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Sentir constantemente que "soy incompetente" es un estado mental terrible.
Puede parecer que, hagas lo que hagas, todo siempre sale mal.
Todos sabemos que la vida está llena de altibajos, pero la vida se siente mucho más llena de altibajos cuando luchamos contra sentimientos de inadecuación.
Si en este momento estás deprimido y te preguntas por qué me siento tan incompetente, es hora de que llegues al fondo de lo que está pasando.
¿Por qué siempre me siento incompetente?
1) Tienes baja autoestima
Es perfectamente normal sentirse inadecuado o incompetente de vez en cuando, a todos nos pasa.
Especialmente cuando salimos de nuestra zona de confort, cometemos algún tipo de error o atravesamos un periodo difícil en la vida, tendemos a sentirnos amenazados y vulnerables.
Pero si te sientes incompetente en todo, puede que tengas problemas de autoestima.
La autoestima es cómo nos valoramos y percibimos a nosotros mismos.
Como explica el doctor Alex Lickerman en Psychology Today, el problema a menudo no es la incompetencia, sino cómo reaccionamos ante un sentimiento de fracaso o desaprobación.
"Me molesta cuando fracaso en algo -incluso en algo pequeño- en lo que no pensaba que debía hacerlo. Es pensar que no debo fracasar, no fracasar en sí, lo que desencadena mi enfado cuando se critica mi fracaso. Porque resulta que no sólo deseo ser competente; mi identidad depende de ello".
Cuando nuestra autoestima está demasiado ligada a cómo vemos nuestras capacidades, puede dejarnos en crisis.
Es posible que tengas baja autoestima si:
- Te falta confianza
- Sientes que no controlas tu vida
- Lucha para pedir lo que necesita
- Compararse con los demás
- Cuestionar y cuestionar siempre las decisiones
- Dificultad para aceptar comentarios positivos y cumplidos.
- Tienen miedo a fracasar
- Habla negativamente contigo mismo
- Le gusta agradar a la gente
- Lucha con los límites
- Tendemos a esperar lo peor
Tu sentimiento de autoestima debe basarse en mucho más que en tu capacidad de rendimiento. Al fin y al cabo, eres un ser humano y no un robot.
2) Te comparas con los demás
La comparisionitis es mortal.
Compararnos con los demás siempre genera insatisfacción en la vida, pero es un hábito al que a menudo nos cuesta resistirnos.
Las imágenes de una vida perfecta en las redes sociales no facilitan las cosas, y no tardamos en darnos cuenta de que nuestra vida no se corresponde con la de los demás.
Pero es importante recordar que la clave aquí es "imagen". Una imagen es sólo una representación falsa y no la verdad real.
Desde tu posición, desde fuera, no ves los fracasos, los sinsabores ni las miserias que inevitablemente sufrirán. Sólo estás al tanto de los mejores momentos.
Comparar tu propia vida real con los mejores momentos de la de otra persona siempre te hará sentir incompetente y carente.
Reducir el uso de las redes sociales puede ayudar a evitar esta espiral descendente de comparar tu vida con la de los demás.
3) Te obsesionas con errores del pasado
La memoria es nuestra bendición y también puede ser nuestra maldición como humanos.
Aporta profundidad y experiencia, pero nos aleja de vivir el momento presente.
Creamos ciclos interminables de sufrimiento en los que recordamos cosas desagradables que nos han sucedido.
Los errores que creemos haber cometido y todos nuestros fallos percibidos. En lugar de dejar estas experiencias de aprendizaje en el pasado y avanzar a partir de ellas, podemos acabar castigándonos sin cesar.
Todas las personas de este planeta cometen errores o han hecho algo de lo que se arrepienten o de lo que no se sienten orgullosas. Es imposible ir por la vida sin sentirse mal por algo que ha ocurrido.
Puede que metas la pata en el trabajo y eso merme tu autoestima, o que después de estar bajo presión se te olvide algo importante.
Sea lo que sea, tienes que perdonarte a ti mismo. En lugar de dejarte frenar por tus errores, aprende de ellos para crecer más fuerte y más sabio.
4) Estás atrapado en una mentalidad fija
¿Qué hago si soy incompetente? La solución es más sencilla de lo que cree: practicar, practicar y practicar.
Eso no significa que vayas a volverte increíble de la noche a la mañana. He dicho que es una solución sencilla, no fácil. La práctica requiere esfuerzo, dedicación y tiempo.
A veces, cuando nos sentimos incompetentes, no nos damos el tiempo necesario para llegar a ser buenos en algo.
Pero la competencia se define como la combinación de formación, habilidades, experiencia y conocimientos que posee una persona y su capacidad de aplicarlos para realizar una tarea de forma segura.
Si bien es cierto que algunas personas pueden tener una aptitud natural para determinadas tareas, nadie nace con todos esos elementos. Es decir, nadie nace competente.
La competencia es algo en lo que nos convertimos, y requiere práctica, esfuerzo y aplicación.
Puede que algunas personas necesiten practicar más que otras, pero todos somos capaces de conseguirlo.
Una mentalidad fija es cuando alguien no cree que pueda mejorar con la práctica, y es, comprensiblemente, un enorme obstáculo para el aprendizaje. Crees que la inteligencia es fija y, por tanto, si no eres bueno en algo ahora, nunca lo serás.
Por otro lado, una mentalidad de crecimiento significa que crees que tu inteligencia y tus talentos pueden desarrollarse con el tiempo.
La investigación ha demostrado que las personas que poseen una mentalidad de crecimiento tienen más probabilidades de tener éxito.
5) Aprendes de forma diferente a los demás
Todos tenemos habilidades diferentes por naturaleza, pero es importante recordar que hay muchos tipos de inteligencia.
A algunos se nos da bien el trato con la gente, a otros se nos dan bien las manos, a otros se nos dan mejor las tareas creativas y a otros la capacidad de análisis.
Si se encuentra en un entorno que le supone un reto, puede sentirse fuera de su zona de confort y empezar a cuestionar su competencia.
También es importante tener en cuenta que el cerebro de cada persona procesa el aprendizaje de forma diferente. Si tienes que repetir algo 5 veces para que se te quede grabado, que así sea.
Es fácil llegar a la conclusión de que no conseguir algo a la primera te convierte en incompetente, pero esto no es más que un cuento que a nuestros egos les gusta contarnos.
Muchas personas también padecen trastornos del aprendizaje, como la dislexia, lo que significa que tienen dificultades con ciertos aspectos del aprendizaje.
No le convierte en incompetente, pero puede significar adaptarse para poder atender mejor sus necesidades particulares de aprendizaje.
6) Estás estresado
El estrés y la ansiedad tienen un poderoso impacto tanto en el cuerpo como en la mente.
La presión del estrés puede hacer que nos resulte más difícil compaginar las ajetreadas exigencias de la vida.
El estrés también puede crear sentimientos de inquietud, agobio y falta de motivación o concentración.
Sentir que todo te supera es suficiente para hacerte sentir que no eres lo suficientemente bueno.
Es un desastre para la mente y agota la energía, dejándola exhausta e incapaz de pensar con claridad.
Este bajo estado de ánimo, combinado con una baja energía, puede crear ciclos de sentimiento de incompetencia.
7) Estás atrapado en un pensamiento negativo
Si te sientes incompetente, lo más probable es que estés siendo duro contigo mismo.
Todos y cada uno de nosotros nos enfrentamos a pensamientos negativos y podemos ser nuestro peor enemigo, reprendiéndonos y castigándonos constantemente con un diálogo interno.
Pero el pensamiento negativo puede contribuir a problemas como la ansiedad social, la depresión, el estrés y la baja autoestima.
Como explica Rachel Goldman, psicóloga y profesora clínica adjunta de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, en Verywell Mind:
"Nuestros pensamientos, emociones y comportamientos están relacionados, de modo que nuestros pensamientos influyen en cómo nos sentimos y actuamos. Por eso, aunque todos tenemos pensamientos poco útiles de vez en cuando, es importante saber qué hacer cuando aparecen para no dejar que cambien el curso de nuestro día".
Si los pensamientos negativos están constantemente en bucle en tu mente, puedes ser propenso a sacar conclusiones precipitadas, a la catastrofización y a hacer generalizaciones exageradas sobre ti mismo, como "soy incompetente".
Ver también: 17 señales de que eres la chica secundaria de su vida (+ 4 formas de convertirte en su chica principal)8) Está deprimido o sufre problemas de salud mental
Todo tipo de trastornos mentales afectan a nuestra perspectiva de la vida. Por ejemplo, puede que tenga que enfrentarse a traumas o depresiones del pasado.
Ver también: ¿Me lo estoy pensando demasiado o está perdiendo el interés? 15 formas de saberloLos signos clásicos de la depresión incluyen sentimientos como:
Historias relacionadas de Hackspirit:
- Dificultad para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones.
- Fatiga
- Sentimientos de culpa, inutilidad e impotencia
- Pesimismo y desesperanza
- Inquietud
- Pérdida de interés por cosas que antes eran placenteras.
- Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o "vacío".
- Pensamientos suicidas
Si sufres depresión, esto puede quitarte la confianza en ti mismo y hacerte sentir incompetente.
También puede hacerte más propenso a cometer errores o equivocaciones que sólo refuerzan esos sentimientos.
9) Se siente desmotivado
La mayoría de nosotros experimentamos momentos en los que nos sentimos atascados, insatisfechos y un poco perdidos.
Es posible que te sientas desconectado de ti mismo y que tengas la sensación de que tu vida ha perdido el rumbo o el sentido. En momentos así, es normal que nos sintamos desmotivados, faltos de entusiasmo y un poco deprimidos.
En realidad es muy normal, pero eso no impide que mires a tu alrededor y sientas que todo el mundo lo tiene todo menos tú.
Puede que esté cansado de ciertas circunstancias de la vida y necesite un cambio. Puede que se sienta sin motivación o sin retos en el trabajo. Puede que esté luchando por encontrar un propósito.
Este tipo de sentimientos de insatisfacción también pueden hacer que te sientas incompetente y como si no fueras lo suficientemente bueno.
Si te sientes perdido, puede que hayas perdido el contacto con tus valores, tus objetivos, tus sueños y quién eres como persona.
10) Tiene expectativas injustas de sí mismo
Hola a todos mis compañeros perfeccionistas (ola virtual). Esperar demasiado demasiado pronto es una forma segura de sentirse fracasado hagas lo que hagas.
Aunque los objetivos están muy bien, también tienen que ser realistas, es decir, basarse únicamente en tus propias medidas de mejora, no en las de otros.
Todos queremos encontrar algo que nos motive y nos haga levantarnos de la cama por las mañanas. Pero en el otro lado de la balanza, es posible cargarse con el peso del "más", que se convierte en algo imposible de conseguir.
Empiezas a decirte a ti mismo que deberías ganar más, hacer más, avanzar más, tener más, etc.
Las tendencias perfeccionistas pueden ser peligrosas, ya que te hacen sentir inadecuado y potencialmente incompetente.
Como señaló Andrew Hill, investigador del perfeccionismo: "El perfeccionismo no es un comportamiento, es una forma de pensar sobre uno mismo", y esta forma de verse a uno mismo puede significar que siempre se juzgue como insuficiente.
Por eso es importante abandonar la idea de que hay que ser perfecto para tener valor.
11) Confundes tu valía con el reconocimiento o el éxito
Lo curioso de la felicidad es que no llega de la forma que solemos esperar. Pensamos que el dinero, la fama, el reconocimiento, los logros, etc. traerán la felicidad a nuestra puerta.
Sobre todo si no tenemos muchas de esas cosas, estamos convencidos de que el hecho de que estén fuera de nuestro alcance es el culpable de cualquier infelicidad que sintamos.
Pero los estudios demuestran una y otra vez que las gratificaciones externas no generan felicidad. Las personas que "triunfan" en la vida y se hacen ricas o famosas no son más felices por ello.
De hecho, las investigaciones han descubierto todo lo contrario. Los que alcanzaban objetivos de riqueza y fama eran menos felices que los que se centraban en el desarrollo personal. Como señala ABC News:
"Los que se centraron en objetivos intrínsecos como el crecimiento personal, las relaciones duraderas y la ayuda a la comunidad mostraron aumentos sustanciales en las áreas de satisfacción vital, bienestar y felicidad".
Del mismo modo, puede que te digas a ti mismo que es tu incompetencia lo que te impide alcanzar el éxito en la vida, o ser finalmente "digno". Pero al igual que el dinero y la fama son la pista falsa de la felicidad, también la competencia es la pista falsa del éxito.
Eso no quiere decir que la competencia no sea un elemento útil para conseguir cualquier cosa en la vida, pero la competencia se aprende. Es más, desde luego no lo es todo.
Jeff Bezos afirma en Forbes que la competencia está sobrevalorada.
"La competencia por sí sola no basta para alcanzar el éxito... La combinación de curiosidad y carácter es un poderoso arma de doble filo. Juntos, contribuyen al éxito y dejan un legado duradero, y son más importantes que el talento en bruto".
Lo que quiero decir es que tu felicidad no sólo depende de tu competencia, sino también de tu capacidad para tener éxito en la vida. Ambas dependen mucho más de tu actitud y tu perspectiva.
12) Tienes el síndrome del impostor
¿Existen realmente indicios de que eres incompetente en el trabajo o es más bien la forma en que te sientes?
Quizá sea obvio decirlo, pero "me siento incompetente en el trabajo" no es lo mismo que "soy incompetente en el trabajo".
El síndrome del impostor se define a grandes rasgos como dudar de tus capacidades y sentirte un fraude. Puede que te sorprenda saber que las personas de alto rendimiento son más propensas a padecerlo.
Se calcula que el 70% de las personas padecen el síndrome del impostor, que puede hacer que te sientas como si no pertenecieras a nadie. Puede que te preocupe que los demás descubran que eres un fraude y que en realidad no te mereces tu trabajo ni ningún logro.
Según la psicóloga Audrey Ervin, el síndrome del impostor se produce cuando no somos capaces de apropiarnos de nuestros éxitos.
"La gente suele interiorizar estas ideas: que para que me quieran o ser querido, necesito conseguir logros. Se convierte en un ciclo que se autoperpetúa".
Formas de avanzar cuando te sientes incompetente
Mejore su salud mental
Tanto si sufres de baja autoestima, de un problema de salud mental como la depresión y el estrés, como si simplemente estás atrapado en un ciclo de pensamientos negativos, sentirte mejor siempre empieza como un trabajo interno.
Si tiendes a rumiar tus errores o fracasos, intenta aprender a perdonarte y seguir adelante.
Si sospechas que tienes tendencias perfeccionistas, puede que necesites trabajar en tu autoaceptación.
Al mejorar tu autoestima y tu salud mental, deberías empezar a reconocer que el verdadero valor que tienes va mucho más allá de tu rendimiento o de lo que consigas en la vida.
Hay medidas prácticas que puede tomar para ayudar a mantener y mejorar su salud mental.
- Cuide su cuerpo. El cuerpo y la mente están estrechamente relacionados, así que intente mantenerse físicamente activo, ya que el ejercicio puede ayudar a mejorar el estado de ánimo. Concéntrese también en otros aspectos básicos del bienestar, como dormir bien y seguir una dieta equilibrada.
- Desafía los patrones de pensamiento negativo. Aunque no creas realmente en la versión positiva, empieza a darte cuenta de cuándo se cuela el pensamiento negativo y haz de abogado del diablo. Intenta ser más amable contigo mismo.
- Lleve un diario de gratitud. La ciencia ha demostrado que la gratitud es un poderoso antídoto contra la negatividad. Los estudios han demostrado que la gratitud le hace más feliz, ya que hace que las personas sientan más emociones positivas, disfruten de las buenas experiencias, mejoren su salud, hagan frente a la adversidad y construyan relaciones sólidas.
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