"Odio ser empático": 6 cosas que puedes hacer si te sientes así

Irene Robinson 30-09-2023
Irene Robinson

Pero espera, ¿por qué alguien odiaría ser un empático?

Sólo la gente que no es empática haría ese tipo de pregunta.

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Conoces muy bien las dificultades que conlleva ser empático.

El constante desgaste emocional, la incapacidad de desconectar los sentimientos, las multitudes casi siempre abrumadoras... y la lista continúa.

No eres la única que a menudo se siente así, y eres muy válida por sentir que a veces odias serlo.

Como yo también soy empática, a menudo me he preguntado si se puede hacer algo para evitar todos los inconvenientes, porque, para ser sincera, a veces realmente lo odio.

La buena noticia es que hay algo que se puede hacer. En este artículo, voy a ayudarte no sólo a entenderte mejor como empático, sino también a darte algunos consejos muy útiles para ayudarte a lidiar con los inconvenientes más frecuentes.

Este artículo le ayudará no sólo a gestionar los problemas que conlleva ser una persona empática, sino también a adquirir la capacidad de prosperar como tal.

Una gran parte de alcanzar un lugar saludable implica catarsis.

En primer lugar, repasaremos 8 dificultades comunes y, a continuación, hablaremos de 6 formas de afrontarlas como empático.

Por último, ahondaremos en el concepto de catarsis: qué es, cómo ayuda y cómo puedes conseguirla.

Así que, empecemos. Aquí hay 8 cosas que encuentro más difíciles de ser un empático.

Las dificultades

1) Que le mientan

Los empáticos no suelen necesitar que les digan las cosas, son muy perceptivos.

Cuando alguien miente a un empático, está más claro que el agua. Y a nadie le gusta que le mientan.

Si se trata de alguien que miente sobre cómo es, o sobre algo sin importancia, puede que no haya problemas.

Pero puede llegar a ser agotador. Sobre todo cuando se trata de personas cercanas a ti, a las que quieres y en las que confías. Mienten, y se les nota. Creen que pueden mentirte y salirse con la suya, y eso puede herir tus sentimientos.

A menudo te preguntarás por qué no confían en ti lo suficiente como para decir la verdad en esta situación.

Pero lo cierto es que casi todas las personas faltan a la verdad en algún grado de su vida, y a menudo.

En algunos casos, es mejor evitar decir la verdad sin rodeos.

Pero como empático, que te mientan suele ser una gran dificultad. Es difícil no tomárselo como algo personal.

2) Susceptibilidad a los hábitos adictivos

Como empático, sabes lo ferozmente que sientes todo. No sólo sientes las cosas que te pasan a ti específicamente, sino que también sientes las emociones de los demás.

Todo puede ser demasiado. Sinceramente, a veces desearía poder dejar de sentir por completo.

Ahí es donde los hábitos adictivos pueden convertirse en una gran dificultad. Es demasiado fácil empezar a abusar de las drogas, el alcohol, el sexo... En realidad, de cualquier cosa que suspenda los sentimientos o las emociones y los sustituya por euforia o adormecimiento.

No hay nada malo en encontrar una vía de escape a nuestros problemas cotidianos (¿a qué otra cosa llamarías relajarse?) Pero abusar de sustancias adictivas para evitar enfrentarse a los problemas, o evitar afrontar las emociones de forma sana, será destructivo. Tanto a largo como a corto plazo.

Realmente no hay que avergonzarse de ello, aunque no sea saludable. Es una técnica de supervivencia, una forma de autopreservación. Evaluar tus hábitos para detectar cualquier signo de adicción o abuso es siempre una buena idea, seas empático o no.

Si sientes que estás luchando contra la adicción, aquí tienes algunos recursos estupendos.

He aquí 10 hábitos saludables que tienen las personas auténticas.

3) Se aburre con facilidad

Esta es una de mis luchas personales como empática.

Cuando estoy constantemente sobreestimulado por las emociones intensas de la gente que me rodea y de mi entorno, casi me adapto a ello.

Y luego, cuando tengo silencio, algo de tranquilidad o falta de estímulos, me aburro.

Le ocurre a muchos empáticos; es una dificultad común.

Si tu trabajo, tus estudios o tu vida doméstica son aburridos, tus pensamientos se irán a la deriva, te perderás soñando despierto y desearás estar en otro lugar.

Es algo que viene con el territorio de ser un empático.

4) Siempre cansado

Esta también me toca de cerca. Casi siempre estoy agotada. Cuando la gente me pregunta cómo estoy, casi siempre digo: "cansada".

¿Te suena?

Su respuesta suele ser algo así como "pero si siempre estás cansado", o me aconsejan que duerma más.

Aunque no siempre duermo de la mejor manera, la mayor parte del tiempo duermo de forma regular y saludable, lo que no me ayuda a no estar cansada.

Es muy fácil estar sobrecargado como empático. Una sola persona con la que te encuentres en el día puede cambiar tu estado de ánimo por completo y acabar con todas tus reservas de energía. Y si tu día no ha terminado, puede volver a ocurrir. Cuando sientas que no te queda nada.

Eso te deja cansado, agotado y casi siempre exhausto. El sueño apenas es un factor para este tipo de cansancio.

Las personas que no son empáticas no entienden esta dificultad.

5) Lucha por conservar el empleo

Esto enlaza con la tercera dificultad enumerada: aburrirse con facilidad.

En una sociedad capitalista, trabajar en una empresa típica se convierte rápidamente en algo rutinario. El día a día es siempre el mismo; los trabajos se vuelven repetitivos.

Ese no es un buen entorno para un empático, sobre todo si se trata de un puesto de cara al cliente: el desgaste de tu energía te deja apático e insensible.

Es probable que tus compañeros y superiores no entiendan por qué. Tu jefe te exigirá que trabajes más, o que seas más feliz, o que interactúes mejor con los clientes. Si no puedes, es probable que te despida.

O, lo que es más probable, te hartas del trabajo -demasiado aburrido y cansado- y pasas a otra cosa, con la esperanza de que sea mejor en el siguiente sitio.

Es una lucha constante para los empáticos, y una gran dificultad a la que nos enfrentamos.

Si te aburres en tu carrera, aquí tienes un montón de trabajos estupendos en los que los empáticos pueden utilizar bien sus dones.

6) La compasión se convierte en una carga

Para muchas personas que no son empáticas, la compasión es un ideal elevado. La gente siempre se esfuerza por ser más compasiva.

Sinceramente, es maravilloso. Al mundo le vendría bien mucha más compasión.

No pueden evitar sentir compasión por casi todas las personas que conocen.

Esto se debe a que los empáticos sienten las emociones de los demás sin tener que decir una palabra al respecto.

Comprender profundamente las emociones de las personas, hasta el punto de sentirlas como si fueran propias, tiende a crear compasión.

Las personas compasivas sienten un fuerte deseo de aliviar el dolor ajeno y quieren ayudar en todo lo que puedan.

El problema es que tú, una persona, no puedes ayudar a todo el mundo. Un empático puede sentir el dolor de todas las personas que conoce en su vida, pero no puede ayudarlas a todas, aunque quiera.

Es entonces cuando la compasión puede convertirse en una carga. Simplemente no es posible ayudar a todo el mundo, y eso es algo duro con lo que hay que lidiar cada día.

7) Ser utilizado por empatía

No son muchos, pero hay un puñado de personas que conocerás (o has conocido) que pueden decir que eres extraordinariamente empático. Perciben tu don, tu capacidad para comprender y mostrar compasión.

Y quieren tu ayuda. La buscan, sin importarles tu bienestar personal. Eres como un vertedero de sus emociones y problemas.

Ser utilizado por tu empatía es extra agotador.

Cuando la gente te busca específicamente para que les consueles y les ayudes, están tirando de ti y exigiéndotelo.

Por supuesto que quieres ayudarles. Como empáticos, siempre hacemos todo lo que podemos para ayudar a la gente. A menudo lo sentimos como una obligación, como si no tuviéramos otra opción.

Así que se hace un poco difícil cuando también tenemos que tratar con personas que nos utilizan por nuestra empatía.

He aquí 6 cosas que hacen las personas manipuladoras y la mejor manera de manejarlas.

8) No hay espacio para las emociones personales

Cuanta más gente interactúe un empático en su día a día, menos espacio tendrá para ocuparse de sus propias emociones.

De hecho, es uno de los aspectos más difíciles e insanos de ser un empático.

Los empáticos son especialmente susceptibles al contagio emocional: el estado de ánimo de los demás suele dictar el tuyo.

Como empático, traes su dolor a tu cuerpo y lo sientes íntimamente. Es difícil de apagar, e imposible de desconectar por completo.

A menudo resulta muy difícil distinguir tus propias emociones de todas las que has recogido de otras personas que se cruzan en tu camino.

Sus emociones se cuelan en tu conciencia y al poco tiempo no tienes espacio para las tuyas, o estás tan confuso que no recuerdas cuáles son las tuyas.

Este punto resume en cierto modo la mayor dificultad de ser empático. En este punto, las cosas se vuelven malsanas, es fácil perder la noción de quién eres y caer en una vida llena de hábitos malsanos y miseria.

Pero hay muchas cosas proactivas que se pueden hacer al respecto.

Cómo afrontarlo

Hay formas de detener el contagio emocional y separarse de los demás, sólo hace falta práctica.

Veamos algunas formas de afrontar los inconvenientes de ser empático.

Después, hablaremos de la importancia de la catarsis.

1) Identificar el sentimiento, quién y qué

Como empático, es muy fácil apenas pisar el agua. El mar de emociones que nos rodea se hincha con tanta rapidez que amenaza con hundirnos.

Si parece una marea imparable, no pasa nada. Tómate un respiro, date un poco de espacio.

No ocurrirá en un día, pero empieza a desgranar esos sentimientos. Aprende a etiquetarlos tal y como vienen.

Cuando puedes definir explícitamente cuál es la emoción, puedes identificarla.

Una vez identificada, puedes averiguar de dónde viene esa sensación. ¿Quién la tenía? ¿Eras tú, o te la transmitió otra persona?

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    En ese momento, resulta mucho más fácil gestionar el flujo constante de emociones que bombardean tus sentidos día tras día como empático.

    Incluso puedes llevar un diario. Escribir las cosas puede ser realmente beneficioso, y te ayudará a recordar e identificar las numerosas emociones que absorbes.

    No hace falta que sea detallado: marca el momento y el lugar, la emoción y la persona si lo consideras oportuno. Incluso puede ser sólo una palabra.

    2) Disfrute de su tiempo a solas

    Los empáticos dan. Dan de sí mismos, dan su tiempo. Lo que toman es lo negativo. Absorben las emociones negativas de la gente, les quitan el dolor lo mejor que pueden.

    Son almas verdaderamente maravillosas.

    Tú más que nadie mereces curarte también, y necesitarás tiempo a solas para hacerlo.

    Cuando estás solo, puedes procesar las emociones que has asumido, toda esa energía negativa.

    Lleva tiempo ordenar todo el ruido y la energía que has recogido a lo largo del día o de la semana.

    Cuando tengas tiempo para ti, concentra tu energía en curarte, metabolizar esa energía negativa y recuperarte.

    El tiempo a solas es bueno para todos, pero es especialmente vital para los empáticos.

    Trabaja tus sentimientos, dedica tu energía curativa a ti mismo.

    Puede parecer ajeno y extraño, pero la autocompasión es vital para los empáticos. Darte la gracia y el autocuidado que necesitas te beneficiará enormemente y no debes sentirte culpable por hacerlo.

    Mantén tu cuerpo sano y limpio de energía negativa. El yoga, la meditación, el cuidado personal y mucho más te mantendrán relajado y limpio.

    El objetivo de tu tiempo a solas debe ser la revitalización. Tu día a día mejorará drásticamente.

    Aquí tienes algunas formas estupendas de sentirte feliz a solas.

    3) Imagina un escudo a tu alrededor

    Si hablas con los empáticos más experimentados, te dirán que una forma estupenda de evitar la fatiga emocional y el contagio es simplemente imaginar un escudo.

    Coloca ese escudo entre ti -tu energía, sentimientos, emociones- y la energía de los que te rodean.

    Esto puede ser especialmente útil en grandes aglomeraciones, o si interactúas con mucha gente cada día.

    Imaginar una separación clara entre usted y los demás -ya sea un muro de ladrillos, un cristal o una burbuja de campo de fuerza- puede ser extraordinariamente útil.

    Aunque sientas las emociones de otras personas con la misma intensidad, ya las has separado de tus emociones y no se te pegarán tanto. Ése es un paso enorme para gestionar y procesar todos los sentimientos a los que estás expuesto como empático.

    4) No se limite a intuir todo el tiempo, pregunte

    La tentación de sufrir en silencio y confiar únicamente en tu don es muy fuerte.

    Sé que tengo la tendencia a "ignorar" a la gente cuando en realidad estoy conectando con ellos más de lo que se dan cuenta.

    Normalmente, cuando "ignoro" ya estoy abrumado y al límite de mi capacidad. Lo último que quiero es abrir aún más esa conexión.

    Pero, aquí está la cosa. En realidad podría ayudar.

    Como empáticos, tendemos a pensar que tal vez ya lo sabemos todo sobre cómo se siente una persona, pero si le preguntas al respecto, puede que te sorprendas.

    Aprender los detalles de las historias de la gente y las cosas que les hicieron sentir de una determinada manera te beneficiará. Los estudios demuestran que hablar con extraños es bueno para todo el mundo, pero puede ser una herramienta útil para los empáticos.

    No te limites a asumir su estado de ánimo, habla con ellos al respecto.

    Si lo haces, te irás informando a medida que te expongas a más emociones. Empezarás a entender mejor los innumerables matices de los sentimientos de la gente y por qué.

    También les ayudará a procesar su propia experiencia y, con toda probabilidad, ambos se sentirán un poco más animados por haber compartido esa experiencia.

    Entender por qué alguien se siente de determinada manera también ayudará a separar sus emociones de las tuyas.

    5) Conéctese a tierra

    El enraizamiento es una herramienta terapéutica muy eficaz que casi todo el mundo puede utilizar en todo tipo de situaciones para ayudar a regular sus sentimientos.

    Para los empáticos, ayudará a que la tempestad de emociones se arremoline a tu alrededor, en lugar de pegarse a ti y abrumarte.

    Concéntrate en estar presente al 100%. Respira tranquilamente unas cuantas veces. Toca un objeto cercano y concéntrate en él intensamente.

    Esto te alejará de los sentimientos que amenazan con abrumarte. Enraizarte te ayudará a regular tus emociones y las emociones que sientes de los demás.

    Incluso puedes imaginarte a ti mismo empujando toda esa energía negativa hacia abajo a través de tus pies y hacia el suelo. Empujándola desde tu cuerpo, separándola de ti mismo y liberándola.

    Aquí tienes 35 técnicas estupendas para conectarte a tierra.

    6) Establezca límites

    Esta puede ser una de las cosas más beneficiosas e importantes que puedes hacer por ti mismo como empático.

    Es tan fácil perderse, sentirse abrumado y no tener ni idea de qué hacer al respecto. La confusión y el desorden de vivir en los sentimientos de tantas otras personas pueden dejarte con poca energía para hacer algo al respecto.

    Por eso es tan importante establecer límites.

    No podemos arreglar la forma en que captamos las emociones y los sentimientos de los demás. De hecho, no debería ser algo que pensáramos que hay que "arreglar" en absoluto.

    Ser empático es un don, a pesar de sus inconvenientes, y hay innumerables cosas maravillosas que se derivan de ser así. No lo pierdas de vista.

    Establecer límites es algo muy saludable. Como empático, estos límites serán cruciales para tu salud mental y tu capacidad para hacer frente a los aspectos negativos de tu don.

    Tu regalo es para los demás. Tener límites personales es como un regalo para ti mismo.

    No eres un vertedero para las emociones de los demás. Tienes mucho más valor. Así que no dejes que te utilicen así.

    Ver también: 8 señales claras de que no eres una prioridad en la vida de tu marido

    Identifica qué situaciones son las más agotadoras para ti y limita tu exposición si es necesario.

    Tus necesidades, deseos, niveles de energía y salud mental dictarán cuáles son tus límites personales. Cuando los sigas, estarás más sano y feliz por ello.

    Además, cuando estés en tu mejor momento, serás mucho más capaz como empático.

    Llegar a la catarsis

    ¿Qué es la catarsis?

    Según Merriam-Webster, catarsis es "b: una purificación o purgación que produce renovación espiritual o liberación de tensiones".

    ¿Cómo se aplica esto a los empáticos?

    Por mucho que te protejas y por muy bueno que seas mitigando los inconvenientes de tu don, seguirás absorbiendo emociones de otras personas.

    Por eso digo que no puedes desactivar tu don como empático. Puedes limitar la cantidad de contagio emocional que captas, pero pase lo que pase, seguirás siendo sensible a los demás.

    Entonces, ¿adónde van a parar todas esas emociones y esa energía negativa?

    Muchas veces, se queda dentro de nosotros. Apartamos las emociones, nos ignoramos, vivimos en la miseria: cansados, agotados, haciendo todo lo que podemos.

    Pero no siempre tiene por qué ser así. Que podamos asumir las emociones de los demás no significa que tengamos que quedárnoslas.

    La clave está en identificar las emociones negativas y extrañas, y luego liberarlas completamente de nuestro cuerpo. Una vez que nuestra energía se ha purgado totalmente de la emoción, hemos alcanzado la catarsis.

    Por ejemplo, digamos que llevas un diario: cada vez que sientes que te absorbe una emoción, la escribes.

    Cuando estás solo, sacas tu diario y empiezas a señalar cada emoción. Después de pensar y recordar cada una de ellas, las dejas ir por completo. Imagina que cada emoción fluye por un río, que se la lleva la lluvia o que se la lleva una brisa cálida. Y una vez que se ha ido, se ha ido de verdad. Para siempre.

    Eso es la catarsis. Cuando alcances la catarsis como empático, te sentirás realmente renovado, con energía y limpio de cualquier emoción extraña.

    Ser empático te proporciona una conexión extraordinaria con los demás. Tener un fuerte sentido de tus propias emociones, mantener unos límites rígidos y conservar la capacidad de cuidar de tu propia salud emocional te equipará para mitigar los inconvenientes.

    No siempre va a ser fácil, pero recuerda que ser empático es algo maravilloso.

    Los empáticos son personas que tienen un agudo sentido de la capacidad de leer a la gente y determinar lo que está pasando con la gente en sus vidas. Esto también significa que son también muchos puntos fuertes a ser un empático.

    Así que para que te sientas mejor siendo un empático, aquí tienes 10 superpoderes que tienen los empáticos. ¡También es la razón por la que nadie querría enfrentarse a un empático!

    10 superpoderes que todo empático posee

    1) Saben que estás mintiendo

    Los empáticos pueden leer el lenguaje corporal como un libro abierto. Los mentirosos suelen mostrar un lenguaje corporal específico cuando están mintiendo y los empáticos pueden captarlo rápidamente.

    Si intentas engañar a un empático, no lo hagas.

    2) No se les puede engañar

    Puedes fingir todo lo que quieras, pero un empático puede ver a través de ti. Ya sea porque cogiste algo, rompiste algo, hiciste algo, ganaste algo... sea lo que sea, pueden leerte como no te creerías.

    Así que sé realista.

    3) Saben que estás celoso

    Los empáticos están muy en sintonía con los sentimientos de la gente y pueden sentir cuando la gente está celosa de ellos, y de los demás. Esto les dificulta la comunicación con la gente, y viceversa.

    4) Perciben el odio

    Los empáticos sienten más plenamente que otras personas y cuando están cerca de personas o cosas odiosas les resulta difícil separarse de esos sentimientos. Te llamarán la atención por tu odio y te pondrán en tu sitio.

    5) Pueden leer tus prejuicios

    Las personas que juzgan a la gente, hablan de la gente o tienen tendencias racistas deberían ser conscientes de que los empáticos pueden oler esa mierda a la legua. Los empáticos dan a todo el mundo las mismas oportunidades, pero si lo estropeas, te vas.

    6) Conocen tus sentimientos

    Incluso cuando no estás seguro de lo que sientes, los empáticos pueden leer tu lenguaje corporal y decirte lo que estás experimentando.

    Saben cuándo la gente dice una cosa y quiere decir otra, lo que da lugar a relaciones interesantes, rupturas y mucho más.

    7) Odian a los fanfarrones

    Nada enfada más a un empático que cuando alguien intenta ser algo que no es. Es más, la gente que sigue a gente falsa vuelve locos a los empáticos.

    Así que si no eres quien dices ser, mantente alejado.

    8) Perciben que vas por mal camino

    Incluso cuando crees que vas por el buen camino, un empático puede percibir que te falta algo en el camino. Tal vez has aceptado un trabajo, pero lo que realmente querías era montar tu propio negocio. Los empáticos pueden decirte lo que deberías estar haciendo con tu vida, tanto si quieres oírlo como si no.

    9) Pueden ver a gente falsa

    Los empáticos se basan en su agudo sentido del yo y en la confianza en sí mismos para leer a las personas con las que se encuentran. Cuando se encuentran con alguien que no resulta ser como se anuncia, seguirán caminando.

    Los empáticos tienen algunas habilidades excelentes que les ayudan a destacar en determinadas carreras.

    10) Odian a los explotadores

    Los explotadores ponen a la gente en peligro para su propio beneficio, y los empáticos tienen un par de cosas que decir al respecto. Pueden ver a la gente manipulando situaciones desde lejos y se asegurarán de señalarlo cuando se les vaya de las manos. Si no estás trabajando al servicio de los demás, sólo estás trabajando para ti mismo.

    Irene Robinson

    Irene Robinson es una entrenadora de relaciones experimentada con más de 10 años de experiencia. Su pasión por ayudar a las personas a navegar a través de las complejidades de las relaciones la llevó a seguir una carrera en consejería, donde pronto descubrió su don para los consejos prácticos y accesibles sobre relaciones. Irene cree que las relaciones son la piedra angular de una vida plena y se esfuerza por empoderar a sus clientes con las herramientas que necesitan para superar los desafíos y lograr una felicidad duradera. Su blog es un reflejo de su experiencia y conocimientos, y ha ayudado a innumerables personas y parejas a encontrar su camino en tiempos difíciles. Cuando no está entrenando o escribiendo, se puede encontrar a Irene disfrutando del aire libre con su familia y amigos.