos es llorar. Pero esto no sólo es malo para nuestro cuerpo, también puede serlo para nuestro sentido del juicio.

Cuidar tu cuerpo te ayuda a manejar mejor tus emociones, y eso significa ingerir suficientes nutrientes, dormir y poner tu cuerpo en movimiento.

El ejercicio hace que el cuerpo libere endorfinas, que son sustancias químicas que ayudan a mantener la felicidad. Por eso se suele recomendar a las personas que sufren depresión que hagan ejercicio. Además, golpear un saco de boxeo tiene algo de catártico.

El descanso, por otra parte, ayuda a la mente a ponerse al día con lo que ha estado pasando y a procesar las emociones fuertes que ha estado reprimiendo mientras estaba despierto. Así que cuando sienta que no puede más, coja una almohada y duerma.

Hacer todo esto puede ayudarte a mantener el buen humor y la cabeza despejada, dos cosas importantes en tu situación.

3) Comprende que tus sentimientos son válidos

Lo más probable es que alguien que te ha herido emocionalmente intente hacerte dudar de ti mismo y de tus pensamientos, un acto llamado gaslighting.

Puede ser deliberado, pero también hay gente que está tan perdida en sí misma que ni siquiera se da cuenta de que lo está haciendo.

En cualquier caso, es importante que te defiendas de ello. Las emociones son irracionales por naturaleza, y no debes dejarte llevar por ellas.

Pero aun así, debes tener en cuenta que tus sentimientos son válidos y que nadie tiene derecho a dictar cómo debes sentirte.

Si te dicen que sólo estás siendo muy sensible, considera esa posibilidad pero no dejes que nieguen tus sentimientos. Al fin y al cabo, tú puedes ser sensible y ellos seguir teniendo la culpa.

4) No se culpe a nadie

Podrían tener la tentación de echarte la culpa de lo ocurrido.

Puede que te digan que no estás haciendo lo suficiente o que has hecho algo que les ha obligado a actuar como lo han hecho. También puede que sientas la tentación de devolverles la culpa.

Deberías evitarlo.

No te atasques jugando al juego de la culpa, porque eso sólo llevará a que las cosas empeoren para todos los implicados. Recuerda que cuando la gente dice algo como "¡mira lo que me hiciste hacer!", lo que hicieron fue algo que eligieron hacer.

Sé la mejor persona y aléjate del drama. Reúne tus pensamientos por ahora para poder comunicarlos bien después.

Sois adultos, no niños que se señalan con el dedo.

Si te echan la culpa, no les des el gusto.

Si sientes la necesidad de culparles, sal de la habitación y distráete, es una pérdida total de tiempo.

5) Piensa en cómo puedes haber contribuido

Sin embargo, que no debas culpar a nadie no significa que debas ignorar la posibilidad de haber empeorado la situación.

Ver también: 10 rasgos de personalidad que demuestran que eres una persona amable y compasiva

Durante la discusión, ¿levantaste la voz, te pusiste argumentativo o sacaste temas que deberían haberse dejado de lado?

Pongamos que alguien te ha tirado un vaso al coche porque le has gritado por estar borracho y parado en medio de la carretera. Puede que haya sido decisión suya tirarte algo al coche y estar borracho, pero las cosas no habrían ido tan mal si no le hubieras gritado.

Aparte de eso, piensa en cómo puedes haber contribuido a que hicieran lo que te hizo daño.

¿Los descuidaste durante tanto tiempo? ¿Fuiste crítico y arrogante con ellos? Seguramente, tú también tienes algunos defectos.

Piénsalo y no dejes que tu orgullo se interponga en tu autorreflexión.

6) Escribir para reflexionar

Escribir sobre tus problemas es una forma sencilla pero eficaz de que te resulte más fácil comprenderlos y procesarlos.

Coge un trozo de papel o enciende el portátil y escribe lo que ha pasado. Cuando lo hayas hecho, describe las cosas que han hecho y dicho que han contribuido a que te sientas así.

¿Seguían fantasmeándote en las citas?

¿Su bocaza les hizo compartir demasiados secretos personales suyos?

Si te parece remotamente relevante, escríbelo. Eres libre, no te filtres.

Una vez que hayas terminado, lee lo que has escrito. Es más fácil captar tus sentimientos cuando los miras en lugar de ahogarte en ellos.

7) Trate de comprender realmente la situación

Nadie hace nada sin motivo.

Puede ser una emoción reprimida que por fin sale a la superficie, un día estresante que se les sube a la cabeza o rumores y habladurías que les llevan a conclusiones erróneas.

Intentar averiguar el motivo de la situación -que a veces, aunque no siempre, puede ser tan sencillo como preguntarles al respecto- puede ayudarte a procesar mejor la situación y a decidir cómo quieres afrontarla.

Si te han traicionado deliberadamente, puede ser bastante difícil encontrar otra razón que no sea su egoísmo y su falta de preocupación por los demás. Pero no tienes por qué perdonarles. Lo único que tienes que hacer es comprender la situación y analizarla desde todos los ángulos.

Al hacerlo, ayuda tratarlo como si fueras un extraño, tal vez como un científico que intenta examinar un espécimen al microscopio.

Elimina tus sentimientos e intenta ver las cosas de la forma más objetiva posible. Tu objetivo no es empatizar con alguien que te ha hecho daño porque es una tarea demasiado grande, sino simplemente ver las cosas con más claridad.

8) Piense en su historia

Que alguien hiera tus emociones una o dos veces es algo que tal vez puedas asumir como errores honestos que vale la pena perdonar. Pero cuando es algo que ha sucedido una y otra vez, debes tener cuidado porque existe la posibilidad de que estés atrapado en una relación abusiva.

Por eso, es muy importante que te tomes tiempo para pensar realmente en cómo te han tratado en el pasado.

Trata de ver si hay un patrón en el daño emocional que has estado recibiendo y cuánto tiempo ha durado.

Tampoco pienses que sólo importan las cosas grandes. Incluso las pequeñas traiciones, cuando se producen con suficiente frecuencia, se unen para crear grandes heridas abiertas en tu corazón. Después de todo, existe la muerte por mil cortes.

9) Piense en lo que significan para usted

Cuando te hayas calmado y hayas tenido tiempo de procesar tus emociones, piensa en lo que significan para ti.

¿Es alguien a quien quieres de verdad?

¿Crees que en el fondo son buenas personas y que lo que te hicieron fue algo fuera de lugar?

Si habéis sido amigos durante décadas, quizá sea el momento de ver quiénes son ahora y no ponerse nostálgico de la versión pasada de ellos. Quizá esa persona a la que solías querer no es la misma que tienes ahora.

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    Suponiendo que no cambien nunca, ¿vale la pena el dolor que pueden traer a tu vida?

    Esto no te llevará automáticamente a la claridad, por supuesto. Pero podría ayudarte pensar en quiénes son y qué significan realmente para ti en este momento y en tu futuro. Todavía merece la pena luchar por algunas personas y algunas relaciones.

    10) Pida una segunda opinión

    Nunca subestimes la importancia de tener otra perspectiva del asunto.

    No puedes ser completamente objetivo por mucho que lo intentes y, aunque otras personas tampoco van a ser necesariamente objetivas, al menos pueden ver algo que tú nunca podrás ver por mucha autorreflexión que hagas.

    Pero ten cuidado. Elige a alguien que sea realmente sensato. Dile que realmente necesitas un consejo sensato, y no sólo consuelo. Dile que no pasa nada si no se "pone de tu parte" porque realmente quieres la verdad.

    Aunque es tentador hablar de tus problemas con amigos y familiares, debes tener mucho cuidado de que ningún cotilleo llegue a la persona que te ha hecho daño, o de lo contrario acabarás empeorando aún más las cosas.

    Por este motivo, la mejor opción, aunque no necesariamente la más barata, es un asesor profesional, sujeto a un juramento de confidencialidad.

    11) Concéntrese en sí mismo

    La abnegación es buena, pero con demasiada frecuencia se abusa de ella.

    A las personas que maltratan emocionalmente a los demás les gusta aprovecharse de su amabilidad y generosidad.

    Ver también: 15 preguntas psicológicas que revelan la verdadera personalidad de alguien

    También es frustrantemente común en el amor. No es raro oír hablar de tipos que maltratan y controlan a sus parejas hasta el punto de que ella quiere irse... pero no puede, porque cuando ella lo intenta, él amenaza con hacerse daño.

    Hay un punto en el que debes ponerte firme y centrarte en ti mismo.

    No tienes por qué ser el más comprensivo. Estás tratando con adultos, no con niños que aún luchan por averiguar qué está bien y qué está mal.

    Hágase una sencilla pregunta: ¿mantenerlos en su vida le hará más feliz?

    Si la respuesta es sí aunque ahora te hagan daño, entonces sigue adelante e intenta darle otra oportunidad a vuestra relación. Si la respuesta es un gran no, entonces no estás obligado a ser amable con ellos, no eres la Madre Teresa.

    12) Dejar ir la ira

    Es increíblemente tentador enfurecerse y fantasear con la venganza cuando te han hecho daño. Ese enfado es natural y, de hecho, sería preocupante que no sintieras absolutamente nada después de un incidente doloroso. Pero no debes dejar que ese enfado te consuma.

    Piénsalo así: ¿quién es el que sale perjudicado cuando te quedas pensando en las cien formas distintas que tienes de vengarte? Tú, por supuesto.

    Viven libres de rentas en tu cabeza cuando te duele pensar en ellos, mientras que ellos, por otro lado, probablemente ni siquiera estén pensando en ello.

    Mira. Ya te han hecho daño, no dejes que te lo hagan dos veces enfadándote.

    Es mucho más productivo y saludable para ti dejar a un lado tu ira. Esto no va a ser fácil, pero un buen comienzo sería agarrarte a ti mismo cada vez que te enfadas, y en lugar de intentar pensar en ello, distraerte.

    Es una habilidad que todos debemos aprender para llevar una vida sin estrés.

    13) Intenta hablarlo

    Cualquier tipo de relación necesita una buena comunicación. Dicen que cualquier problema puede resolverse simplemente hablando.

    Tanto si decides dejarles como si intentas solucionar el problema con ellos, una de las cosas más importantes que puedes hacer es hablarlo, pero hazlo sólo cuando te hayas calmado y hayas aceptado tus sentimientos.

    Intenta hablar con ellos sobre lo que te han estado haciendo sentir. Sobre qué es lo que han estado haciendo que no te gusta, cómo y qué es lo que te gustaría que cambiaran... si todavía quieres darles una oportunidad. Intenta negociar entonces y encontrar un término medio que os haga felices a ambos.

    Mantén la calma y evita lanzar acusaciones. Si los ánimos se caldean, quizá puedas volver a hablar más adelante.

    14) No esperes nada

    Puede ser tentador pensar que, una vez resueltos los problemas, basta con hablar de ellos y todo irá bien.

    Lamentablemente, vas a tener que dejar de lado esas expectativas.

    Aunque es bueno tener esperanzas de éxito, también debes dejar de lado las expectativas que puedas tener.

    Cuando te acerques a ellos para volver a hablar, no esperes que te digan que lo sienten. Cuando decidas darles otra oportunidad, no esperes que no vuelvan a hacerte daño.

    De este modo será más fácil aceptar el fracaso tal y como viene, y cada éxito se convierte en una agradable sorpresa.

    15) No fuerce la reconciliación

    La solución ideal a cualquier conflicto sería hablar las cosas y llegar a un compromiso, pero a veces no merece la pena.

    A veces es mejor cortar por lo sano en lugar de forzar una reconciliación que ellos no quieren, o que sería increíblemente injusta para ti.

    Pueden disculparse cuanto quieran por los errores que hayan podido cometer, pero no estás obligado a aceptar sus disculpas sólo porque te las hayan dado.

    Del mismo modo, no puedes obligarles a disculparse por algo por lo que no están dispuestos a disculparse.

    A veces la reconciliación es simplemente imposible, y eso está bien. No te fuerces, no les fuerces.

    16) Prepárate para olvidarlas

    Esto puede parecer una medida drástica y, sinceramente, lo es... pero es lo mejor si todavía tenéis sentimientos negativos hacia el otro. Si lo que hicieron es realmente hiriente para ti y no ves que vayan a mejorar pronto, entonces es mucho mejor para ti cortar por lo sano.

    De lo contrario, sólo conseguirás acabar atrapado en una relación tóxica.

    Pero oye, eso no significa que cerréis la puerta para siempre. De hecho, olvidarlos ahora puede ser bueno para vuestra relación dentro de unos años. No podréis adquirir buenas perspectivas y crecer si seguís entrelazados. Tenéis que cortar el cordón.

    Intenta detenerte cada vez que se te pasen por la cabeza. Intenta alejarte de todo lo que te recuerde a ellos durante un tiempo. Aléjate de las fotos antiguas, de los lugares por los que solíais pasar el rato, de las reuniones con amigos comunes.

    Haced las cosas que puedan ayudaros a olvidarlas. Volveréis a encontraros una vez que os hayáis convertido en mejores versiones de vosotros mismos. Quién sabe, vuestra relación más adelante se hará más fuerte porque habéis puesto fin a las cosas.

    17) Convierte la experiencia en una lección

    Lo que no te mata te hace más fuerte... o al menos debería.

    No basta con reflexionar sobre lo que has pasado si simplemente decides perdonar y olvidar, pensando que no volverá a ocurrir.

    Piense en lo que ha llevado las cosas a este punto, vea lo que puede evitar en el futuro y recuérdelo a menudo.

    Por ejemplo, quizá uno de tus defectos era que minimizabas sus sentimientos. Pensabas que sólo estaban necesitados. Ahora ya sabes qué debes mejorar en ti para que tu relación funcione.

    Y si ambos decidieron seguir adelante, ahora ya sabes que la próxima vez que estés en una relación, tienes que cuidar a tu pareja y tratar de satisfacer sus necesidades... o mejor aún, encontrar una pareja que no sea tan necesitada.

    18) No dejes que la experiencia te hastíe

    Sacar lecciones y aprender de la experiencia es bueno, pero al mismo tiempo debes recordar que no debes dejar que te afecte y te hastíe.

    Hay gente que se siente herida por su pareja y va por ahí gritando "todos los hombres/mujeres son infieles" y es lamentable.

    Se sienten heridos y, en lugar de culpar a la persona que les ha hecho daño, echan la culpa a su sexo, a su condición social o incluso a su nacionalidad. Incluso juran no volver a enamorarse.

    Pero las personas no siempre encajan en esas cajitas tan bonitas que una persona hastiada imagina que encajan. Claro que algunos hombres engañan, al igual que las mujeres. Pero algunos no son todos, y al pensar así están descartando a mucha gente buena de la que podrían haberse hecho amigos.

    No tengas miedo de volver a empezar amistades y relaciones sólo porque una, dos o cinco hayan fracasado. Cada persona es diferente, ¡de eso puedes estar seguro!

    Últimas palabras

    Y cuanto más cerca estamos unos de otros, más evidentes son nuestros defectos.

    Esta es la razón por la que hacemos daño y nos hacen daño los que más queremos.

    Sea cual sea la conclusión a la que llegues, ten presente que tú y tus sentimientos importáis. No será fácil, y a veces tendrás que dejarte llevar, pero confía en tu instinto y en tu corazón.

    Las relaciones van y vienen. En este mundo, tú eres tu mejor aliado. Piensa en lo que es mejor para ti, aunque por ahora pueda ser difícil o doloroso. Algún día, las cosas te dolerán cada vez menos y podrás ver que las cosas pasan por algo, sobre todo las dolorosas.

    Irene Robinson

    Irene Robinson es una entrenadora de relaciones experimentada con más de 10 años de experiencia. Su pasión por ayudar a las personas a navegar a través de las complejidades de las relaciones la llevó a seguir una carrera en consejería, donde pronto descubrió su don para los consejos prácticos y accesibles sobre relaciones. Irene cree que las relaciones son la piedra angular de una vida plena y se esfuerza por empoderar a sus clientes con las herramientas que necesitan para superar los desafíos y lograr una felicidad duradera. Su blog es un reflejo de su experiencia y conocimientos, y ha ayudado a innumerables personas y parejas a encontrar su camino en tiempos difíciles. Cuando no está entrenando o escribiendo, se puede encontrar a Irene disfrutando del aire libre con su familia y amigos.