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¿Te sientes indeseado o poco querido?
Si su respuesta es afirmativa, no está solo.
Sentirse indeseado es algo que todo el mundo experimenta en algún momento de su vida.
Ya sea por parte de un familiar, un amigo, la pareja o incluso un desconocido, es normal sentirse rechazado.
En este artículo, repasaré 10 pasos que puedes empezar a dar hoy mismo para dejar de sentirte indeseado.
Me siento poco querido y no deseado
Sentirse no querido o no amado puede hacer que nos sintamos deprimidos, ansiosos e infelices. También puede afectar a nuestras relaciones y a nuestra autoestima.
Sentirse no querido o no amado puede manifestarse de muchas maneras:
- Sentirse ignorado en los actos sociales
- Sentir que no está unido a los miembros de su familia
- Sentir que no eres lo suficientemente bueno para otra persona
- Sentirse ignorado o excluido
- Sentir que sus necesidades no están cubiertas
- Sentir que no tienes amigos de verdad
- Sentir que a la gente no le importa lo que piensas o dices
- Sentirse sexualmente no deseado en una relación
- Sentir que te ha abandonado la persona que se suponía que más te quería
Qué hacer cuando no te quiere nadie
1) Saber que todos tenemos miedo al rechazo
¿Es normal sentirse indeseado?
Es importante recordar que todos experimentamos sentimientos de rechazo en un momento u otro.
Es posible que experimentes estos sentimientos debido a un acontecimiento que ha sucedido recientemente, pero también puede que sientas que sobre tu cabeza planea un miedo constante a no ser querido por todo el mundo.
Aunque saber esto puede no cambiar esos sentimientos, es de esperar que ayude saber que la mayoría de nosotros nos sentimos así alguna vez.
Nos pasamos la vida intentando encajar.
Hay un fuerte impulso dentro de nosotros que quiere ser aceptado. Pero la verdad es que muchos de nosotros estamos plagados de un miedo profundamente arraigado de que estamos fracasando en ello, no importa lo que hagamos.
El miedo a ser excluido del grupo está arraigado en nosotros, probablemente tanto genética como socialmente.
Érase una vez que nuestra propia supervivencia dependía de ello. Y por eso somos muy sensibles a cualquier cosa que pensemos que amenaza nuestra posición dentro de los grupos sociales.
Los estudios han descubierto que el rechazo y el dolor físico son lo mismo para tu cerebro.
Complacer a la gente y llevar una máscara que oculte nuestro verdadero yo se convierten en hábitos que adquirimos.
Pero sólo sirven para aislarnos aún más, haciéndonos sentir menos vistos, menos comprendidos y menos queridos.
¿Puedo contarte un secreto?
A la mayoría de nosotros nos preocupa que nos pase algo, que de alguna manera no seamos queridos o deseados.
Es más universal de lo que se cree. Lejos de ser un "bicho raro" por sentirse así, es muy normal. Parece formar parte de la condición humana.
El miedo a ser excluidos puede hacer que nuestra mente nos juegue malas pasadas y busque cosas que en realidad no existen.
2) Practicar la vulnerabilidad
Los pensamientos que tenemos en la cabeza son como monstruos debajo de la cama.
Cuando encendemos la luz, nos damos cuenta de que sólo estaba en nuestra imaginación. Pero en ese momento se siente muy real. Ese miedo que se crea en el momento es palpable.
Pero la vulnerabilidad es esa luz que encendemos para revelar la verdad:
Sólo eran sombras e ilusiones.
Abrirse aún más puede sonar contradictorio cuando ya te sientes inseguro.
Pero esto es lo que ocurre:
Cuando dejas de protegerte y entregas voluntariamente tu verdad (tus verdaderos sentimientos y pensamientos) no queda nada que "proteger".
Por eso, nadie puede quitarte lo que has decidido dar libremente.
No digo que sea fácil, hace falta valor para ser honesto y abierto con la gente. Hace falta práctica para mejorar en ello.
Pero cuando lo haces, se siente como una liberación. Casi como una gran exhalación después de contener la respiración durante tanto tiempo.
Así que cuéntale a la gente cómo te sientes. Pide apoyo cuando lo necesites. No tengas miedo de compartir todas tus partes, incluso las que te preocupan menos.
Todos esos miedos que en el fondo te guardas para ti, exprésalos.
Puede que sea a un amigo, a tu pareja, a un familiar, a un terapeuta... o incluso a la persona con la que no te sientes querido.
Ver también: 13 rasgos que revelan una personalidad cerrada (y cómo tratarlos)Cuando somos capaces de nombrar nuestros miedos más oscuros, surge un gran poder.
Cuando podemos decir en voz alta:
"Tengo miedo de que me rechacen"
Ver también: 17 características de una persona espiritual"Me aterroriza la idea de que no me quieran"
Esa carga que hemos estado llevando -y el miedo, la vergüenza y la culpa que la acompañan- ahora podemos soltarla.
Puede que incluso descubras que la persona a la que se lo cuentas también se siente así. No estás ni mucho menos solo. Así es como encontramos la verdadera conexión humana, atreviéndonos a mostrarnos a los demás.
3) Tenga en cuenta sus conexiones
La gran mayoría de las cosas de esta lista son cosas que haces por ti mismo. Son cambios que creas en tu vida y que vienen de dentro.
Pero no se puede negar que las personas con las que compartimos nuestra vida influyen.
La triste verdad es que no todo el mundo es bueno para nosotros ni para nuestra autoestima.
Tenemos que pasar tiempo con tantas influencias positivas como podamos. Todos tenemos que buscar en la medida de lo posible a las personas que nos elevan y nos permiten sentirnos seguros y queridos.
Es importante que te preguntes si todos esos sentimientos de no ser querido proceden de tus propias inseguridades y ansiedades, o si tal vez te estás aferrando a relaciones que no son buenas para ti.
Si en el fondo sabes que hay personas en tu vida que no te tratan con amabilidad y respeto, es hora de que busques a las que sí lo hacen y te plantees deshacerte de las que no (o al menos establecer límites más firmes, de lo que hablaremos más adelante).
Eso puede significar encontrar una nueva comunidad o nuevas conexiones si es necesario.
Podemos sentirnos indeseados cuando pasamos tiempo con personas con las que no nos sentimos conectados a un nivel más profundo.
¿Compartes valores e intereses con las personas con las que sales?
Si no te sientes visto ni escuchado, parte de ello puede deberse a la calidad de las conexiones que estás cultivando.
La comunidad y las relaciones son importantes para todos nosotros. Cuando se sienten tensas, es normal que repercutan en cómo nos sentimos.
Si buscas una forma instantánea de sentir una mayor conexión, el voluntariado puede ser una solución realmente buena.
Cuando hacemos cosas por los demás no sólo nos sentimos útiles y queridos, sino que, según los estudios, nos sentimos más felices.
Puede mejorar tu estado de ánimo y darte ese importantísimo sentimiento de pertenencia.
4) Deja de buscar validación fuera de ti
Esta mañana he leído una frase muy poderosa que quiero compartir con vosotros:
"Ahora es un buen momento para construir un hogar sólido dentro de ti para que dejes de buscar un hogar en los demás".
Me golpeó fuerte.
He trabajado mucho para cultivar una conexión más profunda conmigo misma, pero a menudo me acuerdo de lo mucho que me queda por hacer.
Y no es culpa nuestra.
Aprendemos desde muy pequeños a buscar la validación fuera de nosotros mismos, pero eso puede significar que nos olvidemos de seguir nuestra propia guía y voz.
La realidad es que para sentirnos más deseados, tenemos que empezar a querernos más a nosotros mismos.
Más de lo que queremos las opiniones, pensamientos o creencias de los demás.
A menudo, eso significa ser capaz de romper los condicionamientos sociales, culturales y espirituales que desordenan tu mente, envenenan tu relación contigo mismo y te desconectan de tu verdadero potencial.
Lo aprendí del chamán Rudá Iandé. Con más de 30 años de experiencia sobre el terreno, lo ha visto y experimentado todo.
Ha creado un video gratuito que te permite hacer un poderoso compromiso para estar presente en tu ser y evolucionar de la frustración, la culpa y el dolor a un lugar de amor, aceptación y alegría.
Entonces, ¿qué diferencia a Rudá del resto? La respuesta es sencilla:
Promueve la capacitación espiritual desde dentro.
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Rudá pone el foco únicamente en ti. Esencialmente, te devuelve al asiento del conductor de tu vida para que puedas encontrarte con tu verdadero e ilimitado yo.
Aquí tienes de nuevo el enlace a ese vídeo gratuito.
5) Trabajar la autoestima y la confianza en uno mismo
A menudo, la causa de sentirse no deseado no es la relación que mantenemos con los demás, sino la inestable relación que tenemos con nosotros mismos.
Cuando nos sentimos indeseados, suele ser porque no nos sentimos lo suficientemente buenos. Nos estamos juzgando a nosotros mismos, y por eso estamos seguros de que los demás también nos juzgan.
Por eso, construir tu propio sentimiento de autoestima y autovaloración puede obrar milagros.
Verás, cuando te sientes digno, te sientes confiado. Sientes que perteneces. Y eso lo cambia todo.
Cambia tu forma de relacionarte con los demás. Cambia tu forma de actuar. Cambia tu forma de pensar. Cambia en quién te conviertes.
Un ejercicio rápido y sencillo para intentar crear más amor propio es hacer una lista de tus mejores cualidades.
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Si te cuesta ver esto en ti mismo, trátate como lo haría un mejor amigo. Mírate desde fuera y apréciate.
Cuando se trabaja la autoestima es importante dedicar tiempo al cuidado personal.
No se trata de baños de burbujas ni de ir de compras. No descuide las cosas sencillas pero de vital importancia, como la dieta y el ejercicio, que aumentan enormemente su sensación general de bienestar.
También se trata de dejarse espacio para perseguir sus propias pasiones y objetivos.
Si no sabes lo que son, juega con cosas nuevas y búscalas. Nada da más confianza en uno mismo que superar tu zona de confort.
6) Vigila tus pensamientos negativos
¿Sabía que de las decenas de miles de pensamientos que pasan por nuestra cabeza cada día, el 90% son repetitivos?
Sí. Pensamos las mismas cosas, día tras día en bucle.
Resulta aún más chocante saber que la inmensa mayoría de esos pensamientos son negativos.
Eso significa que el pensamiento negativo se convierte rápidamente en habitual y se apodera de ti. Una vez que está metido en tu cabeza, manda en silencio.
El simple hecho de darte cuenta de cuándo piensas algo negativo que te hace sentir mal puede ser el comienzo para darle la vuelta a la situación.
Por ejemplo, cuando pienses algo como "no me quieren", pregúntate si es un hecho incuestionable.
¿Hay alguna posibilidad de que no sea cierto?
¿Qué pruebas puedes encontrar de que, en realidad, es mentira?
Cada vez que tengas pensamientos negativos, intenta encontrar varios pensamientos positivos para contrarrestarlos.
Sé que suena agotador, pero lo que estás haciendo es reprogramar tu cerebro.
Con el tiempo, cuanto más consciente seas de las historias que te cuentas a ti mismo, más fácil te resultará elegir una actitud positiva en lugar de una negativa.
Nuestros pensamientos realmente pueden cambiar nuestra realidad. Ni siquiera por alguna explicación mística. Simplemente porque nuestros pensamientos son los que en última instancia dan forma a nuestro comportamiento.
Puede que descubras que cuanto más deseada te digas que eres, más deseada te sentirás y más deseada llegarás a ser.
7) Establezca límites claros
Los límites son herramientas muy poderosas.
Nos ayudan a definir dónde trazamos la línea entre lo que nos parece bien y lo que no. Son las reglas que creamos sobre lo que queremos aceptar y lo que no.
Nos ayudan a entender a qué atenernos con los demás. Los límites nos dan claridad. Nos permiten tener relaciones sanas con nosotros mismos y con los demás. Nos protegen de que otros se aprovechen de nosotros.
Para establecer límites de forma eficaz, primero tenemos que identificar aquello a lo que queremos decir no. A continuación, debemos crear un entorno seguro para poder comunicarnos con claridad y sinceridad.
He aquí algunos ejemplos:
Por mucho que quiera a mi pareja, si no me respeta o no me demuestra que me valora, me alejaré.
Por mucho que quiera complacer a un amigo, si me pide un favor que no me hace feliz hacer, diré "no".
Cuando tenemos límites firmes, nos sentimos más seguros y fuertes. Es menos probable que nos hagan daño emocional o físicamente, y somos más capaces de protegernos de las personas que podrían aprovecharse de nosotros.
En pocas palabras, somos más felices.
Aceptar un comportamiento que no se ajusta a nuestras normas puede hacer que nos sintamos indeseados.
Si dejas que tu pareja entre y salga de tu vida, jugando al frío y al calor, acabarás sintiéndote indigno.
Cuando sigues dando, dando y dando a un amigo o familiar que nunca parece ofrecerte apoyo, te sientes desinflado y utilizado.
Los límites nos protegen de situaciones que pueden hacernos sentir rechazados y no deseados.
8) Responsabilícese plenamente de sí mismo
Este es quizás el paso de amor duro que necesitas escuchar...
Muchas veces podemos acabar sintiéndonos indeseados cuando pensamos que otra persona no ha cumplido nuestras expectativas.
Pero el problema es que hacemos a los demás responsables de nuestros sentimientos y nos sentimos defraudados cuando no consiguen hacernos felices.
Esperábamos que llamara para saber cómo estaba, y cuando no lo hace nos sentimos decepcionados. Esperábamos que se enamorara de nosotros después de la primera cita, y por eso cuando no quiere tener una segunda cita, nos sentimos rechazados.
Con todas estas expectativas silenciosas, nos estamos convirtiendo en víctimas.
Es importante recordar que somos responsables de nuestra propia felicidad. En realidad, nadie más tiene control sobre cómo te sientes. Esas emociones se crean dentro de ti.
Piénsalo así:
Cuando estás de buen humor, alguien puede cortarte el paso en la autopista y tú simplemente te encoges de hombros y dices "oh, bueno". Si estás de mal humor, puedes despotricar, insultar o hervir de rabia.
El acontecimiento es el mismo, pero tu reacción es lo que es diferente.
Podemos decirnos a nosotros mismos que alguien "nos hizo sentir" de una determinada manera, pero si somos realmente sinceros, nosotros creamos nuestras propias emociones.
Si no nos gusta algo de una persona, podemos decidir quedarnos o irnos. No tenemos que esperar a que cambie para seguir adelante.
La verdad es que todos merecemos que nos traten bien y ser felices. Así que si te sientes indeseado, intenta responsabilizarte de ti mismo.
Mereces cosas buenas. Mereces ser feliz. Así que empieza a actuar como si ya lo fueras.
9) Date a ti mismo lo que buscas de los demás
Siempre me han gustado los finales felices.
Como mucha gente, crecí deseando que llegara mi príncipe azul y me rescatara.
Incluso una vez que hemos crecido, la mayoría de nosotros estamos esperando que otra persona entre en nuestras vidas y nos complete.
Podemos sentir que nos falta algo, pero pensamos que debemos esperar a que otros lo traigan a nuestras vidas.
Quizá sea algo práctico que queremos hacer, como probar una nueva afición o actividad, viajar por el mundo o cumplir un sueño.
O quizá sea algo emocional, un sentimiento que queremos que otra persona nos transmita, como amor, confianza o valía.
Hace poco vi un vídeo inspirador de Justin Brown sobre la soledad cuando se es soltero.
En él destacaba que cuando sentimos que falta algo en nuestras vidas, todos tenemos que aprender a dárnoslo a nosotros mismos en lugar de esperar a que otro llene el vacío.
Compartió un ejercicio práctico para cambiar tu mentalidad y llenar los vacíos que puedas sentir en tu propia vida.
Nos pide que identifiquemos lo que sentimos que nos falta y que nos preguntemos cómo podemos empezar a introducir esos elementos o cualidades en nuestra vida ahora mismo.
Fue realmente estimulante y creo que también será muy útil en esta situación. Así que aquí tienes el enlace al vídeo para que lo veas.
10) Evita estos mecanismos de defensa autosaboteadores...
Sentirse indeseado puede atraparte en un círculo vicioso.
Para evitar esos sentimientos de rechazo o falta de amor, podemos acabar replegándonos aún más en nosotros mismos.
Podemos volvernos pasivo-agresivos o alejar a las personas como una forma de castigarlas silenciosamente por las emociones dolorosas que estamos experimentando.
Puede que decidamos que es más seguro desconectar y meternos en nuestra pequeña burbuja protectora, pero esto lo único que hace es acrecentar esos sentimientos de no ser queridos.
Tenemos que estar atentos para identificar los mecanismos de defensa que no nos sirven.
Por ejemplo, supongamos que tu pareja, un familiar o un amigo está demasiado ocupado para verte.
Si eso te hace sentir indeseado por ellos, puede que se ponga en marcha un mecanismo de defensa que te diga "Que se jodan. Si yo no soy importante para ellos, por qué voy a dedicarles tiempo a ellos tampoco".
Pero esto conduce a una cadena de acontecimientos que sólo te alejan del amor y la conexión que tanto anhelas.
En lugar de eso, reconoce cuándo te sientes herido o indeseado e intenta encontrar una expresión o salida más saludable para esas emociones.
No caigas en la tentación de "adormecer el dolor" con hábitos poco saludables como el alcohol, la comida o pasar horas y horas a solas.
Busca salidas más constructivas, como la comunicación abierta, la expresión creativa, el ejercicio, la respiración y la meditación.
Para concluir: ¿Por qué me siento indeseado por todo el mundo?
Sufro de cinetosis.
Un capitán de barco me dijo una vez (mientras estaba ocupado vomitando por la borda) que el mareo está en un 90% en la mente y en un 10% en el oído.
Creo que su argumento también es pertinente en este caso.
Sin duda, puede haber factores externos que contribuyan a sentirse indeseado. Éstos son el 10%.
Pero la inmensa mayoría de las veces, el sentimiento de no ser deseado empieza y acaba en nosotros mismos: son nuestros propios pensamientos, ansiedades, actitudes y creencias los que crean este sentimiento.
Eso no es algo por lo que debas castigarte, sino algo que puedes utilizar para empoderarte y darle la vuelta a la situación.
Sentirte más querido empieza por darte cuenta de lo especial que eres. Cuanto más puedas quererte y aceptarte, más sentirás que los demás también lo hacen.